Los 33 años del Obispo Mateo H. Clark como pastor de la diócesis de Rochester han terminado.
El 21 de septiembre, casi un poco más de dos meses después de haber enviado su carta de renuncia el día que cumplió 75 años, el 15 de julio, como requiere la ley canóniga, el Obispo Clark anunció que su carta había sido aceptada por el Papa Benedicto XVI efectiva a las 6 a.m. hora local de ese día.
"Empiezo mi retiro hoy, y tendré el maravilloso título de Obispo Emérito", dijo el Obispo Clark durante una conferencia de prensa matutina en el Centro Pastoral Diocesano el 21 de septiembre.
También durante la conferencia, el Obispo Clark presentó al Obispo Robert J. Cunningham, que ha sido nombrado administrador apostólico de la Diócesis de Rochester hasta que el noveno obispo de la Diócesis sea nombrado. El Obispo Cunningham supervisará la diócesis, junto con sus responsabilidades de líder de la Diócesis de Siracusa.
El Padre Joseph A. Hart, que ha servido como vicario general y moderador del Centro Pastoral bajo Bishop Clark será el delegado del Obispo Cunningham para el gobierno diario de la diócesis.
El Obispo Cunningham, que tiene 69 años, nació y se crió en Búfalo y fue ordenado sacerdote el 24 de mayo de 1969. Sirvió como párroco de la Iglesia San Luis en Búfalo, párroco asociado de la Parroquia Santísimo Sacramento en Kenmore y párroco asistente en su parroquia original de San Juan Bautista, en Kenmore.
Además tiene una extensa experiencia como pastor de diócesis en la región de Upstate. En Búfalo, sirvió como canciller diocesano, canciller asistente, vice canciller y vicario general; fue un juez en el tribunal de matrimonios y secretario del Obispo Edward D. Head de Búfalo. Fue nombrado monseñor por el Papa Juan Pablo II en 1984.
En diciembre 2003, el Colegio de Consultores de la Diócesis de Búfalo lo nombró administrador diocesano cuando el entonces Obispo Henry J. Mansell fue nombrado para dirigir la Archidiócesis de Hartford, Conn. Fue nombrado 130 Obispo de Ogdensburg el 9 de marzo del 2004, e instalado el 18 de mayo del 2004 en la Catedral Sta. María de Ogdensburg.
Fue nombrado el 100 Obispo de la Diócesis de Siracusa el 21 de abril del 2009, e instalado el 26 de mayo del 2009 en la catedral de la Inmaculada Concepción en Siracusa.
Aunque el Obispo Cunningham nunca ha servido en la Diócesis de Rochester, tiene raíces en el área. Sus padres, Cecil y Grace Cunningham, ya difuntos, fueron Rochesterianos, y su hermano y su hermana nacieron aquí. Él dijo que visitó frecuentemente a sus abuelos aquí y entre sus primeros recuerdos se halla la Iglesia Sta. Mónica.
Durante una entrevista después de la conferencia de prensa del 21 de septiembre, El Obispo Cunningham describió su nuevo papel en la Diócesis de Rochester como un guardián provisional que está ayudando a la diócesis a prepararse para el próximo obispo.
"Yo vine para ayudar a cruzar el puente entre el Obispo Clark y su sucesor", dijo el Obispo Cunningham. "Espero estar entre ustedes como un servidor"
El nombramiento de un administrador apostólico en una sede vacante no es inusual, explicó el Padre Hart, observando que no se debe interpretar como señal de que se van a unir las diócesis de Rochester y Siracusa, como algunos rumores han sugerido.
De hecho, los administradores apostólicos no pueden hacer cambios importantes en las diócesis que están supervisando, dijo él. Son nombrados para ayudar a administrar las operaciones diarias de una diócesis o archidiócesis, pero no están autorizados a empezar nuevas iniciativas, tales como renovaciones o adiciones a las propiedades parroquiales, vender propiedades parroquiales, ni hacer conglomeraciones ni nombrar nuevos párrocos.
Durante el periodo que la diócesis no tiene obispo, no hay vicario general, y se desbanda el consejo sacerdotal diocesano, dijo el Padre Hart. Sin embargo, el vicario judicial; el jefe financiero, el canciller y los párrocos siguen en sus funciones.
La selección del próximo obispo de Rochester está en las manos del nuncio apostólico, que es el representante del papa y su embajador en los Estados Unidos, y en la Congregación para Obispos de la Santa Sede. Juntos ellos identificarán posibles candidatos y le harán recomendaciones directas al Papa, que tomará la decisión final y hará el nombramiento.
Aunque el proceso puede tomar varios meses, el Obispo Clark dijo el 21 de septiembre que él espera por el bien del Obispo Cunningham que la Santa Sede actúe con rapidez.