Doctores tratan de reducir las barreras al cuidado de la salud

ROCHESTER — Mundial es local.

Varios oradores repitieron esta frase durante las sesiones de apertura de la Conferencia sobre el Cuidado de la Salud de los Refugiados de Norteamérica en el Hotel Radisson Riverside el mes pasado.

"No hay enfermedades locales", dijo la Dra. Patricia Walker de la Universidad de Minesota. "Hay conocimientos sobre la salud de los refugiados. Y tengo la responsabilidad, como doctora, de conocer esas informaciones si vamos a tratar a refugiados que vienen de todo el mundo".

Porque la educación y el entrenamiento médico en los Estados Unidos no está al tanto de todos los cambios demográficos mundiales y de la rapidez de los viajes, persisten disparidades en la salud y están creciendo, añadió ella.

"Hay barrera al cuidado de la salud en términos de acceso, idioma y estructura", explicó Walker.

Para ayudar a reducir esas barreras, el Departamento de Medicina de la Universidad de Minesota ha creado un programa llamado Camino a la Salud Mundial para educar a la próxima generación de médicos que tratarán al flujo constante de refugiados e inmigrantes que vienen a este país, dijo Walker, una directora auxiliar del programa. Ella también es profesora asistente de enfermedades infecciosas y medicina internacional.

"Tenemos que enseñar a los estudiantes de medicina, enfermeros y trabajadores sociales a preguntar ‘¿Quién es Usted?", añadió Walker, observando que el historial del paciente relativo a su proveniencia y los viajes que ha hecho son tan importantes como raza y etnicidad en lo que se refiere a la calidad del cuidado.

Alrededor del 12.5 % de la población de los Estados Unidos ha nacido en el extranjero, observó el Dr. Martín Cetron del Centro para Prevención y Control de las Enfermedades, durante su discurso el 28 de junio. El mayor grupo de inmigrantes a los Estados Unidos actualmente viene de México, seguido por las Filipinas, Puerto Rico y Alemania, según http://migrationsmap.net/#/USA/arrivals, un sitio Web al que Cetron se refirió durante su charla.

Los refugiados provienen mayormente de Burma, Bután e Irak, dijo él

Estas son las mismas poblaciones que integran la mayoría de los refugiados tratados por el personal de los Servicios de Salud Pública y Ambiental del Condado de Harris en Houston, Tejas, dijo Jannell Pesquera gerente del programa para tuberculosis y refugiados.

Tamiza Piper, una asistente de mádicos que trabaja con el programa dice que las informaciones obtenidas durante la conferencia serán muy útiles al examinar a los refugiados.

"Lo más importante para mí es el aspecto clínico", añadió ella. "Nosotros hacemos un examen completo y entonces los referimos a los médicos de cabecera".

Estas medidas son críticas porque las enfermedades infecciosas, incluyendo infecciones respiratorias, SIDA, diarrea, tuberculosis, malaria y sarampión son las principales causas de muerte entre los refugiados, explicó Cetron, que el director de la división de migración mundial y de cuarentena para el Centro de Control de Enfermedades. Y las nuevas reglas del Centro de Control de Enfermedades no requieren una prueba de HIV como parte del proceso de entrada a los Estados Unidos.

"Esa responsabilidad recae ahora en ustedes los proveedores de cuidados de la salud", dijo Cetron. "Porque el primer paso en el tratamiento y la prevención consiste en saber el estatus de HIV del paciente".

Otro reto importante para los médicos de los Estados Unidos es la prevalencia de tuberculosis, que afecta a un tercio de la población mundial, dijo él.

"Los problemas del mundo son los problemas de ustedes a través de las poblaciones locales", dijo Cetron. "Lidiar con la tuberculosis es algo que nos debe preocupar a todos".

Los programas de reestablecimiento de refugiados, como los que administra en el área de Rochester el Centro Católico para las Familias, tienen un papel clave en las intervenciones de la salud por medios de vacunas y otras medicinas que a largo plazo evitan tratamientos costosos.

"No solo es lo correcto, sino es lo más sensato", dijo él.

Iris Villegas que trabaja con el Plan Monroe para Cuidados Médicos, dijo que aprender sobre otras culturas por medios de los talleres y oradores de la conferencia ayuda a mejorar los servicios de cuidados de la salud.

"Se hacen muchos estereotipos, especialmente con respecto a las poblaciones de color", dijo ella.

El entrenamiento y los conocimientos culturales, les dan a los proveedores de salud perspectivas que ayudan a mejorar el cuidado de los pacientes, añadió Villegas. Por ejemplo, los hispanos se tratan a sí mismos con té y plantas, así que los doctores tienen que tomar el tiempo de educar a estos pacientes sobre sus opciones medicinales, añadió Villegas, que es originaria de la Ciudad de Nueva York.

"Tenemos que decirles: ‘Eso pudiera funcionar, pero el tratamiento es mejor", dijo ella.

Walker está trabajando en un directorio mundial de la salud para ayudar a los médicos actuales a contestar preguntas que no se les hubiera ocurrido antes. Una comunidad de proveedores de servicios de la salud que esté bien conectada entre sí es un recurso valioso, dijo ella.

Por ejemplo, en su clínica trataron a un refugiado de Bután que había sido vistos por varios años por otros doctores debido a que se le dormía una pierna. Cuando su personal habló con un doctor de Utah que había visto el mismo síntoma en otros pacientes de Bután, pudieron diagnosticar que el hombre tenía una deficiencia de B-12, dijo Walker.

"Eso muestra la importancia de que los doctores se mantengan bien informados y conectados al tratar a sus pacientes", dijo ella.

La conferencia proporcionó oportunidades de intercambiar ideas a los proveedores de servicios médicos de todos los Estados Unidos y de Canadá, como también de Suiza, Malasia y Kenya, dijo el organizador James Sutton, un asistente de médico del Hospital Rochester General.

Este año, el Hospital Rochester General se asoció con la Universidad de Toronto para organizar la conferencia a la que asistieron 450 personas. El año que viene la conferencia se llevará a cabo en Toronto.

"Hay mucha demanda para este tipo de educación", dijo Sutton. "Nos hemos convertido en el epicentro del cuidado de la salud de los refugiados".

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