GATES — Saulo Hidalgo le imploró a la audiencia reunida delante de él que nunca dejara de dar muestras de amor y afecto a sus parejas y niños, porque el primer paso para unir a las familias comienza cuando se sigue el ejemplo de Jesús de amar sin condiciones.
"El amor es entregarse", dijo él. "Abre tus brazos de nuevo. Vuelve a creer. Vuelve a amar. …No mires el daño que te hacen. Sánate a ti mismo".
Sanación fue el tema del retiro dirigido por Hidalgo el 6 y el 7 de noviembre en el Centro de Conferencias Bishop Hickey, situado en el Centro Pastoral diocesano. Grupos de Albany, Búfalo y Filadelfia y hasta visitantes de Puerto Rico asistieron al retiro, que incluyó cantos, comidas compartidas y oraciones por los participantes. Esta fue la segunda visita de Hidalgo a Rochester; él participó aquí en una convención católica carismática regional hace dos años.
En una entrevista antes del retiro, Hidalgo explicó cómo él experimentó un momento que cambió su vida hace muchos años cuando tuvo un accidente montando a caballo en el que se ahogó su montura.
"En ese momento debajo del agua, oí la voz de Dios y me dijo, ‘No temas. Yo te necesito".
Durante el retiro, el nativo de la República Dominicana añadió como él dejó un trabajo seguro financieramente para seguir la llamada a diseminar la palabra de Dios en todo el mundo.
"La palabra de Dios tiene poder", dijo él. "Cuanto lo creemos es el problema. … Ahí en esa palabra va a saber la gloria de Dios. Esa palabra tiene poder. Y ahora te digo que tu palabra tiene poder".
Carmen LeBron, una feligresa de la Iglesia Santos Apóstoles, dijo que a ella le había gustado el estilo de predicar dinámico de Hidalgo, que incluyó anécdotas humorísticas y comentarios, como también declaraciones de la necesidad de que los católicos abandonen la hipocresía de juzgar a los demás sin considerar sus propias acciones.
"Es muy cómico", dijo ella. "Pero todo lo que dice es muy acertado".
Ella le prestó especial atención a su consejo de ayudar a los adolescentes a mantenerse en el buen camino, hablándoles y escuchándolos, observó LeBron. Pero ella añadió que tenía una razón particular para asistir al retiro.
"Quiero ahondar más en la vida espiritual y ver qué puedo hacer", dijo LeBron.
Las personas que necesitan sanación espiritual son los que se concentran en criticar a los demás, explicó Hidalgo, y necesitan mirar a Jesús para encontrar amor. Porque una vez que una persona puede encontrar amor en su corazón, añadió Hidalgo, él o ella puede compartir ese amor con los demás. Las familias que se fajan — especialmente los padres que pelean delante de sus hijos — no están dando el ejemplo de cariño que Jesús desea que den.
"El que no respeta a los demás … está enfermo", dijo él "(Pero) la Biblia dice que ‘una palabra’ es solo lo que se necesita para salvarse".
La salvación comienza con un examen interior, observó Hidalgo.
"Jesús quiere arreglarle por fuera, pero primero quiere arreglarle por dentro", añadió.
Tata Figueroa, que había venido a Rochester de Villalba, Puerto Rico, para visitar a su hija y sus nietos, se enteró del retiro por Candy Berrios, que junto con su esposo, el Diácono José Berrios, ayudó a organizar el evento.
Durante las charlas de Hidalgo, Figueroa sostuvo una cruz en sus manos y gritaba palabras de alabanza de cuando en cuando. Era la primera vez que ella lo escuchaba predicar, aunque ha ido a muchos retiros carismáticos.
"Su mensaje es maravilloso", dijo ella. "Nos hace ver cómo cada palabra (de Dios) choca en nuestros corazones".