A principios de año, una mujer de 44 años se enteró que su hígado no estaba funcionando bien y tras pasar tres semanas en el hospital supo que necesitaría un transplante. Ella había trabajado en la industria de la comida toda su vida pero de repente no podía trabajar. Ella era elegible para beneficios por incapacidad, pero no le habían llegado cuando tenía que pagar la renta.
Como tenía miedo de perder su apartamento la mujer pidió ayuda a los Servicios de Recursos de la Comunidad del Centro Católico para la familia. Las trabajadoras sociales del centro encontraron que era elegible para una subvención de $500 para que pudiera pagar la renta hasta que le llegaran los beneficios. Bobbi McGarrity, administradora de casos del Centro de Recursos de la Comunidad, dijo que no la hubieran podido ayudar sin la petición de Navidad del Catholic Courier y Caridades Católicas. La petición anual, que lleva 43 años de existencia, recauda dinero para las agencias de Caridades Católicas y los Ministerios de Apoyo a las Parroquias para ayudar a personas que confrontan emergencias financieras y otras crisis.
Los fondos de la Petición de Navidad son especialmente valiosos para esas agencias porque no requieren el papeleo que otras fuentes de recursos exigen, dijo McGarrity. Eso le permite a las trabajadoras sociales ayudar a personas que no califican para otras formas de ayuda.
"Investigamos a las personas, pero tenemos un podo de flexibilidad", explicó McGarrity.
Esa flexibilidad es bienvenida especialmente en estos días cuando más personas que nunca están pidiendo ayuda a la agencia, dijo ella. Los Servicios de Recursos para la Comunidad operan una despensa, un ministerio de ropa, algunos albergues de emergencia y los agentes conectan a los individuos con los recursos que necesitan.
"Nuestros números han incrementado en un 65 % con respecto al año pasado. Ayudamos a un promedio de 50 personas al día".
Esas son 50 personas al día que necesitan comida, ropa o albergue, las necesidades humanas más básicas. Más y más personas se hallan en problemas a medida que los precios de la comida, la gasolina y otros artículos continúan subiendo, dijo McGarrity
"Los recursos de las personas no se pueden estirar tanto. No es diferente a años anteriores, sino que los números están aumentando", explicó ella.
Algunas personas se dirigen a los Servicios de Recursos de la Comunidad para ayuda cuando pierden sus trabajos, otros cuando tienen problemas utilizando los servicios sociales de ayuda que han sido reestructurados en meses recientes.
"Han reestructurado tanto que uno no puede utilizar el sistema. Ya no se puede hablar con una persona. La gente no sabe como obtener la ayuda que necesitan. Estamos disponibles cuando la gente necesita ayuda obteniendo los recursos".
Para muchas personas el dinero es escaso en la época de Navidad, pero para otras la crisis financiera no se termina cuando comienza el año nuevo. Esas crisis pueden suceder en cualquier época del año, pero con los fondos de la Petición de Navidad, McGarrity y sus colegas hacen lo más posible por ayudar a las personas en sus momentos de necesidad, sea cual fuere la época del año. Esos fondos son más valiosos mientras más gente se presenta a las puertas de la agencia, dijo ella.
"Las necesidades incrementan pero los recursos no. Están estirados al límite", dijo McGarrity.