Nos portemos comos prudentes

Una de las lecturas de estos cuatro domingos contiene un aviso a los fieles de que ellos están bajo la observación de otros: "Tengan cuidado de portarse no como los insensatos sino como prudentes" (Efesios 5:15, el 19 de agosto, el XX Domingo Ordinario). "Los judíos se pusieron a discutir entre si" lo que enseñaba Jesús sobre la eucaristía (Juan 6:52, XX Domingo Ordinario). "Se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén. Viendo lo que los discípulos hacían y los criticaban (Marcos 7:1, XXII).

Por eso, nos recordaban que nuestra conducta debe reflejar el mensaje que hemos recibido: "No sean irreflexivos… traten de entender cuál es la voluntad de Dios" (Efesians 5:17, XX. Los esposos deben vivir "un gran misterio … (que refiere) a Cristo y a la Iglesia" en sus matrimonios (Efesians 5:32, XXI). "Guárdenlos (mandamientos) y cúmplanlos porque ellos son la sabiduría y la prudencia de ustedes a los ojos de los pueblos … (L)os pueblos se dirán … ¿Cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios?" (Deuteronomio 4:6-7, XXII).

Pero, debemos tener cautela de no confundir nuestro deseo de convencer a los demás con nuestro motivo de vivir nuestra creencia: "(Jesús) les mandó que no lo dijeron a nadie" después de hacer oír y hablar a un sordomudo (Marcos 7:36, XXIII). "Ustedes deben estar listos par escuchar, en cambio, lentos para hablar" (Santiago 1:19, no incluido en la selección pero en medio de la lectura de XXII). "Jesús sabía quienes no creían — muchos de sus discípulos se echaron para atrás y no querían andar con él" después de la enseñanza de la eucaristía (Juan 6:66, XXI). "La religión pura e intachable a los ojos de Dios, consiste en visitar huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones" (Santiago 1:27, XXII).

Esta cautela es debida a un gran peligro — lo que confundir nuestro deseo de convencer a los demás con nuestro motivo de vivir la verdad. Somos frágiles. Nuestra creencia es nuestro concepto de la verdad — no necesariamente la pura verdad. Además, la opinión de los demás es caprichosa, y podemos ajustar nuestra presentación conforme a lo que va a convencer al público. Vendedores de la marca cristiana y agentes de las relaciones públicas de Dios.

En otras palabras hacer nuestra definición del mensaje de Dios, el mensaje del mismo Dios. Eso es idolatría religiosa — substituir nuestra imagen por la imagen de Dios. Cualquiera pueda decir "Soy Cristiano" por la boca; es fácil.

La protección de no caer en esta trampa es el consejo de otro refrán, Hazlo bien y no mires a nadie.

El Padre Laurence Tracy sirve como sacerdote mayor con la parroquia Santa Francisca Javier Cabrini.

Copyright © 2023 Rochester Catholic Press Association, Inc. All rights reserved. Linking is encouraged, but republishing or redistributing, including by framing or similar means, without the publisher's prior written permission is prohibited.

No, Thanks


eNewsletter