MARION — Gisela de La Cruz caminó de rodillas por el pasillo central de la pequeña iglesia llevando un ramillete de flores en honor de Nuestra Señora de Guadalupe.
Su donación fue uno de los muchos jarrones de flores y de rosas que adornaron el altar de la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe en la Iglesia San Gregorio el 11 de diciembre para celebrar la Misa de la patrona de la parroquia de la comunidad migrante. La celebración incluyó la representación del milagro de la aparición de la imagen de la Virgen en la tilma de Juan Diego, un indio azteca, en 1531 en la Ciudad de México. Además, varios jóvenes interpretaron danzas folclóricas y el Padre Jesús Flores bendijo las muchas imágenes de la Virgen de Guadalupe y de Jesús que los feligreses trajeron con ellos.
Cecilia Basilio, de 13 años de edad, representó a la virgen y Octavio Cortez García representó a Juan Diego. La Hermana Luci Romero, agente de pastoral del Condado de Wayne, dirigió al comité que organizó la Misa y preparó a los niños, adolescentes y adultos que participaron.
"Me sentí honrada de que ella me escogió para representar a la Virgen de Guadalupe", dijo Cecilia.
También se hicieron celebraciones en iglesias de Rochester, Brockport, Leicester, Penfield, Wolcot y Geneva.
En la celebración de Marion, De La Cruz explicó que acercarse al altar de Nuestra Señora de Guadalupe de rodillas es algo que los mexicanos hacen comúnmente en su país y que es parte de la tradición de mostrar agradecimiento por los favores recibidos.
"Yo sigo la tradición pero se está perdiendo fuera de México, añadió ella. (Pero) lo importante es que uno venga a verla".
De La Cruz cojea porque sufrió un accidente en una finca en agosto donde estaba recogiendo papas. Después de tener cinco operaciones y pasar un mes en cama, ella dijo que se sentía deprimida y le había rezado a la Virgen María para que la ayudara a recuperarse.
"Gracias a ella, me estoy recuperando mucho", dijo ella.