Los defensores de los trabajadores migrantes a nivel local y nacional creen que el 2010 será el año en el que el Congreso hará una reforma amplia de las leyes de inmigración, que los que abogan por la misma dicen que debía haberse hecho mucho antes.
"Se anticipa que la reforma de las leyes de inmigración será un tópico candente en el 2010", dijo Earl Eichelberger, director de servicios humanos de la Conferencia Católica del Estado de Nueva York. "Esperamos que el 2010 sea el año en que algo pase. Parece que será posible".
Aunque el Congreso se ha concentrado en la reforma del cuidado de la salud en el 2009, el Comité de Normas Públicas de la Diócesis de Rochester ha decidido abogar por la reforma amplia de las leyes de inmigración. Tratar de obtener la reforma es el tema de abogacía del comité para el 2009-2010 y será el foco del Fin de Semana de Normas Públicas del 13-14 de febrero. El fin de semana se relacionará con la campaña de tarjetas postales que está siendo llevada a cabo por el Proyecto Justicia para la Inmigración de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos, dijo Ruth Putnam Marchetti, coordinadora de justicia y paz para Caridades Católicas de los Condados de Wayne y Finger Lakes.
En preparación para el Fin de Semana de Normas Públicas, Putnam Marchetti se ha estado esforzando en instruir al personal y a los administradores parroquiales de los 12 condados de la diócesis sobre el tema de la inmigración para que puedan informar a los feligreses. La meta es que los feligreses, después de haber recibido informaciones sobre las vidas de los trabajadores migrantes y sobre la necesidad de un sistema que no los trate como criminales, firmen entonces las tarjetas postales a favor de la reforma durante el Fin de Semana de Normas Públicas, dijo ella. Las tarjetas postales serán enviadas a los representantes locales del Congreso, dijo Putnam Marchetti.
La campaña de tarjetas postales también será destacada durante la Semana Nacional de la Migración, celebrada por la Iglesia del 3 al 9 de enero bajo el tema "Renovando la Esperanza. Buscando la Justicia". Los obispos del país están pidiendo una reforma que incluya:
- una legalización amplia de los indocumentados de todas las nacionalidades;
- la reunificación de las familias;
- *un sistema de trabajadores temporáneos que provea un camino legal, seguro, humano y ordenado para que los migrantes entren al país;
- la restauración del debido proceso legal para los inmigrantes; y
- el abandono de la estrategia actual de control de la frontera.
Un proyecto de ley introducido por algunos miembros del Congreso — que están impacientes para que haya una reforma de las leyes de inmigración y que decidieron no esperar a que terminara el debate sobre el cuidado de la salud — incluye algunas de las reformas que buscan los obispos, tal como la reunificación de las familias y un programa de legalización para los inmigrantes indocumentados que cumplan ciertos requisitos. El Representante de Illinois Luis Gutiérrez, presidente del Equipo de Trabajo sobre la Inmigración de la Junta Hispana del Congreso, introdujo la nueva legislación titulada: Proyecto de Ley de Reforma Amplia de la Inmigración para la Seguridad y Prosperidad de América del 2009 (CIR ASAP), en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el 15 de diciembre.
"Hemos esperado pacientemente a que una solución factible a nuestra crisis de inmigración fuera emprendida por este Congreso y por nuestro Presidente", dijo Gutiérrez en un comunicado de prensa. "El tiempo de espera ha terminado. Este proyecto de Ley será presentado al Congreso antes del receso por la temporada de fiestas para que no haya excusa para la inacción en el Año Nuevo. Este es el producto de meses de colaboración entre defensores de los derechos civiles, organizaciones laborales y miembros del Congreso. Es una respuesta a muchos años de dolor — madres separadas de sus hijos, trabajadores explotados y la desacreditada seguridad de la frontera — todo causado por un sistema de inmigración quebrantado. El proyecto de ley dice "basta ya", y presenta una solución a nuestro quebrantado sistema de la cual podremos estar orgullosos como nación de inmigrantes".
En una declaración del 16 de diciembre, el Gobernador David Paterson anunció su apoyo al proyecto de ley de Gutiérrez.
"Nueva York siempre ha sido un faro de esperanza para los inmigrantes del mundo y debemos seguir teniendo un papel de liderazgo trabajando para mejorar el sistema", dijo él. "Yo opino que tenemos la obligación moral de resolver esta crisis, y esta es la razón por la que por muchos años he apoyado una reforma que cree una política de inmigración segura y racional para nuestro país".
Un sistema quebrantado
Según Putnam Marchetti, el tema de la reforma de las leyes de inmigración se reduce a justicia y dignidad para los inmigrantes, un punto que ella espera demostrar a aquellos que están menos familiarizados con los muchos aspectos del problema usando informaciones de las campañas de abogacía diocesana y nacional, Ella dijo que espera que los políticos comprendan que las voces más fuertes, que a menudo se oponen a la reforma, pueden no representar a la mayoría.
"La reforma amplia de la inmigración fracasó la última vez (que fue debatida en el Congreso) debido a algunos temas muy divisivos y una retórica airada y muchas informaciones inexactas", dijo Putnam Marchetti. "Lo que esperamos es que la gente ha llegado al punto en que se dan cuenta que este sistema quebrantado no se arreglará hasta que creamos un tipo de reforma de la inmigración amplio. Y que solo uniéndonos y hablando civilmente podremos elaborar un plan que funcione. De la manera que son las cosas ahora no están beneficiando a nadie. No resulta beneficioso tener a un grupo de personas que viven fuera de la ley, sin protecciones para ellos, y separados. Es decir, viviendo en nuestro país, pero separados de nuestro país"
En un comentario hecho en el Centro para Progreso Americano el 13 de noviembre, la Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo que ha ocurrido un cambio en relación con los problemas relacionados con la inmigración y con la política, que hace más factible en la actualidad la promulgación de una ley de reforma que cuando se trató por última vez hace tres años.
El cambio ha resultado debido a mejoras en la seguridad de la frontera en el Sudoeste para combatir a los vendedores de drogas, mejor tecnología para la vigilancia y la inspección y una reducción en la cantidad de personas que tratan de entrar al país ilegalmente, dijo ella.
"Así que aún mientras tratamos de terminar la recesión y poner a los Estados Unidos a trabajar, estamos determinados a lidiar con problemas de larga duración que empañan nuestro futuro", según Napolitano. "Y otro problema que ha sido pospuesto de año en año, de Congreso en Congreso, y de administración en administración es la necesidad evidente de una reforma de la inmigración. Todos conocemos la historia. Un influjo consistente de trabajadores indocumentados que cruzan nuestras fronteras ilegalmente en búsqueda de trabajo y de una vida mejor. Un mercado de empleadores dispuestos a burlar la ley para contratar mano de obra barata. Y como resultado, unos 12 millones de personas que están aquí ilegalmente, viviendo en las sombras — una fuente de dolor y conflicto. Eso está mal. Es una afrenta a todos los ciudadanos que respetan la ley y a todos los empleadores que cumplen las leyes".
La secretaria considerará un enfoque de varias etapas que incluya un camino hacia la ciudadanía y un sistema de trabajadores temporáneos y que se avenga a lo que los granjeros y los defensores de los trabajadores migrantes han estado buscando por años.
"Nuestros miembros y la gente que nosotros representamos y empleamos, desean cualquier tipo de sistema factible que tenga una probabilidad de ser aprobado por el Congreso y que ayude a los trabajadores", dijo Julie Suárez, directora de normas públicas de la Oficina de Granjas de Nueva York. "Algunos de los trabajadores desean adquirir la ciudadanía pero otros no. Nuestros miembros creen firmemente que los trabajadores deben tener la posibilidad de escoger lo que deseen hacer. Pero que mientras estén aquí, trabajando en nuestros campos, deben ser compensados como corresponda, tratados equitativamente y no ser hostigados".
El presunto acoso de trabajadores por miembros de la patrulla fronteriza es el objeto de una demanda presentada el mes pasado por un grupo de residentes del Condado de Wayne (ver articulo relacionado). El grupo pide que haya una investigación por miembros de la Seguridad Nacional, de la Oficina de su Inspector General y por la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de los Estados Unidos con respecto a lo que dicen que son tácticas que incluyen el perfil racial y redadas fuera de la ley en lugares de trabajo y en tiendas donde se congregan los trabajadores.
Ese tipo de acoso, no solo pone en riesgo la dignidad de esos trabajadores pero también está teniendo un efecto negativo en la economía de los granjeros, dijo Carol May, que es la dueña de una granja de 62 acres que es parte de una cooperativa de cultivadores de manzana en el Condado de Wayne.
El año pasado, la familia de May recoltó la mitad de las manzanas que recolta usualmente por falta de trabajadores, añadió May, que es también miembro del Comité Diocesano de Normas Públicas y participó en el módulo de Fe Justa sobre inmigración, dirigido el otoño pasado por Putnam Marchetti.
"La gente tiene miedo de venir aquí (a esta área)" dijo ella. "Acosan a la gente, aún a las personas que están aquí legalmente".
El proyecto de ley sobre trabajadores del campo
Aunque los granjeros y los defensores de los trabajadores están de acuerdo en la necesidad de una reforma federal de las leyes de inmigración para resolver problemas tales como el control y la ciudadanía, sus opiniones difieren con respecto a la propuesta de Nueva York de ayudar a los trabajadores del Campo,
El Proyecto de Ley de Prácticas Laborales Justas para los Trabajadores del Campo, que fue atascado en el comité de códigos del Senado del Estado a finales del 2009, se espera que vuelva al Comité sobre el Trabajo el primero de enero, según el procedimiento, dijo Janet Kash, portavoz del Senador George Onorato, patrocinador principal del proyecto de ley.
Onorato volverá a introducir el proyecto de ley en el año nuevo, añadió ella.
"Ha habido oposición de parte de la Oficina de Granjas del estado", dijo Kash. "Pero seguimos conversando con personas de ambos lados del tema y esperamos que progrese este año"
La Oficina de Granjas de Nueva York se opone al Proyecto de Ley, y en el otro campo están los que abogan por los trabajadores del campo tal como la Diócesis de Rochester, la Campaña Ecuménica de Justicia para los Trabajadores del Campo y la Conferencia Católica del estado. La legislación propuesta pide que los trabajadores del campo tengan las mismas protecciones laborales que reciben los demás trabajadores, incluyendo paga por tiempo suplementario, un día de descanso semanal y el derecho a la negociación colectiva.
Algunos aspectos de la legislación, tal como una semana de trabajo de 40 horas, pondría a la agricultura del estado fuera de competición en tanto que industria porque una gran parte de la misma se basa en el empleo temporal, dijo Suárez, de la Oficina de Granjas del estado. La agricultura no está en igualdad de condiciones con otras industrias, dijo ella.
"Es más difícil para un granjero, desarraigarse del campo y de la tierra, pero a las granjas les pasará lo mismo que a la manufactura en Nueva York si este proyecto de ley es aprobado tal cual es", añadió ella. "Es tonto pensar que podemos adaptarnos simplemente cuando tenemos que competir con una economía global y ganar o perder ventas basándose en menos de cinco centavos por tonel. Los mandatos legislativos son importantes, y cuando una ley laboral se considera en el contexto de altos impuestos sobre la propiedad, el aumento en los gastos, el aumento en la paga para pasar por puentes y carreteras, los costos de energía y seguros de los últimos años, hay muy poco incentivo para que los granjeros se queden y cultiven en Nueva York para proporcionar comida a los neoyorquinos. Debemos convertirnos en una estado más amigable, o en un país como México, como están haciendo los granjeros en Tejas y en California. Y como alguien que se preocupa por nuestras familias granjeras, y ha pasado muchos años en Nueva York, me duele decirlo, pero ese es el caso".
Pero Jordan Wells, de la Campaña Justicia para los Trabajadores del Campo dice que nadie está tratando de perjudicar a las familias granjeras.
"Tratamos de obtener que los trabajadores del campo tengan las mismas coberturas bajo la ley que tienen los demás trabajadores", dijo él. "La propuesta de ley en sí es una manera de igualar y ayudar a nivelar las condiciones para las granjas familiares que no obtienen los mismos beneficios que las granjas más grandes tienen cuando explotan a los trabajadores legalmente"".
Eichelberger dijo que la Conferencia Católica del estado cree que existe la posibilidad de negociar con los granjeros. Suárez y Dean Norton de Elba, en el Condado de Genesee, presidente de la Oficina de Granjas del estado, también han dicho que están dispuestos a negociar más.
"Nuestra posición básica es que el trabajo de la granja es un trabajo duro", comentó Eichelberger. "Los trabajadores del campo hacen un trabajo importante y deben ser tratados como los demás trabajadores".
Una llamada a la justicia social
A medida que los católicos reflexionan sobre los problemas nacionales, estatales y locales relacionados con los trabajadores del campo y los inmigrantes, la llamada bíblica a dar la bienvenida al extranjero es de gran importancia, dijo el Padre Brian Cool, presidente del Comité Diocesano de Normas Públicas.
"No creo que las personas están tan bien informadas como debieran en relación a este tema", dijo él. Las personas (a veces) no integran la perspectiva católica con su propio entendimiento y con las normas que apoyan o que no apoyan. Este es un tópico importante en el que nosotros, como comunidad, debemos involucrarnos. Tenemos una población inmigrante grande aquí en Rochester y en el área. Si no somos una comunidad acogedora, ¿quién lo será?
El derecho básico a la dignidad humana es algo en lo que todos nos podemos poner de acuerdo, dijo Putnam Marchetti
"Todos llegamos a este país por una razón u otra, nuestros antecesores buscaron una vida mejor cuando fueron perseguidos, o cuando tuvieron hambre", comentó ella. "Buscaron una vida mejor. Así que nosotros podemos comprender esa historia. La gente todavía está haciendo eso. La gente tiene el derecho de sobrevivir con cierto nivel de dignidad humana. Los países también tienen el derecho a poner ciertos límites a la inmigración y a controlar sus fronteras. En cierto modo esos son derechos conflictivos. Pero podemos resolverlos porque también tenemos que considerar el bien común en nuestro país y en el mundo. Porque eso nos beneficia a todos con el tiempo".