ROCHESTER — Los jóvenes bailarines litúrgicos esperan agitadamente en un pequeño cuarto cerca del salón de actos de la Parroquia Nuestra Señora de las Américas.
Mariam Rivera, la directora del grupo, repartió banderas blancas que formarían parte de la actuación del recién creado grupo. Los padres y compañeros de danza colocaron bandas de color amarillo y morado alrededor de la cintura de los trajes largos blancos de la muchachas. Dos niños pequeños llevaban camisas y pantalones blancos durante la representación del 11 de abril de la primera celebración bilingüe del domingo de la Divina Misericordia.
Muchachas de más edad estaban emparejadas con otras más jóvenes mientras se alineaban e iban en procesión hasta el altar que había sido colocado en el salón y que tenía una cruz de la Divina Misericordia e imágenes de Jesús y María. Entonces danzaron mientras se tocaba "You Raise Me Up" y "Por el Poder de Dios. La mayoría de los movimientos estaban coordinados con las palabras de los cantos mientras levantaban los brazos y ondeaban las banderas, en alabanza.
Luis Rivera, un feligrés desde hace mucho tiempo, dijo que la danza litúrgica era una experiencia singular para la comunidad hispana de la parroquia.
"Pero lo estamos aceptando con cariño y aprecio", dijo él "Ayuda a los niños a estar interesados en las cosas del Señor… (El baile) es algo muy bonito e interesante".
El Padre Vincent Panepinto, párroco, dijo que él había sugerido la idea de tener un grupo de ese tipo porque a él le encanta la danza litúrgica. Aunque la membresía estaba abierta a cualquier feligrés, la mayoría de los niños y niñas que respondieron son hispanos, lo que los expone a un tipo de danza que no les resulta familiar, dijo él
"Es una experiencia transcultural", dijo él.
Carmen Torres, que ha dirigido un grupo de danza en la Iglesia la Inmaculada Concepción, en Rochester, durante los últimos 12 años, dijo que muchos hispanos no están familiarizados con la danza litúrgica.
"Como una cultura que respeta verdaderamente el carácter sagrado de una iglesia, la danza es algo que se hace fuera de la iglesia", dijo Torres. "No se considera como algo que ayude a concentrarse ni como un elemento positivo para la oración".
Cuando ella hace talleres en las iglesias, como hizo en Nuestra Señora de las Américas, Torres les dice a los padres que piensen en los movimientos del sacerdote durante la Misa como en una danza. El sacerdote baja la cabeza y alza los brazos — movimientos que son comunes en la danza litúrgica, ella observó.
La danza es una parte tan integrante de la cultura hispana, que presentarles su forma litúrgica a los jóvenes hispanos es una manera de conectarlos con su fe, comentó Torres.
"Es una situación positiva", dijo ella. " Uno involucra a los muchachos en la iglesia haciendo algo que a ellos les gusta hacer".
Mariam Rivera dijo que el grupo de Nuestra Señora de las Américas se formó el invierno pasado después que los anuncios hechos durante la Misa y en los boletines parroquiales atrajeron a 13 niños y adolescentes. Ella dijo que después de la primera actuación del grupo durante la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, el grupo creció hasta un total de 25. Los participantes tienen de 4 a 18 años de edad.
Rivera añadió que ella no había considerado dirigir la iniciativa. Pero cuando ningún otro voluntario se ofreció, ella dijo que tomó las riendas porque quería que su hijo y su hija tuvieran esta nueva experiencia.
"Yo me ofrecí, en vez de no tener un grupo", dijo Rivera. "Es una buena manera de rezar y ellos (los niños) se interesan. Se sienten más conectados a Dios".
La feligresa Lillian Pagan dijo que el nuevo grupo de danza les ha proporcionado una buena experiencia a su hija y a dos sobrinas.
"Enseña mucho sobre Dios", dijo Pagan. "Estoy tratando de mantenerla en el buen camino".
Las familias involucradas están completamente dedicadas a la iniciativa, comentó Rivera, porque los ensayos semanales toman más de una hora y las familias tuvieron que pagar por los trajes de los niños y los accesorios. Ella también hace la coreografía de todas las danzas con su hermana, Noraimi "Chana" Rivera, y con Yessica Chávez, de 17 años.
Yessica también interpreta danzas folclóricas mexicanas con el grupo Arco Iris Mexicano. Con sus dos hermanas más chiquitas, Yessica dijo que ella se había unido al grupo litúrgico para participar más activamente en la iglesia, observando que la danza litúrgica tiene elementos singulares.
"Uno puede mostrar sus sentimientos por medio de los movimientos de la danza. … Es como expresamos nuestra fe, por medio de la danza", dijo ella.