Cuando yo estaba en el seminario, un erudito de las Escrituras invento esa frase para vislumbrar un mensaje de la Biblia. Él explicó que aunque el Reino de Dios es esencialmente una realidad futura, (la que será) Dios rompe en nuestro tiempo presente experiencias del futuro reino (La Ser-nidad).
La liturgia de este tiempo (el fin de un año — Cristo Rey — y el comienzo de otro año — Adviento) contiene esta idea en las lecturas de la temporada. San Pablo (I Cor 15:24-Cristo Rey) dio voz a la será "vendrá al fin cuando Cristo entregue a Dios Padre el Reino" pero el Profeta Isaías (63:19 — 1º Adv) en su anhelo de los Israelitas en exilio expresa el deseo de la ser-nidad de ese Reino. "ñ¡Ah, si tu rasgaras los cielos y bajaras!"
Para San Pablo, las ajeadas del futuro reino son dones que nos mantienen fijados en la meta. "Ahora, les falta ningún don espiritual y quedan esperando la venida gloriosa de Cristo Jesús nuestro Señor. El mismo los va a mantener firmes hasta el fin." (I Cor 1:7-2º Adv) Podemos ver el ministerio de Jesús los preestrenos del futuro en el pasaje de Isaías (Is 61:1-2-3r Adv) que él leyó en la sinagoga de Nazaret, "El Señor me ha elegido para anunciar buenas noticias a los humildes, para sonar a los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación y a los presos su vuelta a la luz. Para publicar un año feliz lleno de favores." Y cuando por fin llegue el reino, el Rey va a premiar aquellos que eran instrumentos de hacer aparecer las obras del reino, "tuve hambre y ustedes me alimentaron; tuve sed y ustedes me dieron de beber. …" (Mt. 25:35 et al Cristo Rey)
Estas lecturas nos prometen la venida de Cristo para establecer su reino pero al fin del tiempo. Pero, también, nos avisan de la venida de Cristo en nuestra vida ahora en formas sorprendentes: esperando en la oficina del médico, en la línea de la cajera en el supermercado, en la estación de autobús en el termina; del aeropuerto. Tenemos que disciplinarnos de ver Cristo en cada persona, en cada situación. Así, la ser-nidad nos animará a esperar la será con ansiedad.
El Padre Laurence Tracy sirve como sacerdote mayor con la parroquia Santa Francisca Javier Cabrini.