BROCKPORT — Colores brillantes y un conjunto de muchas voces llenaron la Iglesia de la Natividad de la Santísima Virgen María el 27 de junio, mientras que una audiencia de cerca de 150 personas acogió a los trabajadores migrantes durante la celebración de bienvenida de este año.
Antes de la Misa bilingüe, Penny Gardner, la coordinadora del ministerio migrante de la Diócesis de Rochester en Brockport, confirmó el apoyo que la comunidad local les da a los trabajadores migrantes que se trasladan a Brockport y las comunidades de los alrededores.
"Se necesitan todos los colores del arco iris para lograr algo bello", dijo Gardner.
La diversidad de las personas y de las culturas es lo que hace que el mundo sea tan bello, opina Gardner
Celebrar la diversidad es una de las metas de la bienvenida, dijo Grace Carson, presidenta del Comité de Alcance Ecuménico de Brockport, que ayuda a organizar la celebración.
"Tenemos que reconocer el mérito de los trabajadores migrantes, hacerlos sentirse bienvenidos y también necesitamos acortar el puente cultural entre las comunidades angla e hispana", dijo Carson.
Para darles buena acogida a los trabajadores migrantes, al comenzar la Misa la congregación cantó con entusiasmo "De Colores", un canto folclórico hispano. Miembros del grupo de baile Alma Latina se unieron a otros miembros de la congregación durante la procesión y llevaron al altar estandartes de colores brillantes con campanitas, velas, cestas con manzanas, cerezas, lechugas, calabazas y fresas. Los alimentos fueron colocados en frente del altar, alrededor de una estatua de María. Además, se colocaron una bandera mexicana y banderolas con la palabra "bienvenida" escrita en inglés y en español.
La Misa fue concelebrada por el Padre Jesús Flores, coordinador diocesano del ministerio migrante, y por sacerdotes de otras iglesias del área. Un miembro del Consejo del Pueblo de Sweden, Michael Myers, hizo un proclamación cívica, como bienvenida oficial, y mencionó que hay unos mil trabajadores migrantes en Sweden. La Alcaldesa de Brockport, Connie Castañeda, leyó la proclamación en español.
Después de la Misa, la celebración continuó con la actuación del grupo Alma Latina. Los bailarines llevaban sombreros y las bailarinas tenían sayas de colores brillantes y llevaban cintas de varios colores en el cabello. Los bailes, "les causaron un poco de nostalgia a los trabajadores… y entretuvieron a las dos comunidades, angla e hispana", dijo Gardner.
El mensaje de bienvenida y de unidad de la celebración fue simbolizado por un baile en el que seis mujeres entretejieron sus pañuelos en un nudo de colores: naranja, dorado, violeta, rosado, verde y blanco. Después de los bailes, se celebró una comida en la Primera Iglesia Bautista de Brockport.
Rosa, una trabajadora migrante de Pavilion, Condado de Genesee, que pidió que no se usara su apellido, dijo que estaba contenta de participar en la celebración.
"Me llenó de alegría porque no siempre puedo venir a Brockport", dijo ella.
Elva Ramírez y Felipe Martínez, nativos de Guadalajara, México, asistieron a la bienvenida por segunda vez. La pareja estaba en el pueblo desde hacía tres meses visitando a su hija, Alis Simpson, que está en el tercer año de sus estudios de doctorado en la Universidad de Rochester.
Martínez dijo que estaba agradecido por la celebración, especialmente por la actitud de la comunidad. La congregación se hallaba muy cerca de Dios durante la Misa y las otras festividades, añadió Ramírez.
"Nuestros corazones y nuestras esperanzas son iguales que las de todos los humanos… todos somos iguales en la iglesia", comentó Simpson.