Tutores bilingües capacitan a los estudiantes

ROCHESTER — Tres niñas estaban sentadas en una mesa en forma de herradura mientras almorzaban y hablaban sobre matemáticas.

El tutor voluntario Allen Kass, estaba sentado enfrente de ellas y les hacía preguntas en inglés tales como"¿Cuanto es 5 más 1?" y "¿1 más 8?" mientras ellas comían papitas con queso. Cuando Tayris López, que tiene 8 años contestó "¿Qué es 7 + 3?" correctamente, fue felicitada calurosamente.

"No las puedo hacer fallar", dijo Kass con una sonrisa.

La sesión del 16 de noviembre fue una de tres sesiones semanales a las que el grupo de niñas, que tambien incluye a Shayna Merced, de 10 años de edad y a Kimberly Martínez, que tiene 8 años, asiste en un salón de clase bilingüe de tercer grado en la Escuela Pínchale, Núm. 35.

Se trata de una escuela elemental de kindergarten a sexto grado que tiene 436 estudiantes, de los cuales el 43 por ciento es hispano, según el director, Roberto Kuter. Para cada grado hay también una clase bilingüe.

En la actualidad, el programa de tutores obtiene tutores con experiencias diferentes que se ofrecen de voluntarios por distintas razones, explicó Thomas "Ike" Neilson, que dirige el programa.

"Algunos tutores hacen este trabajo porque sus hijos estudiaron en esta escuela y ellos quieren agradecer eso de esta manera", dijo él. "Otros están interesados en la educación primaria. A muchos les gusta estar con los niños.

Pero Neilson confronta un reto constante para encontrar voluntarios que trabajen con los estudiantes del programa de niños que aprenden inglés, que son en su mayoría hispano parlantes. Se necesitan unos 10 tutores bilingües adicionales, dijo él.

"Cada día vemos llegar a más niños provenientes de Puerto Rico, la República Dominicana y de Latinoamérica, que saben muy poco inglés", dijo Neilson.

Por ejemplo, un maestro de cuarto grado con una clase de 24 estudiantes, tenía 6 alumnos este otoño que no sabían inglés. Otro maestro de tercer grado, quería aceptar a varios alumnos en el programa, pero no habían disponibles tutores bilingües.

"Podemos decir que a todos los maestros les gustaría tener tutores para todos los niños porque ellos no tienen tiempo para dar atención personal a todos los muchachos, dijo él.

El programa de la Escuela 35 es un ejemplo de las oportunidades para recibir instrucciones particulares ofrecidas por la mayoría de los distritos escolares, lo que proporciona ayuda académica adicional por medio de la escuela misma o por asociaciones con organizaciones comunitarias, según Tom Petronio, portavoz del distrito.

"Les aseguro que siempre podemos usar más voluntarios bilingües en nuestras escuelas", añadió él.

Con lo que se refiere a la aritmética, los tutores de la Escuela 35 han podido superar la falta de maestros bilingües porque los números son siempre los mismos no importa cual sea el idioma, dijo Neilson, que a menudo substituye cuando hace falta.

"No se trata de estadísticas, sino de ayudar a los niños".

Kass dijo que a él le gusta ayudar a los estudiantes. Se enteró de la oportunidad de ofrecerse de voluntario por medio de su conexión con la Federación Judía, que según Neilson proporciona muchos voluntarios. Kass añadió que le gusta hacer una diferencia en las vidas de estos muchachos, que confrontan a veces muchas dificultades.

"Vi a un niño en el corredor a quien enseñé el año pasado, y me dio un abrazo, dijo Kass. "Algunos de estos niños debieran recibir una "A" por solo venir a la escuela".

Cindy Cianniny de Pittsford dijo que a ella le gustaría poder llevar sus propios hijos a la Escuela 35 para que conocieran a algunos de los alumnos y así pudieran apreciar cuan fácil son sus vidas por comparación. Cianniny es vecina de Neilson y empezó a servir de tutora hace tres años porque sabía que se necesitaban muchos voluntarios.

"Si uno puede hacer una diferencia aunque sea en la vida de un solo muchacho, e inspirarlo a obtener mejores resultados en la escuela, uno está haciendo algo bueno", dijo Cianniny. "Pero esperemos poder influenciar a más de uno".

Muchos tutores vienen de la Tercera Iglesia Presbiteriana, que proporciona $11,000 para cubrir materiales y salarios, añadió Neilson. Al principio, él oyó sobre las oportunidades de ser tutor por uno de los ministros de la iglesia, y decidió ofrecerse de voluntario porque ya él había sido tutor cuando vivía en Filadelfia.

El asumió el puesto de coordinador este año, y supervisa a 35 tutores que trabajan con 187 estudiantes en diversas escuelas. La mayoría de los tutores trabajan los martes, miércoles y jueves en turnos de dos horas. Con una subvención de $5,500 de Rochester Women’s Giving Circle, el programa añadió el componente de Las Matemáticas son Importantes, en un esfuerzo para subir las notas de las niñas en los grados tercero y cuarto, según informaciones contenidas en www.facebook.com/pages/Rochester-Womens-Giving-Circle/132242166742.

El programa Las Matemáticas son Importantes también incluye fondos para incentivos que las niñas pueden ganar por su participación en el programa, explicó Neilson.

"Es un programa piloto", añadió él. "Muchas personas están interesadas en como se desarrolla y si el programa muestra progresos".

Con la subvención, la coordinadora auxiliar Linda Jorgensen ha creado mini lecciones que les permitirán a los tutores de matemáticas mantener el programa consistente, aunque diferentes voluntarios se turnen en la semana, dijo ella.

Gracias a Las Matemáticas son Importantes, el maestro de cuarto grado Tucker Rudeman dice que él ha visto una gran diferencia en sus alumnos que participan.

"He visto como adquieren más confianza en si mismo", dijo él. "Luce que están más capacitados. Se interesan y esperan con ansias las clases de matemáticas… Los tutores son tan serviciales y se interesan tanto… Han hecho un trabajo asombroso".

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