PITTSFORD — ¿Qué es liderazgo? ¿Qué es espiritualidad? ¿Cómo puede entender y desarrollar los dones espirituales que Dios desea que usted comparta en ministerio con otros?
Esas fueron algunas de las preguntas que Rudy Vargas IV exploró con más de 50 participantes del taller de primavera del Instituto Pastoral en la Escuela de Teología y Ministerio San Bernardo. Vargas es el director de promoción educativa hispana para la oficina del superintendente de la Arquidiócesis de Nueva York que sirvió anteriormente como director ejecutivo del Centro Católico Hispano Noreste.
Vargas dijo que encontrar respuestas a esas preguntas ayudará a equipar mejor a los líderes pastorales en sus roles cuando sirven a los feligreses hispanos en sus iglesias.
"Usted tiene que acompañarlos, entender los desafíos que enfrentan", dijo antes de un servicio de oración que abrió la sesión del taller. "Entonces, usted puede encontrar maneras para atraerlos y mantenerlos comprometidos con los eventos y actividades".
Durante su presentación de toda la mañana, Vargas enfatizó también que para compartir el amor de Dios en ministerio, uno tiene que predicar con el ejemplo en la vivencia de ese amor.
"Porque cuando tratamos del tema de la espiritualidad estamos tratando del soplo, del respiro, de Dios en nuestras vidas", añadió él. "Nosotros estamos llamados a vivir en comunión dentro de una parroquia. … ¿Estamos dispuestos a servir esas responsabilidades"?
Él recomendó tomar roles de liderazgo en grupos de la parroquia, tal como el concejo de la parroquia o el comité de finanzas, incluso si eso significa sentirse un poco incómodo y tener que hablar en inglés, dijo. Lo importante es que todos los feligreses estén representados dentro de una parroquia de modo que se provea un trato y cuidado equitativo para todos ellos.
"Somos parte de una comunidad de fe", dijo él.
Dar un paso para liderar de esa manera no siempre será acogido por la comunidad Anglo, explicó Víctor Burgos de Geneva, que dijo haber encontrado que las dos comunidades son como "aceite y agua" durante su tiempo en el concejo de la parroquia. Pero él entiende por qué el esfuerzo vale la pena para juntar a estas comunidades, dijo el nativo de Paraguay.
Y, añadió él, la presentación de Vargas ofreció buenos consejos sobre cómo moverse en esa dirección, tal como encontrar oportunidades para proveer educación cultural sobre las tradiciones y expresiones de fe.
"Es una linda experiencia unir la gente", dijo.
Reconocer los dones y talentos de unos y otros que Dios quiere que compartamos es otra parte importante de la formación espiritual de los líderes pastorales, explicó Vargas. Los ministros pastorales también deben darse cuenta de que sus dones y talentos deben ser usados para Gloria de Dios y para hacer aquello para lo que Dios los destinó, añadió Vargas.
"Cuando usamos nuestros dones (espirituales) juntos, todos nos beneficiamos", dijo él.
Además de desarrollar y compartir esos dones, Vargas habló también de la importancia de fomentar relaciones personales con los feligreses, lo cual ayuda a que se sientan valorados y deseen participar más en la vida de la parroquia. Uno debe estar con ellos en tiempos buenos y en tiempos malos, dijo. Y cuando se trabaja con la comunidad hispana, uno también debe ser sensible a las diferencias de lenguaje y cultura, observó Vargas.
"Tenemos que llevar la palabra de Dios a los demás, dijo. "No hay mejor forma de predicar que nuestro ejemplo".
Los líderes buenos también saben cuándo escuchar, como se ve a través de Salomón (1 Reyes: 3-15), que pidió a Dios que le enseñara a escuchar bien para poder dirigir mejor a su gente, explicó Vargas.
"La primera ley es la ley del amor… amarse uno al otro", dijo.
La Hermana Luci Romero, ministra para migrantes en el Condado de Wayne, dijo que incluso cuando ese amor y amistad es ofrecido, ella encuentra que a veces Dios es secundario para algunos feligreses. A menudo ella escucha excusas — tales como, "Si tengo el tiempo" o "Si no surge otra cosa" — cuando ella los invita para participar en alguna forma de vida de fe.
"Por eso es tan difícil a veces educarnos y liderar", añadió ella. "No tengan miedo de darle tiempo a Dios".
Sara Carbajal dijo que ella desea ser una líder mejor en la Misión Nuestra Señora de la Guadalupe en la Iglesia San Gregorio en Marion. El taller le ayudó a darse cuenta de la necesidad de ser humilde como una manera para acercarse a otros y ofrecer una calurosa bienvenida a las personas nuevas en su iglesia, dijo.
"Más que nada… ver a Dios en nuestros hermanos para que ellos vean a Dios en nosotros", dijo.