NOTA DE LA REDACCIÓN: Esta es la parte final de una serie de dos partes.
ROCHESTER — Marisol Ramos-López tenía 19 años cuando ella reveló finalmente a su mamá que ella había sido abusada sexualmente cuando era niña.
La conversación fue increíblemente difícil para las dos, pero Ramos-López decidió hablar para proteger a otro miembro de la familia. El tío que la había abusado por años – desde que ella tenía 7 años de edad – nunca fue enjuiciado y había convencido a Ramos-López que nadie iba a creerla si ella contaba la gente sobre el abuso.
"Mis padres y yo hemos tenido conversaciones muy limitadas sobre esto," dijo Ramos-López, 40, durante una entrevista en enero. "Creo que es… demasiado doloroso para ellos. Pero la conversación que siempre se repite es ‘¿Cómo es que eso ocurrió? Yo estaba allí ‘. No me fue permitido ir al cine con mis amigas, no me fue permitido dormir en la casa de alguien, no me fue permitido salir. ¡Tuve una chaperona para mi baile de graduación! Tan sobreprotectora era mi mamá y lo que ella está diciendo es, ‘¿Puedes creer que esto pasó aquí mismo en su propia casa?’"
Este tipo de choque e incredulidad no es poco común en las familias, dijeron los expertos locales en abuso de niños del Bivona Child Advocacy Center y el National Center for Missing & Exploited Children (NCMEC), para los cuales Ramos-López ha recaudado fondos al compartir su historia personal. Su trabajo como intercesora le ha ganado un Galardón de Reconocimiento por liderazgo voluntario de las Latinas Unidas en el otoño pasado.
A menudo las familias hispanas lidian con el choque inicial poniendo un velo de secreto sobre el abuso, dijo Mary Whittier, la directora ejecutiva de Bivona.
"Los problemas de la familia, los problemas que nos tocaban, tenían que quedarse entre nosotros," Ramos-López dijo que así era. "No hablamos sobre nuestros asuntos con nadie."
Guardar tal secreto abre la puerta para más víctimas como fue el caso en su propia familia. Ramos-López añadió que ella sospechó por mucho tiempo que otros miembros de la familia fueron abusados también; a la edad de 19 años ella decidió hablar sobre su propio abuso para prevenir otra situación potencialmente abusiva en la familia.
Las familias de todas las culturas en este país deben romper el silencio y hablar abiertamente uno con el otro más a menudo de manera que este tipo de abuso se pueda prevenir y si ya ocurrido, se pueda tratar.
"Tenemos que llegar al punto donde entendemos que con silencio estamos reforzando esa vergüenza, esa culpa," ella comentó. "Si no hablamos sobre eso como adultos, ¿cómo vamos a lograr que los niños hablen? Se necesita conciencia educativa en cada comunidad, cada grupo étnico, cada familia, cada ciudad y pueblo… (El abuso sexual de niños) es real. ¿Cómo puedo proteger mejor a mis niños?"
Ramos-López y su hermana, Carmen Ramos, están determinadas a ayudar a ofrecer algunas respuestas a las muchachas y familias latinas mediante una serie de talleres que ellas están planeando presentar por toda la nación a través de la compañía de Ramos, Celebra la Vida con Salud.
Su familia continúa haciendo esfuerzos para aceptar que Ramos-López fue abusada, explicó Ramos, porque como es el caso con muchas familias Latinas, sus padres abrieron su casa para parientes que necesitaban un lugar para quedarse y están apenados que esa hospitalidad abrió la puerta a tal abuso.
"Ellos no fueron meramente espectadores," su hermana escribió en un e-mail sobre sus padres. "Ellos estaban profundamente preocupados por lo que ocurrió y como la mayoría de la gente preferirían que no fuera cierto. Realmente ellos tuvieron que cuestionar todo lo que significaba ayudar a otros y cuestionar su creencia de que la gente es inherentemente buena y quiere lo bueno. En la mejor manera que pudieron, ellos han demostrado su amor y yo sé que han sufrido igual que ella."
Ramos-López vio este apoyo de primera mano durante una visita en años recientes a la casa de su niñez en Miami. Ella había hablado con sus padres sobre su renuencia a entrar a la casa y ellos cambiaron el arreglo de la sala para dar la bienvenida a su hija y los dos nietos en su casa. El mover la perilla de la puerta era la señal para Ramos-López ir a visitar su tío en un área separada adjunta a la casa donde el abuso iba a tener lugar.
"Mi papá cambió cada perilla en la casa," ella explicó. "Y cambiaron la manera como los sofás estaban colocados. Y mi casa había sido siempre exactamente la misma."
Este cambio demostró de nuevo la bondad de sus padres que son el tipo de personas que hacen todo lo posible para ayudar a otros — especialmente a la familia. En esto las hermanas estaban de acuerdo.
"Marisol se crió con un par de padres muy dedicados," dijo Ramos. "Padres que vieron lo bueno en todo (gente). … Ellos dieron la bienvenida en su casa a personas que estaban buscando mejores oportunidades para sus familias, para sí mismos. Ellos se veían como un vehículo para que otros tuvieran éxito. Actualmente, ellos veían el ayudar a otros como su responsabilidad porque ellos estaban en una situación donde lo podían hacer. Ellos estaban dedicados a su comunidad, a su iglesia. Ellos dieron de sí en todo el sentido de la palabra. Fue en este espíritu que alguien a quien ellos buscaron ayudar actuó con intensiones diferentes."
Tales normas culturales de hospitalidad y poner la familia primero pueden constituir un reto mayor para poner sobre aviso en cuanto a un abusador potencial, pero en general esto no es una tarea fácil, admitió Whittier. Una de las cosas más importantes que los padres pueden hacer es educarse a sí mismos y hablar abiertamente con sus hijos, añadió ella. Tales sitios web como www.d2l.org proveen información valiosa incluyendo las siete primeras acciones que los padres pueden tomar para proteger a sus hijos, tales como minimizar oportunidades y actuar cuando hay sospechas.
"Noventa por ciento de los niños son abusados por alguien a quien ellos conocen, quieren y en quien confían," comentó Whittier. Y los índices nacionales de abuso son asombrosos: una en cuatro niñas y uno en siete niños, añadió ella.
"Sobre lo que estamos hablando es encontrar un balance entre paranoia versus libertad para todo," dijo Whittier. Cosas como dejar que sus hijos salgan con alguien a quien usted conoce solo casualmente. Los infractores se aprovechan de la vulnerabilidad."
Rodear a un niño con adultos de confianza es necesario en términos de comunicación y prevención, enfatizó Ed Suk, director ejecutivo de la sección regional de Rochester del NCMEC. Uno de los siete pasos para proteger a un niño incluye hablar sobre este asunto.
"Si ellos no tienen un adulto de confianza, la probabilidad de que ellos lleguen a ser una víctima del crimen crece significativamente," dijo él. "Si ellos saben que pueden ir donde alguien que va a creerles, es mucho más fácil que se sientan con poder para estar más seguros. Y romper el secreto si un niño tiene alguna vez una experiencia inapropiada."
La decisión de Ramos-López de compartir su historia está basada mayormente en su deseo de prevenir el abuso de otros niños como también el asegurar que los niños abusados y sus familias tienen algún lugar donde pueden acudir, notó Whittier. Las dos mujeres se encontraron por la primera vez cuando Ramos-López estaba en la junta de la oficina de NCMEC en Rochester y la agencia estaba muy metida en los planes de desarrollo de Bivona. Whittier dijo que Ramos-López ha ponderado qué hubiera su vida si Bivona hubiera estado disponible para ella.
"Es en este proceso donde Marisol ve que ella puede ayudar a otros," dijo Ramos. "Ella puede ayudar a los niños. Ella puede ayudar a las familias a entender la importancia de detectar y actuar para el beneficio de sus hijos. Más importante todavía, ella quiere enseñar a los niños como… defenderse. "
La franqueza de Ramos-López sobre su abuso y su liderazgo al servir en las juntas de las dos agencias han tenido un impacto increíble en levantar la conciencia localmente sobre el trato injusto de los niños, dijo Suk. Otros líderes prominentes hacen lo mismo nacionalmente incluyendo el Senador de Massachusetts, Scott Brown, que escribió en un libro recientemente publicado acerca del abuso que sufrió cuando era niño.
"Es un reto increíble y emocionalmente difícil hacer eso," notó Suk. "Sin embargo es tan importante porque el público en general no tiene muchas oportunidades de oír de sobrevivientes y entender completamente qué es la experiencia para un niño cuando ellos han sido víctimas. … Para que los padres y adultos tengan una ventana para ver lo que puede ser para un niño."
Mientras NCMEC trata de educar y aumentar la conciencia sobre el abuso sexual, la explotación y la seguridad en el internet así como intervenir cuando se informa de la desaparición de niños, Bivonia ofrece servicios importantes en un edificio a los niños que han sido abusados. Las familias trabajan con un equipo del personal para informar del abuso a la policía y ver que el niño(a) reciba tratamiento médico y asesoramiento personalizado. Solamente un miembro del equipo, usualmente representando Child Protective Services, entrevistará al niño(a) mientras que el resto del equipo observa, explicó ella.
"Es un ambiente muy agradable para niños donde hay muchos peluches y juguetes y colores," dijo Ramos-López. "Es para minimizar el trauma. Porque contar de nuevo tu historia y tener alguien que tú no sientes que es compasivo o te cree, es como pasar de nuevo por el trauma."
Ramos dijo que el enfoque del currículo que ella y Ramos-López están desarrollando será en la sanación de las niñas latinas y sus familias. Los planes incluyen una gira para dar charlas para fomentar el diálogo en las comunidades como también una campaña de promoción en las ferias de salud y en la televisión, el web y los sitios de los medios sociales. El lanzamiento del programa piloto se espera para los fines del año, añadió Ramos.
"Marisol me inspira," dijo ella. "Ver como ella ha sobrevivido la violación más íntima y todavía tiene el rugido feroz del león que quiere proteger su guarida – me motiva gentil y majestuosamente para estar a su lado y ayudar para asegurar que (su) visión llegue a realizarse."
En última instancia, Ramos-López dijo que ella ha aprendido a vivir con el credo de su mamá: "No hay mal que por bien no venga."
"No dejé que esto (el abuso) dictara lo que mi vida iba a ser," comentó ella. "Algo reamente malo ocurrió conmigo y ahora lo que tengo que hacer es asegurar que otros niños no dejen que esto les pase a ellos."
NOTA DE LA REDACCIÓN: Para saber más sobre los servicios ofrecidos por el Bivona Child Advocacy Center, visite www.bivonacac.org. Puede encontrar información para los padres en español del National Center for Missing & Exploited Children en www.take25.org.