En el Evangelio del Vigésimo Cuarto domingo del Tiempo Ordinario, Marcos nos relata que camino de Cesarea de Filipo, Jesús le hace la pregunta a sus discípulos, "¿Quién dice la gente que soy yo?" Como bien sabemos ellos le contestaron, "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros que alguno de los profetas". Si Jesús nos hiciera esta pregunta hoy, ¿cómo responderíamos? ¿Quién es Jesús para la gente de hoy en día?
Si le preguntáramos a los Judíos, a los Testigos de Jehovah, a los Musulmanes y otros (dicho sea de paso Jehovah es un error es Yahveh), dirían que simplemente fue un profeta, un hombre que hizo mucho bien; si le preguntamos a los Ateos dirían quizás que un invento de la Iglesia para engañar a las masas porque Dios no existe. No hay prueba científica de la existencia de Dios. La verdad es que Jesús es un personaje histórico que podemos encontrar unos datos sobre él en los anales de la historia.
Ahora bien si consideramos todos los siglos de la historia de la Iglesia vemos como las palabras de este personaje de Jesús han cambiado la vida de muchas personas, al punto que hasta el tiempo se mide antes de Cristo y después de Cristo (ungido). Para creer en este Jesús hace falta fe y la fe no se adquiere por las propias fuerzas, pero esa fe nos lleva a obrar de cierta manera. Santiago cuestiona a aquellas personas que dicen "Yo creo en el Señor como mi salvador" y borrón y cuenta nueva, que fácil. En su carta Santiago escribe sobre esto y dice, "Tú tienes fe y yo tengo obras. A ver cómo, sin obras, me demuestras tu fe; yo, en cambio, con mis obras te demostrare mi fe". Martin Lutero decía que solo la fe basta, sin embargo Santiago nos dice que la fe que no produce obras está muerta.
Fijémonos que en el Evangelio de Mateo nos detalla este mismo relato pero va un poco más allá, cuando Pedro dice, "Tú eres el Mesías", Jesús responde, "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos". Así que es necesario que sea Dios quien nos revele a Jesús.
Pensemos un momento en esas personas que niegan la existencia de Jesús y porqué lo hacen. Primero Dios no se los ha revelado o puede ser por la razón que nos da el libro de la Sabiduría, "Tendamos una trampa al justo, porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados". Podemos ver que no solo los ateos hacen esto sino aquellas personas que quieren crear leyes que favorecen el aborto, leyes que pretenden cambiar la definición del matrimonio (que creo Dios), leyes anti migratorias, etc. Si nos fijamos en sus acciones primero critican directamente la postura de la Iglesia y luego proponen la ley. Lo mismo hicieron con Jesús lo llamaron blasfemo sin tener pruebas, para luego crucificarlo. Santiago nos dice que, "Donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas. Pero los que tienen sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo".
Este Jesús que nos pregunta hoy que, "¿Quién dice la gente que soy yo?, es aquel hombre que murió la muerte mas terrible que ser humano alguno haya experimentado por el amor. Santiago lo confirma al decir, "Por eso convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación". Quizás para alunas personas no es posible el seguimiento de este Jesús de Nazaret. Pero si le oramos a Dios como dice la escritura, Supliqué y se me concedió la prudencia; invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría".
El seguimiento de Jesús parece muchas veces imposible, tan difícil, pero que recompensas tan grandes hay en seguirlo. Solos no podremos lograrlo necesitamos de la ayuda de las oraciones de la Iglesia, de nuestros seres queridos. Verdaderamente proclamemos a Jesús como el Mesías ante el mundo, sin temor, sin respeto humano. El mismo Jesús nos dice, "Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible". Que sea el mismo Señor que nos ilumine y revele quien es él.
¡Que el Señor Jesús y su santísima madre María los bendigan abundantemente!
El Hermano Lozada, CSJE, es el director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Rochester y del Instituto de Pastoral Hispano en la Escuela de Teología y Ministerio San Bernardo.