Jim Schmidt, defensor de los trabajadores migrantes

ROCHESTER — Jim Schmidt, que pasó la mayor parte de su vida luchando por los derechos de los trabajadores migrantes, falleció el 10 de noviembre del 2012, tras una larga batalla contra el cáncer. Tenía 73 años.

Hasta durante su enfermedad, el Sr. Schmidt tuvo una energía sin igual, dijo Alina Diaz, que trabajó antes con los Servicios Legales para los Trabajadores del Campo de Nueva York. El Sr. Schmidt dirigió la agencia por un cuarto de siglo.

"Eso era Jim, un hombre preocupado por otros seres humanos" añadió Diaz en un correo electrónico. "Siempre estuvo buscando formas de alocar dinero para proveer servicios a los trabajadores agrícolas a travez de la agencia que fundó. Era un torrente continuo de ideas, de movimiento, de trabajo continuo abogando, luchando y peleando por los menos afortunados.

Antes de su trabajo de abogacía por los trabajadores del campo, el Sr. Schmidt enseñó en la Escuela de Segunda Enseñanza Central Tech de Siracusa, según informaciones dadas por Lewis Papenfuse, codirector del Centro de Justicia para los Trabajadores de Nueva York, que fue creado el año pasado de una unión de los Servicios Legales para los Trabajadores del Campo y de una organización de Albany.

Más tarde, el Sr. Schmidt se convirtió en el director ejecutivo del Programa de Acción del Condado de Cayuga. También trabajó en el Programa de Asuntos Humanos de la Universidad de Cornell, y fue el primer director del Centro Nacional de Tecnología Apropiada de Butte, Montana.

El Sr. Schmidt, nativo de Auburn, se graduó de la Escuela de Secundaria de Monte Carmelo y recibió una licencia de SUNY Oswego y un Master de historia de SUNY Cortland.

El aprendió a luchar por los derechos de los demás de sus padres que estaban involucrados en los sindicatos de Auburn, dijo Papenfuse.

Y la passion de servir a su comunidad mantuvo a los Servicios Legales para los Trabajadores del campo funcionando durante los tiempos difíciles cuando los fondos eran difíciles de obtener, añadió Papenfuse que hace varios años había tomado las riendas de los Servicios Legales para los Trabajadores del Campo de Schmidt.

"Jim era un hombre maravilloso, un gran abogado para los trabajadores", dijo Tom Stephens, dueño de los Asociados de Investigación de Rochester, quien está trabajando con el Centro de Justicia para los Trabajadores que ayuda a entrenar a los trabajadores de la Industria de la Construcción. "Lo extrañaremos mucho y sera difícil de reemplazar".

En una historia de El Mensajero Católico de junio del 2011, el Sr. Schmidt dijo que dos de los momentos de los que estaba más orgullosos habían sido cuando había visitado las casas de los trabajadores con el Senador Robert Kennedy y décadas más tardes con su hija Kerry Kennedy para dar a conocer la vida de los trabajadores agrícolas.

El Sr. Schmidt sirvió de modelo maravilloso para Díaz cuando ella fundó una organización nacional para abogar por las trabajadoras del campo.

"Nos contagiamos de su fiebre y continuamos gestando también formas de continuar su legado", dijo Díaz. "Lo mejor de Jim fue siempre su habilidad de no darse por vencido, ni aun en los peor de su enfermedad se sintió derrotado, ni se le vio quieto. Ni perdió el optimismo ni mucho menos el deseo de seguir sirviendo a su comunidad hasta el último aliento.

El primero de diciembre del 2012 se celebró un servicio en memoria de Jim en la Galería de Arte de Rochester.

Murieron antes que él, su primera esposa, Elaine Schmidt y un hermano, Robert Schmidt. Lo sobrevivieron su esposa, Denise Young, dos hijos e hijas políticas, Robert y Barbara Schmidt y John "Jack" y Shannon Schmidt, una hijastra, Gillian Young-Miller de Rochester, una hermana y un cuñado, Mary y Michael Mastropietro, dos hermanos y cuñadas, J. Edward y Karen Schmidt, y Thomas y Janis Schmidt y una cuñada, Linda Schmidt y 5 nietos.

Contribuciones en su honor se pueden hacer al Centro de Cáncer Wilmot y a Unidos por la Justicia y la Paz.

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