Frente a una profunda escasez de mascarillas para su personal durante las primeras semanas de la pandemia de coronavirus, el Centro Católico de la Familia de Rochester (CDC) presentó una solicitud comunitaria para coser y donar 400 mascarillas.
Sin embargo, pronto se hizo evidente que no solo los trabajadores de la agencia de Caridades Católicas necesitaban esos artículos importantes – sino también las personas a las que servían.
“Sería una gran diferencia para nuestro personal, clientes y la comunidad en general”, declaró una petición de máscaras emitida por CFC que se publicó en varios boletines parroquiales locales.
Marcus Ebenhoe, quien se desempeña como director de defensa y ministerio social de las parroquias de CFC, señaló que la cantidad solicitada de mascarillas aumentó de 400 a 800 en solo una semana. Sin embargo, gracias a un gran esfuerzo de grupos e individuos de todo el condado de Monroe, ese objetivo no solo se ha cumplido, sino que se ha superado. Ebenhoe dijo el 23 de abril que se habían donado “más de 1,000” mascarillas de tela.
“Hemos recibido una gran respuesta; ha sido asombroso. Me quedé impresionado”, comentó. “En general, he enviado un correo electrónico personalmente a más de 60 personas, y muchas de ellas son una persona clave de un grupo más grande”.
Ebenhoe dijo que se están recolectando mascarillas en siete sitios de entrega en el área de Rochester, y que también ha conducido hasta varias iglesias católicas que realizaron esfuerzos para fabricar mascarillas. Por ejemplo, señaló que acababa de ir a la iglesia de Santa Catalina de Siena de Mendon en la mañana del 23 de abril para recoger un gran contenedor lleno de mascarillas. Muchas empresas, así como grupos locales — “organizaciones que ni siquiera conocía”- también se han incorporado, dijo Ebenhoe.
Aunque agradecido de que se haya materializado la cantidad esperada original de mascarillas, Ebenhoe enfatizó que la colección “continuará indefinidamente, siempre que haya una necesidad”, y dijo que cualquier número de mascarillas será bienvenido y se le dará un buen uso para ayudar a detener la amenaza del coronavirus. Por ejemplo, dijo que sería ideal para los empleados de CFC tener dos máscaras cada uno, para que en un día cualquiera se pueda usar una mientras se lava la otra. Además, dijo: “Seguimos recibiendo más clientes y necesitamos seguir interactuando con ellos. Queremos asegurarnos de que estamos seguros y de que ellos están seguros”.
Ebenhoe señaló que el CFC continúa operando durante la pandemia y dijo: “La gente todavía necesita los servicios. Todavía nos estamos levantando todos los días, tratando de servir a nuestra comunidad lo mejor que podemos”. Según una declaración en el sitio web de la organización de Marlene Bessette, presidenta y directora ejecutiva, “Nuestros servicios de emergencia y refugio, programas de tratamiento de adicciones, clínica de salud mental y servicios para ancianos, familias y refugiados brindan servicios que están claramente alineados con la definición de servicios esenciales. Continuaremos cumpliendo nuestra misión”.
Mientras tanto, Ebenhoe expresó su confianza en que el público continuará su misión de donaciones de mascarillas, basándose en la respuesta hasta el momento.
“Ha sido conmovedor, y solo me da la esperanza de que todos superemos esta (pandemia) juntos”, dijo.
NOTA DE LA REDACCIÓN: El Centro Católico de la Familia continúa recibiendo con beneplácito la donación de mascarillas de tela de miembros y grupos de la comunidad. Los interesados en donar deben contactar a Marcus Ebenhoe (mebenhoe@cfcrochester.org) para organizar la recolección o entrega de mascarillas. Para obtener instrucciones sobre cómo hacer las mascarillas, visite www.ecommunity.com/giveppe/home made-mask- instructions.
