Por Cindy Wooden
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Liderando oraciones para salvaguardar la creación, el papa Francisco oró para que la gente aprenda a contemplar a Dios en la belleza del universo, dé gracias y proteja toda vida.
Durante una celebración nocturna de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, el papa oró para que Dios "ilumine a los señores del poder y el dinero para que no caigan en la indiferencia, sino que amen el bien común, animen a los débiles y cuiden del mundo en que vivimos".
El papa Francisco anunció en agosto que la Iglesia Católica se uniría a la Iglesia Ortodoxa conmemorando el día de oración el 1 de septiembre de cada año.
En su oración de apertura, él le pidió a Dios que llenara a la gente con el deseo de "proteger toda vida, de preparar un futuro mejor para que venga tu reino de justicia, la gente, el amor y la belleza".
Aunque el papa lideró el servicio en la Basílica de San Pedro, él le pidió al predicador de la Casa Pontificia, el padre capuchino Raniero Cantalamessa, que pronunciara la homilía.
En su homilía, el capuchino, miembro de la familia franciscana, se refirió tanto al papa Francisco como al homónimo de él, san Francisco de Asís.
Algunos ambientalistas, él dijo, han culpado la Biblia y la tradición judeocristiana por la destrucción de la naturaleza reclamando que la idea de que los seres humanos tienen "dominio" sobre la naturaleza les da permiso para usar y destruir la Tierra.
Pero, él dijo, "el mapa de la contaminación" que cubre el mundo coincide menos con los lugares donde la gente cree en Dios y más en los lugares que pasaron por la "industrialización desenfrenada orientada solamente a las ganancias" o que están sujetos a la corrupción descontrolada.
"Nadie puede servir seriamente la causa de salvaguardar la creación sin la valentía de señalar con el dedo la acumulación exagerada de riqueza en manos de unos cuantos", dijo el fraile capuchino.
San Francisco de Asís, él dijo, pudo reconocer y contemplar la belleza de Dios en todas las cosas creadas precisamente porque no poseía nada y reconocía que cualquier cosa que él pudiera usar, especialmente para alimento o vestimenta, era regalo de Dios.
"La posesión excluye, la contemplación incluye. La posesión divide, la contemplación multiplica", él dijo. Si una persona posee un lago o parque, "todos los demás están excluidos", pero si nadie lo posee, miles pueden disfrutar de este sin quitárselo a nadie.
Padre Cantalamessa dijo que aunque el mundo en que san Francisco vivió no enfrentaba la emergencia ambiental que la gente enfrenta hoy día, aun así él sabe que si toma más que lo que necesita estará robándole a los demás.
"Debemos preguntar: ¿Soy ladrón de recursos usando más que lo que me toca y por lo tanto quitándoselo a aquellos que vendrán después de mí?" dijo el predicador.
Señalando la encíclica del papa Francisco sobre el medio ambiente, “Laudato Si’”, el capuchino dijo que salvaguardar la creación es una actividad "artesanal", una que tiene que comenzar con los individuos y sus acciones diarias.
"¿Qué sentido tiene, por ejemplo, estar preocupado por la contaminación de la atmósfera, los océanos y los bosques, si no vacilo antes de tirar una bolsa plástica en la costa?" él preguntó.