ROCHESTER — Steven Matos dijo que la palabra "erudito" fue taladrada en las cabezas de los estudiantes en la Escuela Secundaria James Monroe durante el año pasado.
Y el mensaje que se reitera frecuentemente durante anuncios según el estudiante de 16 años del cuarto año, está llegando.
"Me he esforzado más", dijo Steven durante la celebración de "Bienvenida" el 28 de agosto en el campo atlético de la escuela. "Quiero poder ir a la universidad y poder hacer lo que quiero".
Fijar tales expectativas altas para los estudiantes fue uno de los primeros pasos del Principal Armando Ramírez cuando asumió su nuevo puesto el otoño pasado. Explicó que la llave para crear esta atmósfera ha sido forjar relaciones con los estudiantes y sus familias y por el aparentemente cambio sencillo de usar la palabra "eruditos".
Se enfrentó con el reto arduo de transformar el aprovechamiento académico de la escuela ya que Monroe tiene el rendimiento más bajo entre las escuelas secundarias del Distrito Escolar de la Ciudad de Rochester, dijo Ramírez, que fue transferido de la Escuela Secundaria Marshall. Pero en un año, la escuela mejoró su tasa de graduación de 28 por ciento a 42 por ciento. EL aumento dramático fue el resultado del enfoque en cambiar conducta y actitudes. Este año Ramírez pondrá el enfoque del personal en lo académico.
"Fui invitado a venir aquí… y tratar de aumentar la participación de las familias y mejorar el espíritu de la escuela. Esta escuela fue antes la mejor en la ciudad".
Ramírez es un líder "tenaz" que entiende tanto las necesidades de los estudiantes como la importancia de involucrar a los padres en la educación de sus hijos, dijo el Superintendente Bolgen Vargas en un correo electrónico.
"Él trae pericia, energía y entusiasmo a los retos enfrentados por la comunidad de la Escuela Secundaria Monroe", añadió Vargas. "Creo que las familias a quienes Armando sirve como principal aprecian su dedicación, y me complace ver su liderazgo dando el resultado de un mejor rendimiento por los estudiantes de Monroe".
La celebración de "Bienvenida" fue parte de ese plan para crear un sentido de entusiasmo entre los estudiantes y las familias y devolver la escuela a su gloria de antes. Dilia Olmeda, la administradora de proyectos de la escuela, "convirtió una semilla en un árbol" al traer organizaciones de la comunidad, entretenimiento y comida según Ramírez.
"Esto da esperanza a todo el mundo", dijo del evento.
Además, los estudiantes recibieron gratuitamente mochilas y hasta cortes de pelo. El año pasado más de 500 personas vinieron al evento y parece que los números del evento de este año estaban iguales.
"La gente cree que nuestras familias no vienen", dijo Olmeda. "Ellas vienen".
Ramírez dijo que mejorar a Monroe es una misión personal y profesional ya que 70 por ciento del estudiantado es latino. Al haberse criado en el peldaño más bajo de la escalera socioeconómica, él tiene empatía con los retos muchos de los estudiantes enfrentan, pero dijo que él también personifica cómo uno puede superar tales obstáculos.
"Sé de la pobreza", dijo. "Sé sobre la importancia de la educación… Porque uno no está definido por las circunstancias, uno está definido por su carácter".
Para abrir los ojos de los estudiantes a las oportunidades alrededor de ellos, Ramírez y su equipo han comenzado asociaciones con organizaciones de la comunidad tales como Rochester Area Performing Arts y Young Audiences/Rochester Latino Theatre Company. La policía del estado también ofrecerá su examen en la escuela.
También los estudiantes podrán tomar cursos universitarios y obtener créditos. Asociaciones con St. John Fisher College, Rochester Institute of Technology y SUNY Geneseo ofrecerán servicios mejorados de alfabetismo y ciencia a los estudiantes y desarrollo profesional a los maestros.
"Para mí, información es poder", dijo Ramírez.
La escuela está también mejorando el acceso de las familias a los recursos de la escuela a través de un nuevo centro para los padres, sesiones de adiestramiento para la involucración de los padres ofrecidas en español y aumento en el número de lugares de estacionamiento para las familias. El principal quiere que los padres sientan que tiene lugar para ellos.
Lakisha Cribb, cuya hija Ajañee Williams está en el octavo grado en Monroe, dijo que está impresionada con el esfuerzo que la escuela estaba haciendo para dar la bienvenida a las familias.
"Ellos están haciendo mucho para que una esté consciente e informada de las cosas que tienen para ofrecer ayuda", dijo. Como padres queremos sentirnos cómodos donde nuestros hijos van a la escuela. Es importante para mí que los hijos tengan una educación apropiada".
Pero el padre de Steven, que también se llama Steven Matos, dijo que más padres deben participar e involucrarse más en la educación de sus hijos para que la escuela se transforme verdaderamente. Él es un conserje en la Monroe.
"La escuela puede hacer solamente tanto", dijo. "Ofrecemos muchos programas y muchas cosas a los muchachos. Pero si no están empujados por la casa, ellos no van a ser lo que queremos que sean. Los padres tienen que involucrarse".