ROCHESTER — El "Jardín de la Esperanza" le da a Gloria Rivera fe en la bondad de los demás.
"Ahora tengo un lugar a donde venir", dijo ella en la Escuela de Niños Núm. 15 después de la ceremonia de dedicación del jardín en honor de su hijo el Sargento Javier Ortiz-Rivera que murió en Afganistán el pasado noviembre y que está enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington.
El Jardín de la Esperanza también se dedicó en honor a Debra Follaco, una maestra que murió en el 2004. El jardín fue creado originalmente en el 2005 para reconocer las contribuciones de Follaco a la escuela.
"Nos impresionó con cuanto cariño todavía la recuerdan sus alumnos… en la escuela que ella amaba tanto", dijo su esposo, Ray Follaco, antes de que empezara la ceremonia.
El jardín, situado en una esquina de los terrenos de la escuela, en el 494 de la Avenida Averill, fue extendido esta primavera como parte del programa Liderazgo de la Próxoma Generación de la Cruz Roja de Rochester, explicó Liz Cinquino, subdirectora.de los programas Desarrollo de Liderazgo Juvenil y Mentoreo de la agencia.
Para cumplir con el requisito de servicio a la comunidad del grupo, los adolescentes inscritos al progrma tuvieron una sesion de sugerencias y uno de los estudiantes tuvo la idea de crear un jardín en honor de alguien especial, añadió Cinquino. Ella se puso en contacto con Rosemary Villarrubia-Izzo, una colega del Distrito Escolar de la Ciudad de Rochester, y así nació la idea del jardín.
Una subvención de $1000 de los Jóvenes como Recurso del Condado de Monroe financió el proyecto, que incluyó un requisito de aprender como servicio. Los estudiantes de las escuelas de segunda enseñanza James Monroe, East, Greece Olympia y de la Escuela de las Artes, aprendieron a enseñar y ser mentores de niños más chiquitos, según Cinquino.
Hector Rosario dijo que él y sus compañeros hicieron huecos en la tierra, plantaron flores y colocaron losetas y botaron basura durante un par de semanas.
"Necesitaban nuestra ayuda", dijo Rosario, que tiene 18 años y es un estudiante de último grado en Monroe. "Yo quería hacerlo. Fue perfecto".
Los estudiantes trabajaron junto con los padres que asistían a las clases de inglés como segunda lengua y sus hijos. La viuda de Ortiz Rivera y sus tres hijos, que habían venido de Carolina del Norte ayudaron a dar los últimos toques, dijo el hermano de Ortiz-Rivera, Orlando Ortiz.
"Todo se combinó" dijo Ortiz, ya que solo días antes, Ortiz-Rivera había recibido un premio por heroísmo de la Cruz Roja de Rochester.
"Fue perfecto, y este jardín es magnífico".
Los estudiantes también pintaron losetas de colores que trataron con una solución a prueba de agua y que colocaron en el camino hacia dos áreas del jardín. Un juego de ocho con un mensaje que decía, "Me preocupo por los sentimientos de los demás" que lleva a una esquina donde hay un arbol y un banco, en honor de Follaco, y las otras 17 losetas que llevan a la otra esquina, donde hay mesas y flores. Los mensajes de los estudiantes incluyen "Paz, Javier" y "Gracias".
Alrededor del perímetro, los padres plantaron vegetales que serán usados durante la sesión de clases de verano, dijo Villarrubia-Izzo.
"Han creado un jardín maravilloso… un lugar lleno de paz, donde se pueden reunir la comunidad, los padres, maestros y niños", concluyó Cinquino.