Un sacerdote y un diácono permanente con lazos en la comunidad hispana local celebran los aniversarios de su ordenación este año.
Hace casi un cuarto de siglo que el Padre Robert Kreckel empezó a servir a los trabajadores agrícolas migrantes cuando era párroco de Santa María del Lago en Ontario.
Él dijo que su trabajo era una continuación de su conexión con otras culturas que empezó en la Parroquia Inmaculada Concepción en Rochester, donde él sirvió a la comunidad afroamericana como sacerdote desde el 1960-73.
"Cada cultura tiene sus valores y su historia", dijo el Padre Kreckel, 86, que está celebrando 60 años de sacerdocio. "Para mí el trabajo con diferentes culturas es una experiencia que me ha abierto los ojos y es una experiencia de crecimiento real".
Originalmente un feligrés de San Bonifacio en Rochester, el Padre Kreckel asistió a los seminarios San Andrés y San Bernardo en Rochester y fue ordenado el 5 de junio, 1954, por el Obispo James E. Kearney en la Catedral del Sagrado Corazón.
Fue párroco auxiliar en San Alfonso, Auburn (1954-60); y párroco auxiliar de la Inmaculada Concepción, Rochester (1960-66), y luego párroco de esa parroquia (1966-73). El Padre Kreckel luego llegó a ser párroco fundador de la Iglesia de la Resurrección de Fairport en el 1973. En el 1985 él inició su labor pastoral de 18 años en Ontario.
Su jubilación de Santa María hace una década no le ha detenido, ya que asiste celebrando la Misa y oyendo confesiones en San José, Penfield. También dice la Misa en la Casa Madre de las Hermanas de la Misericordia. Recientemente, participó en un "Encuentro de Residentes con Cristo" en la prisión de Attica.
Él también celebra Misa mensualmente para la comunidad migrante en la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe en la Iglesia San Gregorio en Marion. Y además enseña inglés como segundo idioma en San José donde reside.
El Diácono Daniel Hurley originalmente pensó ingresar al sacerdocio cuando estaba en la escuela secundaria.
"Pero tenía una gran inclinación hacia ser esposo y padre y ese tipo de cosas", dijo el Diácono Hurley, 59, que está celebrando 25 años como diácono permanente. "Por eso, relegué el sacerdocio a un segundo plano, pero la idea del ministerio nunca me abandonó".
Años más tarde, la posibilidad de ser diácono fue presentada por amigos en Rochester y Elmira. El Diácono Hurley, originalmente de Rochester, dijo que rezó sobre esto. Pero todavía no estaba seguro si era el momento preciso.
Cuando el Obispo Matthew H. Clark le ofreció la opción de ingresar a la segunda clase de diáconos, supo que finalmente había encontrado su llamado. Fue ordenado por el Obispo Clark el 3 de junio, 1989, en la Catedral del Sagrado Corazón.
El Diácono Hurley ha servido en varias parroquias y escuelas en la diócesis, incluyendo Nuestra Señora de los Ángeles en Rochester, Escuela Inmaculada Concepción en Ithaca, ministerio en el recinto de la Universidad de Cornell, Comunidad Católica del Condado de Schuyler, Iglesia Santa María Madre y escuelas en Horseheads y la Escuela Secundaria Notre Dame en Elmira, donde trabaja también como director.
Trabaja además en la Parroquia Todos los Santos en Corning, donde coordina la preparación para el bautismo y asiste en las Misas de sanación y la liturgia. Además enseña teología en Notre Dame, donde inició su carrera en el magisterio.
Él obtuvo un bachillerato y una maestría en español en la Universidad de San Buenaventura y SUNY Binghamton, respectivamente. Obtuvo otra maestría en teología en el Instituto San Bernardo.
El Diácono Hurley y su esposa tienen tres hijos y un nieto.