Dios de misericordia, ayúdanos a ver lo que nos impida a buscar la justicia, a dar hospitalidad, y a ser humildes en todas nuestras relaciones. Que, por nuestra conversión personal, lleguemos a ser verdaderos discípulos de Jesús, llevando a otros la Buena Nueva.
El ministerio mío con la comunidad agrícola migrante siempre me lleva a ponerme de rodillas. Pensando en su realidad, compuse la oración arriba después de reflexionar sobre los evangelios de estos domingos y lo que esta pasando en nuestra vida diaria.
Mientras escribo esta reflexión, el gobierno federal de los EE.UU. esta en segundo día de su parada. Se estima que unos 800,000 empleados federales se han "furloughed" (están en un tiempo de ausencia de su trabajo, sin recibir su sueldos), las luces se apagan en muchas oficinas del gobierno, han cerrado los parques nacionales y ha impactado los servicios a los veteranos. ¿Es justo que haya tanto sufrimiento mientras los partidos se meten en su desacuerdo en vez de trabajar juntos a resolver el problema de fundar el gobierno?
Opino yo que no…¡cuando hay temas mas importantes en que deben estar trabajando!
En su homilía de ayer, octubre 1, la fiesta de Santa Teresa del Niño Jesús, el Papa Francisco dijo, "nos hará bien reflexionar en [su] espíritu de humildad, de ternura, de bondad". ¡Me parece un mensaje apropiado por los miembros del congreso!
Dos de los evangelios de San Lucas en estos domingos, me llevan a considerar lo que esta pasando en nuestro país a la luz de la Palabra de Dios: la parábola de la viuda buscando justicia de un juez, y el encuentro de Jesús y Zaqueo. Me hablan de temas de la justicia y la hospitalidad, de acompañar a los demás en su realidad.
El juez, aun sin miedo a Dios ni respeto a otros, finalmente hace la justicia para la viuda ~ mas para que ella no siga molestando. Jesús nos dice que Dios "hará la justicia sin tardar." ¿No es que debemos hacer lo igual? Pienso en la situación de la reforma migratoria. ¡Por cuántos años han tardado en realizarla! El Cardinal Timoteo Dolan del Archidiócesis de Nueva York escribió en The Daily News hace un mes:
Cuando el Congreso vuelva a sesionar, se tiene una vez en una generación la oportunidad de arreglar nuestro sistema de inmigración. No podemos dejar pasar esta oportunidad. La reforma migratoria podría ayudar a las familias, que ayudaría a nuestra economía y mejoraría nuestra seguridad. Lo más importante, es lo que hay que hacer. El Papa Francisco nos recordó recientemente que "la medida de la grandeza de una sociedad se encuentra en la forma en que las personas más necesitadas trata." (Septiembre 6, 2013)
"Lo más importante es lo que hay que hacer." He visto familias destrozadas por nuestra política migratoria. La justicia y la hospitalidad nos llaman a apoyar la comunidad inmigrante. Es el deber según la Buena Nueva Jesucristo. Es el deber según nuestro bautismo
¡Que seamos discípulos con corazones fuertes, luchando por la justicia mediante nuestra oración y acción!
Gardner es la coordinadora del Ministerio Migrante para la Región de Noroeste del Condados de Monroe y Livingston.