Tres a ser ordenados el 4 de junio

Los tres hombres a ser ordenados el próximo mes dijeron que fueron bendecidos en este pasado año de servicio como diáconos transicionales.

El Obispo Salvatore R. Matano ordenará a los diáconos Jainer Erick Viloria, Jorge Iván Ramírez y Justin Miller al sacerdocio diocesano en ceremonias que empezarán a las 10 a.m. el 4 de junio en la Catedral del Sagrado Corazón, 296 Flower City Park, Rochester.

"Siento que el papel de diácono me ha ayudado a jugar un papel mayor en… las vidas de las personas", dijo el Diácono Miller, quien estaba finalizando sus estudios en abril en el Colegio Teológico en Washington D.C.

Antes de retornar a la escuela, él pasó el verano del 2015 como diácono recién ordenado en la Parroquia Cristo Redentor en Elmira. Él añadió que ayudó en una parroquia en la Diócesis de Arlington durante su último año en el seminario.

"Hay mucha gracia que viene con poder servir como miembro ordenado de la iglesia", dijo el Diácono Miller, 30. "Por ejemplo, experimenté esa gracia en mi capacidad para hacer la homilía. … Hay algo acerca de predicar la palabra de Dios en el contexto de la Misa. Para mí, ha sido una verdadera bendición, predicando y (presidiendo en) bautismos también ha sido fantástico".

Aunque fue criado como católico en Springville, N.Y., el Diácono Miller dijo que él experimentó una conversión cuando estudiaba en el Colegio St. John Fisher. Sintió una llamada al sacerdocio durante un retiro en su segundo año de estudios, pero no actuó sobre esa llamada por más de un año después de graduarse.

Al acercarse el día de la ordenación cuando estará rodeado de la familia y amigos, el Diácono Miller dijo sentir una mezcla de júbilo, anticipación y ansiedad acerca de lo desconocido.

"Toda mi vida está en transición ahora mismo", dijo. "Experimenté un cambio de identidad real al convertirme en diácono. Uno no está simplemente usando un cuello; uno está viviendo el ministerio de Cristo… ayudando en la Misa, ayudando a los enfermos. Habrá un cambio de identidad más grande como sacerdote, al ser incorporados al ministerio en el servicio a la iglesia, en la persona de Cristo la cabeza".

El Diácono Ramírez dijo que su trabajo como diácono transicional le enseñó a ver el rostro de Cristo en cada persona que encuentra.

"Si es bien que mi objetivo es mostrar el rostro de Dios, igual es ver ese rostro en el necesitado, en el hambriento, en el que sirve en la parroquia, en el huérfano, con mis compañeros del seminario… en fin, en tantas personas con las que interactúo día a día", dijo él en un correo electrónico. "Eso es muy importante porque yo estoy para servir a Cristo quién está presente en cada uno de los miembros de su Iglesia. Cada bautizado, especialmente un sacerdote, debe reconocer el rostro de Jesús en su prójimo".

La llamada al sacerdocio vino a una edad temprana para el Diácono Ramírez, quien empezó los estudios en el seminario a la edad de 13 años en su Medellín natal en Colombia. Durante el curso de su proceso de formación, él se unió a Sergio Chávez como los primeros dos seminaristas que entraron en una colaboración entre las diócesis de Rochester y Medellín. El Padre Chávez fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Rochester en el 2014.

Aunque fue un reto para él estar lejos de la familia y amigos en su país natal y aprender un nuevo lenguaje, él dijo que ha llegado a apreciar su nuevo hogar. Al aproximarse su ordenación, el Diácono Ramírez, 35, dijo sentir gran júbilo y algunos nervios. Dijo estar agradecido porque sus hermanos y otros miembros de la familia estarán presentes.

"Dios me ha puesto en Rochester para que sirva a su Iglesia", dijo. "Como dice San Pablo en Gálatas 3:28, "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús". Igual yo diría, ya no hay americanos, ni puertorriqueños, ni mexicanos, ni colombianos… hay un solo corazón en Cristo".

El Diácono Viloria dijo que él también ha llegado a disfrutar de su trabajo con las comunidades anglo y las hispanas en la Diócesis de Rochester. Habiendo terminado su cuarto año en el Colegio Teológico en el 2015, él pasó el año pasado trabajando en la Parroquia Nuestra Señora de Paz en Geneva.

"Yo soy el que ha sido enriquecido… poder comunicarme con las (comunidades) anglo y las hispanas", dijo. "Pero poder estar con la comunidad hispano parlante, no es solamente el lenguaje, es la cultura. Esa es una conexión que tenemos. Con ellos, me siento como en casa. A la misma vez, cuando estoy con la comunidad anglo, esto también es la casa. Siento que tengo dos casas en dos dimensiones diferentes, como una moneda con dos lados".

El Diácono Viloria, 34, ha considerado el sacerdocio desde que era niño en su Colombia natal. Sintió la llamada de nuevo cuando conoció a otro sacerdote en sus años tardíos de adolescente, pero sus padres no podían costear enviarlo al seminario. Más tarde, un Obispo local lo conectó con un benefactor que pagó para que él asistiera al seminario y obtuviera su diploma en teología de la Universidad Católica en Medellín.

Se mudó a Rochester en el 2012 para terminar su formación en el seminario y empezar su año pastoral en la Parroquia Paz de Cristo en Rochester más tarde ese mismo año. Amigos de las parroquias donde ha servido estarán con él para su ordenación, ya que su familia no puede asistir, dijo.

"Estoy muy emocionado", dijo refiriéndose a la ordenación. "A la misma vez estoy reflexionando sobre las cosas maravillosas que el Señor ha hecho en mí. No puedo creer que finalmente Él quiera darme este maravilloso don. Uno nunca siente que lo merece. El hecho es que Él … llamó a uno a la iglesia y uno dijo sí, eso es asombroso. Me siento muy bendecido".

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