ROCHESTER — Un grupo de residentes del Condado de Wayne ha presentado una demanda contra los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, quienes el grupo alega han empleado perfiles raciales y tácticas de acoso.
Nueve incidentes de presunta mala conducta fueron explicados detalladamente en una carta que los residentes enviaron el 3 de noviembre al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, que supervisa la Patrulla Fronteriza y a las oficinas del Inspector General y de Derechos Civiles y Libertades Civiles del departamento. Otra copia de la carta fue enviada a la división de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
El Dr. John "Lory" Ghertner de los Servicios de Apoyo a los Migrantes del Condado de Wayne — quien firmó la carta junto con Peter Mares de Caridades Católicas del Condado de Wayne — anunció la presentación de la demanda durante una manifestación celebrada el 14 de diciembre delante de la Oficina de Pattonwood Drive de la Patrulla Fronteriza. La manifestación también conmemoró el 61o aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
"Ahora les toca a ellos responder" dijo Ghertner en una entrevista el 10 de diciembre, refiriéndose a las agencias federales ante las cuales el grupo presentó la demanda. La Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional ha respondido con dos cartas al grupo de residentes del Condado de Wayne, una explicando sus métodos de investigación y la otra declarando que revisará las alegaciones junto con la Patrulla Fronteriza, según Jackson Chin de la organización Justicia Latina de la Ciudad de Nueva York/Fondo Puertorriqueño de Educación y Defensa Legal, quien ayudó al grupo a formular la carta.
"Estamos esperando a que ellos investiguen (la demanda) o cambien las normas (de control)", dijo Ghertner.
Greg Knull, de la Oficina de Investigación de Pensilvania del Inspector General de Seguridad Nacional, dijo que él no podía confirmar que se hubiera recibido la demanda.
"No hacemos comentarios sobre las investigaciones, ya estén en curso o cerradas, y tampoco confirmamos si hacemos una investigación", le dijo a nuestra publicación hermana El Mensajero Católico el 14 de diciembre.
A.J. Price agente supervisor de la Patrulla Fronteriza para el noroeste de Nueva York y para Pensilvania, le dijo a El Mensajero Católico el 14 de diciembre que él no tenía conocimiento de la demanda. Después de haber sido informado por el El Mensajero Católico, que la demanda también había sido enviada al Departamento de Justicia, Price dijo que él no podía hacer comentarios cuando se le preguntó sobre uno de los nueve incidentes descritos en la carta.
Ese incidente se refería a la detención el 29 de septiembre de Gerardo Vázquez, un nativo de México que es ahora un ciudadano de los Estados Unidos y que ha vivido en las áreas de Sodus y Oswego por 20 años. Vázquez vive en la Ciudad de Oswego y es dueño de una tienda en Fulton.
Durante una entrevista el 13 de diciembre, la esposa de Vázquez, Cherrie, describió el incidente que culminó en el arresto de su esposo. Ella dijo que su esposo y ella estaban siguiendo su rutina usual de los martes, conduciendo desde su casa para dejar a sus dos hijos en la escuela en Oswego y siguiendo hacia Sodus para recoger mercancía para su tienda.
Ellos estaban parqueados en la Calle Draper, cuando vieron detrás de ellos a un carro de la Patrulla Fronteriza con luces rojas centellantes (en el techo). Cherrie Vázquez dijo que cuando su esposo le dio su licencia de conducir a los agentes de la Patrulla Fronteriza, ellos se refirieron a él por sus dos apellidos — Vázquez Mentado — aunque solo el apellido Vázquez estaba mencionado en la licencia. Ella dijo que los agentes lo acusaron de estar ilegalmente en el país, pero no respondieron cuando le preguntaron que por qué habían detenido el auto de la pareja.
Cherrie Vázquez dijo que uno de los agentes le dijo a la pareja que le estaba poniendo esposas a Gerardo Vázquez porque se sentía amenazado. También declaró ella que cuando trató de subirle la capucha a su esposo porque estaba lloviendo, un agente la empujó.
Gerardo Vázquez fue llevado a la Estación de Oswego de la Patrulla Fronteriza y detenido hasta que Cherrie Vázquez pudo traer sus documentos de ciudadanía. Su esposo fue puesto en libertad hora y media después, dijo ella.
"Si hubieran verificado su licencia, se habrían dado cuenta de que no era un extranjero ilegal", dijo Cherrie Vázquez. "Les dijimos que él estaba legalmente en este país, pero no quisieron hacer caso… Tienen que cambiar sus tácticas".
"El acoso fue claro (en este caso)", dijo Ghertner. "No pudo ser otra cosa".
La carta de demanda del grupo de Ghertner trata de la preocupación y la indignación que los residentes del Condado de Wayne sienten por esas tácticas.
"Durante un periodo continuo de por lo menos dos años, nosotros, como residentes locales con diversas ocupaciones y antecedentes, nos hemos alarmado y agitado sobre las acciones y mala conducta de la Patrulla Fronteriza del Departamento de Seguridad Nacional y de los agentes del orden público. Los agentes de la Patrulla Fronteriza usan una conducta abusadora, agresiva y degradante cuando paran, interrogan, arrestan y detienen a extranjeros y a residentes legales y ciudadanos de los Estados Unidos", afirma la carta. Dada una serie de casos, no hay duda que los agentes de la Patrulla Fronteriza han utilizado rutinariamente perfiles raciales en violación de las normas del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y de la Constitución de los Estados Unidos".
Ghertner dijo que él y Chin, de Justicia Latina, se conocieron hace más de un año, durante un foro en Syracuse, en el que él mencionó algunos de estos incidentes. Chin se le acercó y empezaron discusiones que duraron varios meses. Wally Ruehle, un abogado de Inmigración de la Sociedad de Ayuda Legal de Rochester, también está trabajando con el grupo.
"Toma mucho tiempo lograr que alguien crea las historias que le contamos.", comentó Ghertner. "Pero seguimos mandándole (a Chin) casos y los documentamos. Finalmente, él comenzó a creernos".