SYRACUSE — Los defensores de los inmigrantes han publicado un informe sobre la industria láctea que exige crear condiciones más seguras de trabajo y vivienda y proporcionar las protecciones laborales que los trabajadores en otras industrias reciben, especialmente el derecho a organizarse.
El informe — "Milked: Immigrant Dairy Farmworkers in New York State" ("Ordeñados: Trabajadores lecheros inmigrantes en el estado de Nueva York") — fue presentado durante una conferencia de prensa el 1o de junio en el Centro de Trabajadores de la Zona Central de Nueva York en Syracuse. El informe fue preparado por Carly Fox del Centro de Justicia para Trabajadores de Nueva York; Rebecca Fuentes Centro de Trabajadores de la Zona Central de Nueva York; Gretchen Purser, profesora asistente de sociología, y Fabiola Ortiz Valdez, candidata doctoral en antropología de la Universidad de Syracuse y Kathleen Sexsmith, candidata doctoral en sociología del desarrollo en la Universidad de Cornell.
El informe se basa en entrevistas personales efectuadas en el 2014-15 con alrededor de 90 trabajadores inmigrantes que representaban 53 granjas lecheras diferentes en todas las regiones del estado, dijo Fox. Dos tercios de los encuestados eran mejicanos y el resto eran guatemaltecos, y 90 por ciento eran hombres, de acuerdo al informe disponible en https://milkedny.org. La mayoría de los trabajadores son identificados por pseudónimos, ya que se les garantizó anonimidad si participaban, dijo Fox.
"Nueve de cada 10 trabajadores encuestados creen que los granjeros se preocupan más por las vacas que por los trabajadores", observó Purser durante la conferencia de prensa. "(Los trabajadores) también están tremendamente aislados socialmente".
Los resultados mencionados en el informe también incluyeron lo siguiente acerca de los trabajadores lecheros inmigrantes:
* Dos tercios de los trabajadores lecheros encuestados han sufrido una o más lesiones en el trabajo.
* Un tercio de los trabajadores lecheros no recibió capacitación laboral alguna. De los que recibieron capacitación laboral, la misma a menudo fue insuficiente ya sea por ser breve (tan poco como 10 minutos), ofrecida en inglés o llevada a cabo por compañeros de trabajo que no estaban capacitados para educar por completo a otros.
* Se estima que más del 80 por ciento de los trabajadores lecheros en Nueva York viven y trabajan en granjas con muy pocos trabajadores para caer bajo la jurisdicción de OSHA para inspección de la granja lechera donde trabajan.
* Los salarios devengados por los trabajadores están justo por encima del salario mínimo. Los trabajadores encuestados típicamente ganaban $9 por hora (el salario mínimo era $8 por hora en el 2014 y $8.75 por hora en el 2015).
* Los trabajadores lecheros informaron vivir en viviendas inadecuadas: el 58 por ciento informó infestaciones de chinches o insectos en sus hogares, el 48 por ciento no tenía cerraduras en sus puertas, el 32 por ciento tenía agujeros en sus paredes o pisos y el 32 por ciento tenía ventilación insuficiente.
"Las compañías lecheras deben implantar y hacer cumplir los códigos de conducta dirigidos por los trabajadores para las prácticas laborales éticas para sus suplidores de leche fresca, comprando solamente de las granjas que participan en el riguroso control de los derechos laborales independientemente del comprador o proveedor de productos lácteos", dice el informe.
Crispín Hernández fue uno de los ponentes del informe el 1o de junio. Él radicó una demanda el año pasado después de ser despedido de una granja lecherea en Lowville supuestamente por reunirse con otros trabajadores para hablar de las condiciones de trabajo, afirma Hernández. El Centro de Trabajadores de la Zona Central de Nueva York y el Centro de Justicia para el Trabajador de Nueva York son demandantes en la demanda.
"Estamos contribuyendo a este país", dijo Hernández durante la conferencia de prensa el 1º de junio. "Todos tenemos derechos. No importa de dónde vinimos. Todos somos seres humanos. … Por eso es que estamos trabajando por el derecho a organizar y (obtener) licencias. Es muy importante."
Bajo las leyes laborales vigentes, los trabajadores que optan por organizarse no están protegidos contra represalias por sus empleadores, lo cual es una violación de la constitución estatal, de acuerdo a la demanda radicada en la Corte Suprema del Estado de Nueva York del Condado de Albany por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York contra el estado a nombre de Hernández. Es la primera demanda que exige que los trabajadores agrícolas reciban las mismas protecciones básicas del estado que la mayoría de otros trabajadores reciben, de acuerdo a información de la NYCLU (http://bit.ly/2qTKFHK).
Además de la demanda, Fox dijo que los defensores y trabajadores seguirán presionando a los funcionarios estatales para que amplíen las protecciones laborales. Según el informe, los trabajadores lecheros trabajan 12 horas al día, seis días a la semana. Al igual que todos los trabajadores agrícolas en Nueva York, ellos están excluidos del derecho a un día de descanso o el derecho a pago por horas extras.
Los defensores también planean ampliar su campaña "Luz Verde", añadió Fox, para presionar a los legisladores estatales para que permitan que cualquier persona obtenga una licencia de conductor sin requerir números de Seguro Social. El cambio permitiría el uso de pasaportes extranjeros como identificación en el proceso para solicitar y requeriría que entiendan inglés y las regulaciones de tráfico vigentes. La imposibilidad de los trabajadores lecheros para obtener licencias de conductor significa que pueden salir de la granja tan poco como una vez cada 11 días según el informe. A falta de su propio medio de transporte, los trabajadores no pueden buscar la atención médica necesaria y pueden ser explotados por los conductores para los viajes a la tienda de comestibles o para otros recados necesarios, explicó Fox.
Fox dijo que los trabajadores y defensores también llevarán a cabo una campaña para pedir a los consumidores que insten a las grandes empresas a implantar y hacer cumplir los códigos de conducta dirigidos por los trabajadores para las prácticas laborales éticas para sus proveedores de leche fresca. También se pedirá a las empresas que compren sólo de aquellas granjas que participan en un riguroso control de los derechos laborales realizado independientemente del comprador o proveedor de productos lácteos. Chobani es una empresa que está siendo objeto de atención, añadió.
Un oficial de Chobani no respondió a la petición de comentario de El Mensajero Católico.
Como respuesta al informe, la portavoz de la región noreste para Productores de Leche de América (DFA, siglas en inglés para Dairy Farmers of America) dijo que sus miembros valoran a sus empleados y tratan de crear un entorno centrado en la seguridad y calidad. La DFA es una cooperativa de mercadeo de productos lácteos propiedad de casi 14,000 productores de leche en los Estados Unidos.
"El trabajo en una granja lechera es arduo", dijo la portavoz Jennifer Huson en un correo electrónico a El Mensajero Católico. "Por lo tanto, hay muchas políticas y protocolos en vigor para asegurar la seguridad y bienestar de todos los trabajadores en las granjas lecheras. La DFA apoya las prácticas laborales justas y las protecciones de los derechos humanos para todos los trabajadores en las granjas lecheras y sigue trabajando con otros en la industria para proporcionar los recursos a los dueños de granjas lecheras sobre las reglamentaciones laborales y las mejores prácticas administrativas para la mano de obra en las granjas".
Tales protecciones de los trabajadores tienen que ser ampliadas a todos los trabajadores en Nueva York, lo cual fue el objetivo principal del informe, dijo Fox. La información recopilada ayudó también a salvar la brecha en la investigación acerca de los trabajadores agrícolas en la industria láctea.
Las entrevistas para el informe consistieron de 225 preguntas que cubrían antecedentes demográficos, historial de trabajo, salarios y condiciones de trabajo, condiciones de vivienda, integración social, encuentros con los agentes de cumplimiento de inmigración y el interés en organizarse. Como ha sido la meta de los esfuerzos de intercesión en el año pasado, Fox dijo que los trabajadores participaron también en la investigación misma y ayudaron a desarrollar preguntas para la entrevista, dirigieron grupos de enfoque y transcribieron y analizaron los datos.
"Los trabajadores lecheros inmigrantes son una población oculta que es difícil de evaluar dado su situación de inmigración vulnerable, horarios de trabajo y el aislamiento geográfico en las granjas rurales", dice el informe. "No existe una base de datos de la población de trabajadores lecheros en Nueva York de la cual se pueda extraer una muestra. … Este estudio fue llevado a cabo mediante un proceso de dedicación de tiempo y mano de obra intensiva de alcance directo a los trabajadores".