Mujer encuentra éxito en el hipódromo

FARMINGTON — Fue un final de libro de cuentos para una confrontación en el Hipódromo de Finger Lakes a principios del otoño. La única jinete mujer en la única yegua en la carrera le ganó a todos los hombres, incluyendo a su prometido.

Pero a pesar de toda la agitación, Elaine Castillo dio muestras de humildad después de haber ganado en un caliente día de octubre. Ella dijo que su yegua, llamada House on Toilsome, había dado muestras de haber mejorado mucho y que ella estaba complacida con la actuación de la misma es su segunda carrera.

"Ella ha cumplido con nuestras expectaciones hasta el momento", dijo Castillo. "Eso es asombroso".

Castillo tenía una actitud muy calmada, lo que otros dueños de caballos en Finger Lakes dicen que es una característica importante en un jinete, explicó Mike Foster de Phelps. Él es dueño de tres caballos, que Castillo ha montado en carreras. Él conoció a Castillo en el 2004.

"Como jinete, al ser mujer, ella le da muestra de compasión a los caballos", dijo Foster. Uno siempre la ve acariciando a los caballos".

"Uno tiene una ventaja cuando el caballo se relaja, porque correrá mejor", añadió Castillo.

John Tebbutt, entrenador de caballos, añadió que Castillo entiende bien a los caballos. Él conoció por primera vez a la joven jinete hace seis años cuando ella era una aprendiz. Él vio los buenos resultados que ella obtuvo con los caballos que él entrenaba, así que Tebbutt la siguió usando más y más.

"A los caballos les gusta correr para ella", dijo Tebbutt. "Mucha gente se monta y empieza a correr y a darle con el látigo al caballo. Ella se monta, y se sienta a esperar que el caballo le diga que hacer".

"El trabajo es difícil", dijo Tebbutt y añadió que no le sorprendió cuando Castillo, que tiene 30 años, se tomó unas vacaciones de montar el año pasado. Ella dijo que había vuelto a medio tiempo a principios de año , después de haber dado unos cursos de cocina en Italia.

"Es un trabajo muy peligroso", dijo Tebbutt. "Montarse en cualquier caballo es peligroso".

Castillo dijo que salir del portillo es uno de los momentos más peligrosos para un jinete. Las mujeres tienden a tener buenos resultados en esos momentos iniciales de la carrera porque los caballos las tratan mejor, dijo Tebbutt. Él dijo que ha trabajado con 10 jinetes mujeres en sus treinta años de carrera.

Castillo reconoce que las carreras a caballo son un deporte dominado por los hombres. Ella conoce a más mujeres jinetes en Filadelfia y Florida y se sorprende que no haya más en esta área donde empezó el movimiento de los derechos de las mujeres.

"Los hombres son siempre más fuertes físicamente", dijo ella, mas añadió con una

sonrisa: "Pero nadie es más fuerte que el caballo. Se trata de técnica".

Aunque hay un creciente número de mujeres que hacen carreras a caballo, Castillo ha sido la más exitosa del pequeño grupo de 12 mujeres jinetes que corren en Finger Lakes, dijo Dave Mattice, miembro del departamento de publicidad del hipódromo. El verano pasado ella celebró su 500o triunfo en Finger Lakes, dijo él

El amor de Castillo por los caballos comenzó en la Ciudad de México donde ella nació y comenzó a montar, saltar y hacer exhibiciones. Cuando sus padres se divorciaron, ella se mudó a Michigan cuando era una jovencita para ayudar a su mamá a cuidar a su abuela. Como su madre no es mexicana, Castillo se crió hablando español e inglés y no tuvo una transición difícil cuando vino a los EE.UU. dijo ella. Después que terminó la enseñanza secundaria, un nuevo hipódromo se abrió cerca de su casa y ella decidió tratar de correr carreras. Se entrenó allí por tres años.

"Uno tiene que asegurarse de saber lo que hace", dijo ella. "A mi mamá le da un ataque al corazón cada vez que me ve correr."

Después de Michigan, ella comenzó a montar en Tampa durante el invierno y fue ahí donde ganó su primera carrera, dijo Castillo. En el hipódromo de Tampa Bay fue donde conoció a Tebbutt y a el que es hoy su prometido John Davila.

"No es raro que una pareja corra en el mismo hipódromo", dijo ella.

La pareja espera eventualmente abrir un restaurante en Puerto Rico, donde nació Davila, cuando se retiren. La falta de estabilidad en una carrera de jinete es lo que llevó a Castillo a tomar un semi retiro, explicó ella. Le encantó el tiempo que pasó en Italia y piensa usar los conocimientos que adquirió allá en un futuro.

"Las carreras a caballo son mi pasión", dijo ella. "Me encanta hacerlo… Pero hay muchas otras cosas que me encanta hacer".

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