ROCHESTER — Leslie Rivera no se siente como que ella optó por convertirse en maestra. Se sintió llamada a ser una como una forma de retribuir a su comunidad y ayudar a los niños que crecieron como ella en el interior de la ciudad con los padres de habla española.
"No sé cómo explicarlo", dijo Rivera durante una entrevista el 20 de febrero. "Siempre ha sido mi pasión educar y servir a una cierta población de estudiantes y hacerles mejores para el futuro".
Ahora, como la primera Latina para servir en la Legislatura del Condado de Monroe ella espera llegar a ser eventualmente una propulsora para crear un mejor sistema educativo.
"Nada puede cambiar si no queremos cambiar la política y la legislación", dijo. "Así, cuando me enteré de que este escaño estaba abierto, pensé que todo ocurre por una razón. … Y pensé que era una gran oportunidad para mi para propugnar cambio a un nivel más alto".
Rivera prestó juramento el 14 de enero y sustituyó a Michael Patterson, que ahora sirve en el Concejo de la Ciudad, en el escaño abierto representando el distrito 29. Y este nuevo papel le provee otra oportunidad para servir a la comunidad.
"El distrito mismo ha sido mi hogar por una gran parte de mi vida", dijo.
Rivera nació en Caguas, Puerto Rico, aunque su familia es de Cayey.
"Lo que me han contado es que mi mamá estaba de camino al hospital cuando rompió fuentes y tuvieron que ir al hospital de Caguas para el parto", dijo Rivera riendo. Ella cumplió 30 años a principios de este mes.
La familia se mudó una y otra vez entre Rochester y Connecticut con sus tres hijas antes de mudarse a Rochester y trabajar en la tienda de su tío, Luis Rivera, en la Calle Bay. Su familia vivía por un tiempo frente al Mercado Rivera en el segundo piso de otro edificio cuyo dueño era su tío.
Cuando tenía 12 años, sus padres se divorciaron y ella se mudó a los apartamentos de Keeler Park en la Avenida Hudson. Después de graduarse de SUNY Geneseo, ella fue a vivir con su padre en una casa en el vecindario de la Calle Carter.
Su participación en el Instituto de Enseñar y Aprender de la Escuela Secundaria East no solamente confirmó su elección de carrera, pero también la preparó para el colegio universitario. Como estudiante del cuarto año, ella hizo un internado a largo plazo en la Escuela 28 Henry Hudson.
"Así supe mucho sobre educación antes de entrar actualmente en educación lo cual es como estar en la onda", dijo ella. "Es una ventaja que tenía sobre mis compañeros".
Ella puso en práctica diariamente las destrezas que había aprendido de sus maestros de la Escuela Secundaria East: dedicación, control del tiempo, mantenerse centrada, integridad y pasión. Ella se siente afortunada de haber tenido maestros de tan alta calidad ya que sus padres tenían completa confianza en el sistema educativo y no sabían sobre el proceso de la universidad, añadió ella.
"Mis maestros tenían esta experiencia de cómo solicitar admisión al colegio universitario y cómo hacer cosas y podían ayudarme en este departamento. Tuve suerte de tener maestros realmente buenos".
Después de la escuela secundaria, Rivera supo también que ella quería enseñar a niños bilingües. En el colegio universitario, esta certificación no estaba disponible de manera que ella completó un programa de educación elemental con una certificación de español.
Luego de su graduación en el 2006, Rivera fue contratada en la Escuela Martin Luther King Jr. Número 9. Otra ventaja de su programa en la Escuela Secundaria East era la garantía de un puesto en el distrito.
"Fue un proceso muy, muy rápido. Soy una de los muy pocos maestros que nunca ha sido substituta. Nunca hice algo de eso por lo cual estoy completamente feliz. … Supe que quería trabajar en educación urbana, enseñando a niños como yo".
Posteriormente ella completó una maestría en educación bilingüe en SUNY Brockport. Ahora ella está en licencia del salón de clase y está matriculada en un programa de certificación administrativa mediante una asociación con la Universidad de Rochester.
"Me di cuenta de que uno puede hacer solamente tanto dentro de las cuatro paredes del salón de clase. Yo creo totalmente que uno puede tener un impacto increíble dentro de estas cuatro paredes… pero estaba viendo esto en un sentido más global para realmente interceder por el cambio".
Rivera demuestra repetidamente sus capacidades como maestra del salón de clase y líder de la comunidad, dijo Armando Ramírez, el principal de la Escuela Secundaria Monroe.
Actualmente ella está trabajando con Ramírez como parte del programa de la Universidad de Rochester. Ella se destacó como una joven estudiante en la Escuela Núm. 28 cuando Ramírez enseñó allí.
"Tener a Leslie aquí es impactante, ver una latina haciendo su internado de principal. "Incluso mejor, ya que muchos de nuestros niños con frecuencia están siendo criados por las mujeres, es importante para nuestras jóvenes … ver el potencial de ser una mujer y lo poderoso que puede ser y seguir siendo una dama y tener carácter".
A la terminación del programa Rivera espera encontrar un puesto como principal asistente en el distrito. Eventualmente, hasta le gustaría obtener un doctorado.
Mientras tanto, además de aprender su nuevo trabajo en la legislatura del condado, ella tomará el papel de vicepresidenta del cuadragésimo quinto Festival Puertorriqueño anual al lado de su primo, Orlando Ortiz, que sirve como presidente.
Ella dijo que los dos siempre han visto su trabajo en la junta — ella ha sido un miembro desde el 2008 — a tal nivel profesional que muchas personas se sorprenden al enterarse de que ellos son familia
Pero como uno de los primeros miembros de su familia grande graduados de la Universidad, Ortiz ha sido por mucho tiempo un modelo de conducta para ella.
Ortiz dijo que ella proveyó un gran momento de orgullo a la familia — y la comunidad latina — cuando asumió su papel como legisladora del condado.
"No mucha gente sabe lo que los legisladores del condado hacen y cómo las decisiones que toman afectan su vida diaria", escribió Ortiz en un correo electrónico. "Tener a Leslie en la legislatura nos da un lugar en la mesa y le da la capacidad de compartir inquietudes entre nuestra comunidad".
Su aportación en la junta del Festival Puertorriqueño también ha sido valiosa.
"Leslie tiene la capacidad de entender las cosas y puede ser muy exitosa en cualquier cosa que quiera hacer", dijo Ortiz. "Ella ha desarrollado y ha hecho suyo y mejorado cada puesto y tarea desde que llegó a ser miembro de la junta. Su capacidad para administrar bien el tiempo, trabajar en equipo, planificar y educar ha sido de gran valor para el Festival Puertorriqueño".