ROCHESTER — Feligreses de la Comunidad de la Catedral recientemente trabajaron con residentes del vecindario como parte de un proyecto de huertos para beneficiar la despensa de alimentos de la parroquia.
El 24 de mayo, participantes en el proyecto se reunieron en la entrada de coches de la previa escuela de la Catedral del Sagrado Corazón para la tercera de cuatro sesiones de "Adopte un Cultivo". Marcus Ebenhoe, el coordinador de ministerio social de la Comunidad de la Catedral y ministro pastoral, dijo a los participantes que tenían que "hacer cosquillas en las raíces" de las plantas que ellos estaban recibiendo de manera que las plantas se transfieran con éxito a sus nuevas casas.
Aproximadamente más de la mitad de las 100 personas que se inscribieron para el programa, se aprovecharon de las plantas gratis para poder cultivar sus propios tomates de bistec, pimientos verdes, col verde y flores de caléndula, observó Ebenhoe. Cada participante recibió una o dos de cada planta, y las plantas fueron puestas en suelo con estiércol vegetal en una lona grande biodegradable. Las plantas se pueden quedar en la lona o ser transferidas a un huerto, dijo Ebenhoe.
Los participantes también pueden usar las lonas para devolver cualquier producto extra para compartir con la despensa de alimentos, observó Ebenhoe. Las plantas que no fueron llevadas a la casa de alguien serían plantadas en el huerto localizado al otro lado de la Catedral y adyacente a la escuela, añadió él.
Kellie Benedetti de Rochester dijo que ella decidió participar en la sesión inicial de "Adopte un Cultivo" del 20 de mayo luego de recibir un panfleto sobre el programa cuando ella visitó la despensa de alimentos. Ella volvió por más plantas el 24 de mayo porque algunas de las que ella recibió no sobrevivieron.
Ella dijo que la hija de 5 años de su compañera de habitación la acompañó ambas veces ya que le estaba enseñando sobre huertos. Las dos hasta usaron tablones de madera que encontraron en una acera para construir bancos de siembra levantados, dijo Benedetti. "Conseguimos nuestra lona y aprendimos mucha información", añadió ella sobre el proyecto. "Fue muy divertido".
El proyecto mismo es "hermoso", añadió Benedetti, especialmente como alguien que recibe comida de la despensa de alimentos cuando es necesario.
"Es una buena manera para enseñar a la gente cómo cultivar alimentos sostenibles", dijo ella. "Ellos (los voluntarios de la despensa) nos dan tanto. La comida allá es asombrosa. Es una ayuda muy grande… Para nosotros el poder ayudar y devolver es asombroso".
Kenneth LaBarge y su madre, Helen LaBarge, van a poner sus plantas en un huerto que ellos hicieron del revestimiento de un lavavajillas. En el pasado, su huerto ha producido suficiente producto para alimentarles en un verano. También ellos van a la despensa para comida cuando tienen poca, así que ellos estaban contentos para llevar algunas plantas y trabajar para cultivar alimentos que ayudarían a otra gente, dijo Kenneth LaBarge.
"Es hermoso", dijo él del proyecto. "Me encanta".
"Esto (proyecto) ayuda a la gente a llegar a ser más autosuficiente y devolver a la comunidad al mismo tiempo", observó el feligrés Louis Viera Jr., quien tuvo la idea para el proyecto. "El costo de productos sigue subiendo y subiendo y esto ayuda a la gente a cultivar sus propios vegetales".
Él añadió que estaba encantado por el número de participantes.
"Si tuviéramos solamente 10 personas, yo hubiera considerado esto un éxito", dijo él "Esperamos que esto provoque un fervor y (el proyecto) crecerá más grande y más grande cada año".
El huerto de la catedral, que tiene tres años, está limitado en espacio, así que el proyecto proveyó una oportunidad para cultivar más productos y "al mismo tiempo educar a la gente", dijo Viera.
Todos los materiales y plantas fueron donados por Foodlink, que es también el mayor proveedor de alimentos para la despensa de alimentos de la Comunidad de la Catedral, observó Ebenhoe. La mezcla de abono y tierra viene de la granja de hongos de la agencia, añadió él. "Las plantas lo quieren", dijo Ebenhoe. "Eso es nutritivo para ellas".
Ebenhoe dijo que espera que la catedral pueda conseguir donaciones de plantas otra vez el próximo año de manera que el proyecto pueda continuar.
"Me encantaría hacer esto una tradición anual", dijo él.