Hermana de la Misericordia de Rochester arrestada durante la protesta de DACA en D.C.

WASHINGTON —Decenas de católicos — incluida una Hermana de la Misericordia de Rochester — fueron arrestados cerca del Capitolio de EE. UU. el 27 de febrero en la rotonda de un edificio del Senado en Washington mientras pedían a los legisladores que ayuden a jóvenes adultos indocumentados traídos a EE. UU. de niños a obtener algún tipo de estado legal permanente.

Después de unir sus brazos y negarse a abandonar el edificio, unas 40 personas fueron esposadas con sus manos a la espalda y colocadas en un autobús con las ventanas cubiertas y llevadas a un depósito, dijo al Catholic Courier el 1º de marzo la Hermana de la Misericordia Janet Korn, comisionada de justicia de las Hermanas de la Misericordia de Nueva York, Pensilvania y la Comunidad del Occidente del Pacifico.

Ella dijo que allí la policía les tomó las huellas digitales como parte del procesamiento de sus arrestos, lo que demoró unas tres horas. Durante ese tiempo, el jefe de policía les informó que tiene una tía que es Hermana de la Misericordia. Después de pagar una multa de $50, fueron liberadas, agregó la Hermana Korn.

Habiendo trabajado con inmigrantes a lo largo de los años, la hermana Korn dijo que sentía que tenía que hacer algo para apoyar a los jóvenes inmigrantes indocumentados conocidos como “Dreamers”, que es una referencia a la Ley DREAM, una de las leyes propuestas que podría ayudarlos a permanecer en el país legalmente. Los soñadores también participaron en el “Día de Acción Católico con los Soñadores”, organizado por la Red Nacional PICO, una organización comunitaria basada en la fe con sede en California.
Después de los arrestos, a la hermana Korn le dijeron que una joven sollozó al ver que la policía se llevaba al grupo, dijo.

“Cuando nos vieron encarcelar por ellos, simplemente se sintieron abrumados”, dijo la Hermana Korn. “Algunos de ellos lloraron. Fue un momento hermoso, que hizo que todo fuera valioso”.

Algunos de los arrestados cantaron y oraron, y muchos de ellos, como la Hermana Dominica Elise García y la Hermana de la Misericordia JoAnn Persch, dijeron que no tenían otra opción que participar en el acto de desobediencia civil y hablar en contra del fracaso del Congreso y de la administración Trump porque no han podido ayudar a los jóvenes.

“Nunca me han arrestado en mi vida, pero con la bendición de mi comunidad, me uno a otras dos docenas de hermanas católicas y (compañeros) católicos para arriesgar ser arrestada hoy como un acto de solidaridad con los maravillosos y hermosos ‘Dreamers’ de nuestra nación”, dijo la Hermana García. “A nuestros líderes en el Congreso y en la Casa Blanca, les digo ‘arresten a una monja, no a un ‘Dreamer’”.

Ella dijo que estaba presente para apoyar a aquellos como Daniel Neri, un joven católico de Indiana que estuvo en el evento y se beneficiaría de cualquier legislación para ayudar a los 1.8 millones de jóvenes que según los estimados están en el país y se enfrentan un futuro incierto por su situación de inmigración.

“¿Qué le estamos haciendo al cuerpo de Cristo cuando lastimamos a las familias? ¿Cuándo estamos lastimando a la gente?” Neri preguntó.

También dijo que quería que las personas de Estados Unidos se dieran cuenta de que “no somos criminales, no somos violadores, somos buenas personas”.

Los jóvenes, llamados “Dreamers” por muchos, como referencia al proyecto legislativo Ley DREAM, una de las leyes propuestas que podrían ayudarles a permanecer legalmente en el país, tienen que pasar por una verificación muy completa de antecedentes, dijo, y no pasarían esos controles si fueran personas involucradas en problemas.

El padre jesuita Thomas Reese dijo que representaba a los jesuitas del oeste de los Estados Unidos y a otros jesuitas, que saben exactamente quiénes son los “Dreamers”.

“Son nuestros estudiantes, sentados en nuestras aulas, son nuestros feligreses, arrodillados en nuestras iglesias”, dijo. “Son nuestros amigos, son nuestros colegas que nos han invitado a sus casas”.

El padre jesuita Thomas Reese habló de la difícil situación de los jóvenes en una conferencia de prensa antes de ser arrestado y dijo que “dar estatus legal a los ‘Dreamers’ no es un asunto político. Es una cuestión moral”.

Señalando en dirección del Capitolio de Estados Unidos, donde se reúnen los legisladores, dijo, “es hora de que las personas que trabajan en ese edificio se den cuenta de que esto es una cuestión moral. Es un asunto de justicia, y el juego político debe parar”.

La Hermana Persch dijo que ella también estaba allí para apoyar a los jóvenes. Ella dijo que participó en lo que se llamó un “Día de Acción Católico con los Soñadores”, organizado por la Red Nacional PICO, una organización comunitaria de grupos religiosos con sede en California, en gran parte por la frustración que siente.

“Mi oración, mi trabajo para una reforma migratoria integral, nada ha tenido ningún impacto en esta administración”, dijo. “Ahora estoy con los ‘Dreamers’ en este momento… Cuando estas estrategias tradicionales que hemos utilizado no tienen ningún impacto, tenemos que buscar acción que podría implicar tomar riesgos para perturbar este sistema injusto de alguna manera”.

Y si eso significaba ser arrestada, estaba dispuesta a hacerlo, dijo.

“Como mujer de fe, estoy llamada a ser sabia… valiente, una voz profética”, dijo. “Eso es un desafío para cada persona que dice ser católica, cristiana, una persona de fe. Y este (llamado) es tanto para Paul Ryan como para todos los que están en el Congreso”.

Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, es republicano de Wisconsin y es católico, y muchos de los que estaban presentes en el evento se quejaron de lo que ven como su falta de acción en varios asuntos que involucran a inmigrantes. En varios momentos, incluso uno cerca del capitolio, la multitud gritó: “Pablo, Pablo, ¿por qué me persigues?” refiriéndose a Ryan.

En la rotonda, muchos de los que arriesgaban ser arrestados, incluso el padre Reese y las hermanas religiosas García y Persch, comenzaron a tomarse de las manos los unos a los otros, cantando himnos y rezando “Ave María”. La policía del Capitolio advirtió varias veces a las personas que estaban que pararan su demostración o se les arrestaría. De las 30 o 40 personas que fueron arrestadas, ocho eran de la orden religiosa de las Hermanas de la Misericordia, o Mercy Sisters.

El obispo John Stowe de Lexington, Kentucky, quien estuvo con el grupo, extendió sus manos en el aire y dijo: “Estamos aquí apoyando a los Dreamers, también somos Dreamers. Y ahora pido la bendición de Dios sobre aquellos que están actuando en desobediencia civil, parte de una larga tradición de no apoyar leyes injustas”.

El obispo no estaba entre los arrestados. Él y los otros que no participaron en la desobediencia civil se salieron del centro de la rotonda cuando comenzaron los arrestos.

A los arrestados, se les pidió que pusieran sus manos detrás de sus espaldas. La policía les colocó esposas de plástico en las muñecas. Algunos se fueron orando y otros cantando. Más tarde se les acusó de conducta desordenada, incomodidad y obstrucción. Los aproximadamente 40 que fueron arrestados pagaron una multa de $50 y fueron liberados.

Así como aquellos que fueron arrestados en el capitolio estaban saliendo de su comodidad diaria, también los jóvenes “Dreamers” enfrentan una incomodidad aún mayor, dijo el obispo, ya que enfrentan un momento enorme de incertidumbre.

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Contiene informes de Annette Jiménez.

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