MARION — El grupo se apiñó el 17 de diciembre mientras se dirigía a la pequeña iglesia rural esa fría noche de invierno, cantando un villancico.
Encabezados por María, José, pastores y ángeles en la representación tradicional de Las Posadas, o sea de la búsqueda de alojamiento en Belén por la Santa Familia, los feligreses de Nuestra Señora de Guadalupe, que es una misión de la Iglesia Saint Gregory, pidieron permiso para entrar a la iglesia cantando.
"Mi esposa es María, es Reina del Cielo y madre va a ser del Divino Verbo", cantó el grupo del exterior.
"¿Eres tú José?, respondieron cantando las personas en el interior de la iglesia. "¿Tu esposa es María? Entren peregrinos. No los conocía".
Una vez adentro, el grupo de más de 60 personas que tomó parte en la celebración, rezó el rosario. Miembros de la Parroquia St. Maximilian Kolbe en el Condado de Wayne, los miembros del ministerio hispano migrante del Condado de Wayne de la diócesis, los feligreses de Nuestra Señora de Guadalupe y otros miembros de la comunidad organizaron el evento por la segunda vez.
"Tenemos esta celebración sencilla de Las Posadas", dijo el Padre Jesús Flores, coordinador diocesano del ministerio hispano migrante. "Celebramos el sentimiento humano de acoger y de dar la bienvenida a todos".
Los niños y adolescentes que representaron los personajes de la escena de Belén dijeron que era bueno que las familias compartieran esta tradición con ellos y con otros feligreses que no son hispanos.
"A mi me gusta mucho", dijo Isabel Miranda, que tiene 12 años y va a la escuela media de Sodus. "Toda la comunidad participa".
Los organizadores tienen la esperanza de que Las Posadas se conviertan en un evento anual, dijeron los feligreses de St. Maximilian Jim y Carol May. El año pasado, ellos celebraron Las Posadas en la Iglesia Santa María del Lago en Ontario, que forma parte de St. Maximilian, y los feligreses de Nuestra Señora de Guadalupe llevaron muchos platos sabrosos. Este año, los feligreses de Guadalupe prepararon la comida en la cocina adyacente al pequeño salón de actos de su iglesia.
"Si hiciéramos la celebración un año aquí en Marion, y otro año allá, en Ontario, sería perfecto", dijo Jim May.
Después del rosario, todo el mundo compartió la comida y se sentó en largas mesas. Tradicionalmente, se hubiera traído una piñata para los niños, pero el techo es muy bajito para esa actividad, observó Jim May.
En vez, su esposa y él prepararon bolsas con caramelos como aguinaldos que se distribuyeron a los niños. Después de tocar "Feliz Navidad" con músicos de Nuestra Señora de Guadalupe, Peter Mares explicó que los caramelos representaban el don de la gracia de Dios.
"Vengan a recibir el don de la gracia de Dios", dijo Mares, director de La Casa de Sodus, un hogar que ofrece a los inmigrantes un lugar donde quedarse temporáneamente.
La celebración fue muy significativa para las familias que están realizando la importante tarea de pasar su cultura y sus valores a sus hijos en su nuevo país, dijo Hormis Bedolla, que ha vivido en el Condado de Wayne durante los últimos siete años.
"Este es el trabajo de nosotros", añadió ella. "Ser lo que somos. … Somos americanos pero también somos mexicanos".