Durante el tiempo que ella trabajó como ministra para migrantes, Penny Gardner estableció relaciones que ella no se podía haber imaginado cuando aceptó el trabajo en la Diócesis de Rochester.
Ella se jubila casi siete años más tarde, pero algunas de esas conexiones serán para toda la vida, dijo.
"Ellos son los hijos y nietos que nunca tuve", dijo de las familias que ella ha llegado a conocer y querer por su ministerio para migrantes en la parte noroeste de la diócesis.
Las destrezas interpersonales de Gardner también ayudaron a establecer estabilidad en esta región, que incluye Brockport y el Condado de Livingston, dijo Bernard Grizard, director de Servicios para las Parroquias y el Clero, que supervisa el ministerio para migrantes.
"Ella empezó en un puesto difícil", dijo él. "Ella tuvo que crear, iniciar y reconstruir muchas cosas".
Gardner aceptó el puesto después de la salida de dos ministros para migrantes en el lapso de un par de años. Los principios misioneros – tender la mano, servir y nutrir — que ella usó en su ministerio forjaron su trabajo con la comunidad, dijo Grizard.
"Ella realmente logró el éxito en las maneras de dar forma al ministerio", observó Grizard. "Ella tiene definitivamente el corazón de un misionero. … Y debemos estar agradecidos".
No solamente Gardner dio una voz a los sin voz incansablemente acompañando e intercediendo por las familias migrantes que se enfrentaron con dilemas legales, pero también les guiaba en su ministerio mediante la formación en la fe y retiros. Además, ella aseguraba que las familias migrantes fueran parte de los grupos de planificación para el Ministerio Hispano.
En el Condado de Livingston, ella ayudó a que las parroquias conectaran y se involucraran con las familias migrantes en el área.
"Hizo un firme esfuerzo para establecer comunicación y colaboración entre la comunidad latina/migrante y la comunidad de habla inglesa de las parroquias locales", dijo el Padre Jesús Flores, coordinador del ministerio migrante. "Este constante intercambio y contacto con las parroquias anglas promueve un incremento de conciencia sobre la realidad de la comunidad migrante".
Aunque fue una decisión difícil dejar este trabajo, Gardner dijo que ella realizó en la primavera pasada que el tiempo era adecuado para su retiro. Su último día fue el 24 de octubre.
"Hay momentos cuando la realidad de mi decisión se siente agridulce", dijo ella. "En los momentos más agrios, recuerdo que la palabra para retiro en español es ‘jubilarse’, lo cual es como el concepto bíblico de júbilo".
Grizard dijo que los oficiales diocesanos se han reunido con párrocos de su región en un esfuerzo de identificar una persona para reemplazarla.
"La próxima persona traerá dones y llevará a la comunidad en una dirección diferente", añadió Gardner. "Y esto es algo bueno".
Garder tuvo un camino de carrera tortuosa. Por 27 años, ella fue una Hermana del Corazón Inmaculado de María, trabajando en legares como Far Rockaway, Long Island, y también sirvió por cinco años como misionera en Perú hasta el 1994. Después de su trabajo misionero en Perú, Gardner que se crió en Oneida, Condado de Madison, vino a vivir en Fairport con su hermana para discernir si quedarse o dejar su orden religiosa.
Ella dijo que se enamoró de Rochester y con la previa Parroquia Corpus Christi, donde ella encontró a su esposo, Charlie. Ellos se casaron en el 1998.
Por Corpus, ella también llegó a la próxima fase de su jornada en el anterior Mercy Outreach Center. (En el 2011 el centro se unió con Mercy Residential Services para formar Mercy Community Services).
Gardner estuvo 14 años en el Mercy Outreach Center, los últimos tres como su directora, y se dio cuenta que trabajar como administradora no era algo para ella. "Yo soy una persona para trabajar con gente", dijo.
Así que ella renunció en el 2007 y no creyó que sería difícil encontrar otro trabajo.
Los oficiales diocesanos habían sugerido el puesto de ministerio para migrantes, pero ella no estaba segura sobre el largo viaje desde su casa en el Condado de Livingston hasta la Iglesia de la Natividad de la Santísima Virgen María en Brockport. Pero luego de tratar un par de otros trabajos, Gardner dijo que ella optó por el ministerio para migrantes y comenzó en febrero del 2008.
Mucho de su ministerio involucró trabajar cerca de su casa; Ella empezó Misas para la comunidad migrante en la Iglesia de Sta. Agnes en Avon y ella llegó a involucrarse mucho con la comunidad migrante en Leicester.
Cuando muchas de las familias migrantes en Brockport se establecieron permanentemente en el área, las necesidades de la comunidad crecieron con los años, enfocando más en la formación en la fe y la preparación sacramental, dijo ella. Durante una reciente Misa de despedida para ella, los comentarios hechos por algunos de los feligreses fueron reconfortantes, dijo Gardner.
Estos buenos deseos fueron muy merecidos ya que Gardner expresó claramente en el primer día de su trabajo que ella estaba dedicada a la comunidad de Brockport, dijo Delia Puente, una feligresa de Natividad.
Gardner ayudó a preparar a Puente y sus amigos para la confirmación y les ayudó a tomar una decisión difícil de vivir independientemente, añadió Puente.
"Penny fue nuestra maestra (y) nos enseñó muy bien. Ella es única porque ella creyó y lo logró. Ella se va porque sabe que ya es tiempo de que nosotros maduremos como comunidad", escribió Puente en un e-mail. "Para mi familia y yo, Penny ha sido parte de nosotros, parte de la familia. Es una muy buena amiga, siempre positiva, siempre alegre y con muy buen humor. Por supuesto que ella ha tocado nuestro corazón y siempre estará ahí. Nunca lo olvides (a) Penny".
La jubilación no rompe los lazos que ella ha formado, especialmente con el Condado de Livingston, donde ella va a seguir como voluntaria cuando haga falta llevar gente a citas o traducir para ellos, dijo Gardner.
Mientras Puente la llamó una buena maestra, Gardner dijo que las familias migrantes que ella conoció también le han dado lecciones valiosas de la vida.
"Ellas me enseñaron sobre perseverancia al enfrentarse con adversidad", dijo Gardner. "Ellas me enseñaron sobre cómo mantener viva la esperanza. Ellas me enseñaron sobre gratitud. Ellas la tienen y ellas la viven".