La palabra de Dios en estos cuatro domingos nos invita a hacer un camino que pasa por la toma de conciencia del poder de Dios en nuestras vidas, la importancia de la fe y el envío a ser discípulos.
En junio 21, XII Domingo del tiempo ordinario, encontramos a los apóstoles preguntando: ¿Señor es que no te importa que perezcamos? y a Jesús mostrándoles su poder sobre la tormenta e invitándolos a la fe.
En junio 28, XIII Domingo del tiempo ordinario, la Palabra nos presenta dos casos de fe absoluta, Jairo y la mujer hemorroisa y a Jesús que gracias a la fe de esta mujer y este hombre muestra todo su poder para sanar y para devolver la vida.
En julio 5, XIV Domingo del tiempo ordinario, vemos a Jesús de regreso en su tierra natal donde por la falta de fe de la gente su poder se ve limitado y sólo puede sanar a unos pocos.
Julio 12, XV Domingo del tiempo ordinario, este domingo la Palabra nos presenta a los doce enviados como Jesús a sanar y predicar.
El camino pues al que nos invita la palabra es pasar de esa falta de fe inicial, en la que como los discípulos nos preguntamos si a Dios siquiera le importa lo que pase con nosotros, a esa fe final, a esa apertura total a Dios y a su obrar en nosotros que nos hace discípulos, que nos hace testigos y enviados de su amor.
Para poder hacer este camino debemos recordar, es decir volver a pasar no solo por la memoria sino también por el corazón todos los momentos en que Dios ha actuado en nuestras vidas, todos los momentos en que hemos sido conscientes del amor, del perdón, de la sanación de Dios obrando en nosotros y en nuestras familias. Dios vive en nosotros y nunca descansa, nunca se duerme, siempre está trabajando para protegernos y hacernos cada vez más como Jesús. Tomar conciencia de esta acción concreta de Dios en nuestra vida nos ayudará a crecer en nuestra fe.
Este crecer en confianza en la acción de Dios y su compromiso incondicional con nosotros es muy importante pues Dios respeta nuestra libertad y solo puede obrar con todo su poder en nosotros si nosotros nos abrimos completamente por la fe. Ya vimos como Jesús no pudo hacer mucho en su tierra por la falta de fe de la gente, pero si nos abrimos completamente, si confiamos plenamente como Dios, su poder no tiene límites cómo en el caso de Jairo y la mujer hemorroisa.
Después de mucho dudar los discípulos se hicieron conscientes del actuar de Jesús y se abrieron completamente a Él y terminaron siendo como Él, enviados del Padre a predicar, a sanar, a continuar la misión de Jesús. Si nos abrimos completamente a Dios nos daremos cuenta que nuestra vida cambiará completamente y seremos cada vez más humildes y compasivos enviados a continuar la misión de Jesús.
El Padre Ruiz Sierra, que celebró su ordenación sacerdotal el 20 de junio, servirá como vicario parroquial para la Parroquia San Benedicto en Canandaigua empezando el 30 de junio.