ROCHESTER — Un pequeño grupo desafió el viento y el frío el mes pasado para pedir una reforma integral de la inmigración que se concentre en la ciudadanía, en mantener las familias unidas y en un trato justo para los trabajadores migrantes de la región.
El grupo de personas sosteniendo cartelones se mantuvo de pie en frente de la oficina local del Senador Chuck Schumer en la Calle State el 22 de marzo mientras oradores con portavoces describían los temas que decían se deben resolver para que la reforma sea significativa para millones de trabajadores indocumentados del país.
"Hasta un millón de inmigrantes indocumentados en el estado de Nueva York están atrapados en un sistema que les hace imposible obtener un estado legal, aunque ellos han vivido aquí desde su niñez, han pagado sus impuestos o tienen hijos que son ciudadanos americanos", dijo KaeLyn Rich, directora del capítulo de Genesee Valley de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York.
La manifestación fue una de una serie celebrada en el estado y en el país, explicaron los oradores para urgir a la bipartisana "Pandilla de los Ocho", de la cual Schumer es un miembro, para que introduzcan una legislación sobre la inmigración que incluya:
* Un camino realista hacia la ciudadanía;
* La restauración del proceso debido, una revisión judicial y justicia básica al sistema de inmigración; y
* Un tratamiento humano de los inmigrantes en los centros de detención.
Schumer ha dicho que los fundamentos para una reforma están en pie si los principios fundamentales se integran en una reforma de la legislación. Esos principios incluyen fronteras seguras, un sistema de verificación de empleadores y un sistema de registración para los que están indocumentados que los lleve a un estado legal y a la reunificación familiar, según www.schumer.senate.gov/issues/inmigration.htm.
Ni Schumer ni un representante suyo estuvieron presentes en la manifestación de marzo 22.
"No me siento orgullosa del presente sistema de inmigración que separa a las familias", dijo Rich. "No me siento orgullosa de que no hay regulaciones legales que aseguren que los inmigrantes en los centros de detención reciban un tratamiento humano o acceso a un cuidado médico básico. Eso no es el sistema americano".
Ana Ceria-Guzman, una de las varias feligresas de San Miguel que fueron a la manifestación, estuvo de acuerdo en que el tratamiento dado a esos trabajadores debe cambiar.
"Queremos que el gobierno los legalice para que vivan tranquilos, trabajando en paz", dijo ella. "Esto afecta la comunidad hispana porque son seres humanos como nosotros".
Colin O’Malley, director organizador de Metro Justice, le pidió a la docena de personas que asistieron a la manifestación que bombardearan a sus representantes congresionales con pedidos para la reforma. Muchos de los que asistieron a la manifestación también forman parte de Nueva York por una Reforma de Inmigración Real, una campaña estatal apoyada por 130 organizaciones laborales, religiosas y de inmigrantes.
O’Malley dijo que la campaña estatal incluirá un viaje a Washington D.C. para unirse a una manifestación nacional planeada para principios de abril.
"Sabemos que este tipo de movimiento requiere esfuerzos continuos", dijo él.
NOTA DE LA REDACCIÓN: Para más informaciones, o para inscribirse para el viaje a Washington D.C., favor de ponerse en contacto con Metro Justice llamando al 585-325-2560, o con action@metrojustice.org.