Programa promueve vida saludable

ROCHESTER — Con la canción "We Are Family" a todo volumen de un pequeño boombox, las tres madres jóvenes y sus hijos que viven en los apartamentos Monica Place recientemente dieron pasos, patearon y marcharon hacia un futuro más saludable.

El programa del Centro de Salud de la Comunidad de la Universidad de Rochester tiene por objetivo eliminar las barreras para un estilo de vida más saludable ofreciendo clases de nutrición y acondicionamiento físico donde las familias ocupadas viven.

Candice Lucas, directora de servicios de salud de la comunidad del Centro de Salud de la Comunidad, dijo que el programa Familia, Alimentos y Diversión del centro está ahora en el segundo año de una subvención de tres años por $322,000 de la Greater Rochester Health Foundation. El programa de 16 semanas sirve a los residentes en complejos de vivienda en la ciudad, y así ayuda a las familias a superar los obstáculos de tener que hacer arreglos para el cuidado de niños y la transportación, dijo.

Khendaijah Barnes, quien trajo a dos de sus tres niños a la sesión del 7 de noviembre en Monica Place, dijo que ella inscribió a su familia para el programa Familia, Alimento y Diversión para seguir aprendiendo a comer más saludablemente y permanecer activos.

"¿Por qué no? Es gratis. Está aquí", dijo ella. "Algunas personas no tienen un coche y podrían desear información, pero no pueden llegar ahí. Esta es una oportunidad para presentarles información. … De modo que puedan tomar mejores decisiones para sí y sus hijos".

"La idea es que esto creará comunidad y las personas se animarán unas a otras", añadió Lucas. "Ellos también pueden hacer cosas fuera del programa también. Ver a los vecinos ofrece aliento de compañero a compañero. Ellos pueden preguntar, ¿Vas al programa’? o, ‘No te vi anoche’. Ellos pueden venir a nosotros y decirnos tal o cual no está aquí porque algo pasó. Esa es la premisa tras (el programa)".

Participar como familia en el programa dos veces a la semana también ayuda a los niños a establecer buenos hábitos nutricionales y de ejercicio, observó Barnes. La sesión del 7 de noviembre empezó con una actividad de grupo que consistió de sacar tiras de papel de una caja y nombrar la fruta o vegetal con la característica nombrada en el papel, tal como limón para la palabra amarillo.

"Lo estamos aprendiendo y experimentando juntos", dijo Barnes refiriéndose a la información. "Una familia trabaja como un equipo".

Durante el primer año del programa, más de 80 familias en cuatro complejos de apartamentos — Wilson Commencement, Seneca Manor Apartments, Lena Gantt Estates y Lexington Court Apartments — se inscribieron para participar, dijo Lucas. Todos los cuatro son operados por la Autoridad de Vivienda de Rochester, que ayudó al centro de la UR a reclutar a las familias, dijo Lucas Santana, coordinador de reclutamiento. La agencia Foodlink es otro socio comunitario del programa, y los participantes pueden ganar dinero que pueden usar en los mercados móviles de Foodlink, dijo Lucas.

"Estamos tratando de llegar a diferentes áreas de la ciudad", dijo Lucas. "El programa se ajusta a las metas (de la autoridad de vivienda) también, ya que parte del trabajo de la RHA es la autosuficiencia. Vivir saludablemente es parte de eso".

Santana dijo que las asociaciones comunitarias proporcionan el entorno ideal para el reclutamiento. Él puede asistir a reuniones de organizaciones asociadas o montar mesas en sus eventos, donde ellos están buscando información sobre programas nuevos, dijo Santana. Él habló con todos los participantes de Monica Place en una reunión de inquilinos.

Más desafiante, dijo él, es ir de puerta a puerta en los complejos de apartamentos, lo que él ha hecho también.

"La gente no (siempre) es receptiva para abrir la puerta y escucharme", dijo.

Pero una vez que ha establecido conexiones y reclutado residentes, Santana dijo que él sirve de enlace entre el programa y el centro de la UR.

"Yo establezco la relación con el residente", dijo.

Los residentes le ven en el edificio en el día de una sesión y le dicen que ellos van a venir, dijo Santana, quien también asiste durante sesiones y participa en partes de acondicionamiento físico, como lo hizo el 7 de noviembre en Monica Place.

"Yo sirvo como la persona que anima", dijo, "Trato de hacerlo divertido para que ellos no lo vean como ejercicio".

Lucas dijo que el programa incluye cuestionarios sobre dietas y hábitos de aptitud física al principio y al final del programa. Cada sesión semanal incluye actividades de nutrición y acondicionamiento físico, dijo, y la duración del componente de acondicionamiento físico gradualmente se alarga para los participantes de semana a semana.

Los datos obtenidos de los cuestionarios indican que entre los cambios más grandes que los residentes han notado después de participar en el programa es una disminución en el número de paradas para comprar comida ligera y un aumento en el número de vegetales y frutas que comen, dijo. Durante la sesión del 7 de noviembre, Latifah Jenkins dijo con orgullo a Santana e Yvette Thomas, consultora de nutrición e instructora de acondicionamiento físico, que ella había escogido para almuerzo un sándwich pequeño con pavo, lechuga y tomate, como opuesto a un sándwich de 12 pulgadas que hubiera comido en el pasado.

Una vez que el programa concluye, dijo Lucas, ella y Santana llevan a cabo reuniones de seguimiento con las familias un par de semanas, seis meses y un año más tarde. También están recopilando datos en los cambios que las familias están haciendo en términos de dieta y ejercicio para informar a la Greater Rochester Health Foundation, dijo Lucas.

"Estamos enseñando a las familias cómo cambiar sus estilos de vida y cómo sostener (los cambios) cuando el programa termina", observó ella.

Mientras la reacción ha sido positiva, la participación de los residentes en el programa sigue siendo un reto, porque es libre y opcional, dijo Santana. Pero él notó que aquellos que se quedan en el programa dicen que desean que sus vecinos también puedan participar. El programa tiene como objetivo llegar a 12 lugares diferentes, dijo Santana, así que no hay planes para volver a un lugar después que las sesiones de seguimiento han terminado. La idea es que las familias que participan se apoyen mutuamente y pasen la información a otras familias en los complejos de vivienda, aunque el personal del programa queda disponible para los residentes para información y preguntas, dijo Lucas.

"Mi respuesta es, ‘Usted ha pasado por el programa. Usted es el mensajero, y usted puede ayudarme a reclutar a otras personas’", dijo él.

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