José Rivera no está seguro de donde viene su furia, pero siempre está presente.
El nativo de Rochester de 17 años dice que es como si siempre tuviera la furia lista en el bolsillo. Debido a la falta de control de su ira, José se fajaba unas siete veces al día. Pero todo eso ha cambiado gracias a su participación en un consejo de jóvenes llamado SWAT, que representa las siglas en inglés de Fomentando la Salud en la Ciudad, creado por una iniciativa del Condado de Monroe. Aunque recientemente tuvo un altercado en la escuela, fue el primero desde hace seis meses.
"Yo simplemente me acercaba a alguien y le pegaba, solo por pegar", dijo José el 8 de junio durante una entrevista en la oficina de Better Days Ahead, un programa de la Asociación de Salud Mental de Rochester. "Ahora yo no le digo nada a nadie, si no me dicen nada a mí".
José es un ejemplo perfecto del tipo de joven para el que fue diseñado el Programa System of Care del Condado de Monroe, dijo Jerard Johnson, coordinador del programa para jóvenes. Debido a sus encontronazos con la policía, el caso de José incorpora los sistemas de justicia juvenil y salud mental y la educación, explicó Johnson.
"Recomendamos que todos estos sistemas se comuniquen los unos con los otros cuando tienen que lidiar con nuestras familias y nuestra juventud para ver qué es lo que está pasando en sus vidas… y causando estos comportamientos", dijo él.
La iniciativa trata de proporcionar a estos jóvenes y a sus familias un sistema coordinado de servicios y de apoyo, situado cerca de sus hogares y comunidades, dijo Elizabeth Meeker, coordinadora de proyectos para Monroe County ACCESS, que supervisa el Sistema Care. Utilizando fondos de una subvención de $9 millones, de seis años de duración, proveniente de los Servicios de Abuso de Substancias y de Salud Mental de los Estados Unidos, el condado se ha asociado con grupos tales como la Asociación de Salud Mental y la Liga de Acción Iberoamericana para dar los servicios que necesitan a los jóvenes, añadió Meeker. Muchos de los jóvenes son referidos al programa System of Care por otras agencias o por la policía, debido a una serie de problemas, desde depresión y estrés pos-traumático hasta psicosis, dijo ella.
"Tratamos de servir a jóvenes que tradicionalmente no reciben los servicios que necesitan del sistema de salud mental, particularmente a jóvenes urbanos de color y a miembros de la comunidad latina", dijo Meeker. "Más muchachos están siendo identificados ahora que en el pasado. Una de las cosas que sabemos con respecto a desigualdades es que los muchachos de color tienen más probabilidades de terminar en el sistema de justicia juvenil que en el de salud mental. Nacionalmente, del 70 al 80 por ciento de muchachos en el sistema de justicia juvenil tienen problemas de salud mental. Esa es una de nuestras metas. ¿Cómo desviamos a los muchachos, que de otra manera terminarían en el sistema judicial, y les damos el apoyo y los servicios que necesitan?"
Parte de las desigualdades es que las familias no relacionan lo que piensan que es mala conducta con problemas de salud mental, explicó Johnson.
"Lo que pasa en nuestra casa, se queda en la casa", dijo él que es la actitud de algunas familias. "Los retos que presentan la salud mental y un diagnóstico de problema mental no les resultan aceptables a ciertas familias".
Pero por medio de asociaciones con agencias de la comunidad, organizaciones comunitarias, individuos y hasta con otros miembros de la familia, el Sistema Care, trata de establecer un sistema de apoyo que pueda continuar hasta cuando el dinero de la subvención se acabe, dijo Meeker.
"Dos de los valores principales del sistema son… que está impulsado por la familia y dirigido por los jóvenes", añadió ella. "Pone al niño y a la familia en el asiento del conductor con respecto al cuidado recibido, y los proveedores de servicios se asocian con el equipo formado por el niño y su familia".
El consejo de jóvenes SWAT se desarrolló a partir de la idea de dar a los jóvenes una voz, añadió Johnson. Los miembros aprenden muchas habilidades valiosas, tales como liderazgo y hablar en público. José, que recibió entrenamiento de un programa del condado sobre prevención, conciencia, capacitación y apoyo, llamado PASS , ha hecho presentaciones y ha participado en ferias de la salud para hablar a otros muchachos sobre sus experiencias y sobre los recursos disponibles para ayudarlos. PASS también lo ha conectado con un grupo de hombre jóvenes en Hillside Children’s Center y le ha dado oportunidades de hablar sobre sus experiencias en conferencias fuera de la ciudad.
"Hay muchas cosas (que se pueden experimentar fuera de Rochester)", comentó José. "Me abrieron los ojos".
El Consejo se reúne en Better Days Ahead, en Village Gate, una vez a la semana. Los miembros hablan sobre lo que está ocurriendo en sus vidas, dijeron José y Kiara Britt, una madre soltera de 18 años que sufre de trastorno bipolar y síndrome de déficit de atención.
"El grupo es como una familia", dijo José. "No menospreciamos a nadie".
Ese fue el tipo de apoyo que atrajo a Britt al consejo de jóvenes. Ella desarrolló sus problemas de comportamiento a los 13 años, según contó, se volvió promiscua y trató de suicidarse dos veces. Un terapeuta la refirió a St Joseph’s Villa, una agencia sin fines lucrativos que ayuda a los niños y adolescentes en riesgo que tienen problemas emocionales y de comportamiento. Sin embargo, ella dijo que las cosas no habían mejorado para ella hasta que se encontró con Johnson por medio de St. Joseph. Observó que Johnson la ayudó a tener autoestima.
"Él me dijo, ‘Puedes lograr mucho más en tu vida" añadió Britt.
Johnson sirvió como el modelo de padre que nunca sintió que tenía en su propio padre y la acompañó como no hicieron los adultos que la habían abandonado, explicó ella. Me pidió que me uniera al consejo hace cuatro años. Un año después de haberse unido al grupo, sus notas mejoraron.
"Antes, no hacía nada en la escuela", dijo ella. "Hacer la tarea y participar en la clase, me hicieron sentir bien".
Por medio de SWAT conoció a otros jóvenes y adultos que, como Johnson, dieron pruebas de que estaban interesados en su futuro, añadió ella, observando que su apoyo le permitió dejar de tomar medicina y lidiar con sus enfermedades. Britt también recibió servicios en un centro de tratamiento diario.
"Lo que yo necesitaba era que alguien me demostrara que se preocupaba por mí, dijo ella. "SWAT le ofrece a la gente la oportunidad de tener la familia que nunca tuvieron".
Ella dijo que aunque algunos miembros de SWAT se sintieron desanimados porque ella cayó embarazada, le hicieron un fiesta por el bebé y le permiten traer a su hijo, Keandre, a las reuniones. Ella tiene la esperanza de graduarse este verano y de ir a la Universidad de Rochester para ser enfermera.
"Uno puede venir aquí y no sentirse estigmatizada", dijo ella. "Es un lugar donde uno se siente cómodo".
NOTA DE LA REDACCIÓN: Se pueden obtener informaciones sobre el Sistema Care del Condado de Monroe en www.caringforouryouth.org.