ROCHESTER — Por más de 25 años, Matthew’s Closet ( El Armario de Mateo) ha seguido la llamada del Evangelio para vestir a los que tienen necesidad, manteniendo vivo el ministerio aun después de ir a la quiebra hace más de una década.
Igualmente significativo, los voluntarios que trabajan allí son serviciales y amables para cualquiera que entra allí, dijo Stacey Rosado-Santiago de Rochester, que el 10 de noviembre recibió bolsas de ropa para sus tres hijos que tienen de 3 a 9 años de edad.
"Ellos dan ropa increíble para los niños", dijo ella. Y las personas que trabajan allí son muy amables. Si uno necesita ayuda, ellos le ayudan y le ayudan a buscar entre la ropa".
Matthew’s Closet, que es parte de la Parroquia Sta. Francisca Xavier Cabrini y localizado en la Calle Bay No. 316, también es un beneficiario de fondos de la campaña anual navideña del Catholic Courier/Caridades Católicas.
La 47a campaña anual empezó el día de Acción de Gracias y sigue hasta el fin de febrero 2017. Los organizadores esperan sobrepasar la meta de $45,000 de este año como hicieron durante la llamada del 2015-16, que recaudó $43,000 según Karen M. Franz, directora general y editora de los periódicos Catholic Courier y El Mensajero Católico. Los ingresos apoyan los fondos de emergencia de las oficinas de Caridades Católicas y las agencias afiliadas por toda la diócesis.
Matthew’s Closet recibirá parte de una Subvención para el Alivio de Hambre de $3,000 que se dio a la parroquia, dijo Marvin L. Mich, director de intercesión y ministerio social de parroquias del Centro de Familia Católico que administra las subvenciones. Las subvenciones para el hambre reciben fondos de la Campaña Navideña y la Operación Tazón de Arroz.
Paul Robinson, director del Matthew’s Closet, dijo que usualmente él usa la asignación del armario de $500 para comprar medias y ropa interior nuevas para las personas servidas por el ministerio. Con un presupuesto de $43,000, el ministerio recauda otros $30,000 de la venta de ropa, y el balance de financiamiento viene de donaciones y diezmos de parroquias locales, dijo.
Robinson dijo que el ministerio, empezado por la anterior Iglesia Corpus Christi (ahora Nuestra Señora de las Américas) originalmente tenía tres empleados a jornada completa y recibió subsidios de la parroquia cuando abrió por primera vez en 1991. Los cambios en la parroquia varios años más tarde llevaron a una disminución en apoyo financiero, pero Matthew’s Closet agotó rápidamente sus reservas presupuestarias, explicó él.
La junta de directores del ministerio fue forzada a cerrarlo en 1999 y declararse en quiebra, añadió Robinson. La iglesia y los voluntarios recaudaron $25,000 en un mes y Matthew’s Closet abrió de nuevo el sábado después del día de Acción de Gracias en el mismo año, dijo. Los costos para personal fueron reducidos de $68,000 antes de la quiebra a $28,000 anualmente para permitir que el ministerio opere cuatro días por semana para continuar sirviendo a la comunidad, dijo Robinson.
Su esposa, Bea, llegó a ser el primer miembro del personal pagado después de reabrir y un cogerente fue contratado más tarde. Dottie Bloss es la gerente actual.
El resto del personal está compuesto de voluntarios.
Después de la quiebra, Robinson dijo que él también instauró un requisito sencillo para que los clientes reciban ropa gratis — una carta de referencia de una agencia de servicios sociales, una agencia gubernamental o de la comunidad. Cualquier persona con una carta recibe una asignación de ropa, como 8 camisas o blusas por persona, y puede volver a la tienda para comprar artículos adicionales con un descuento, dijo él.
Los artículos de ropa, que también están disponibles para ser comprados por el público en general, cuestan de $1 o $2 cada uno.
Varias parroquias del área y donantes individuales hacen donaciones de ropa usada. La Iglesia de Santa Catalina de Siena en Mendon hasta ha construido una casita donde los feligreses y miembros de la comunidad pueden dejar las donaciones de ropa. Varias familias de la parroquia son voluntarias por turnos de dos semanas para entregar las donaciones al Matthew’s Closet, dijo Robinson.
A veces los voluntarios hacen cuatro o cinco viajes — aproximadamente 40 millas ida y vuelta — al Matthew’s Closet en un período de dos semanas, explicó Sallie Dakins, que coordina el ministerio de la casita en Santa Catalina.
La parroquia nunca tiene falta de voluntarios y las familias con niños aprecian especialmente la oportunidad de educar a sus hijos sobre la vida fuera de Mendon, dijo ella.
"Es solo una cuestión de … poder hacer algo para personas no tan afortunadas como somos nosotros", dijo Dakins de trabajar como voluntaria para ayudar Matthew’s Closet.
Matthew’s Closet también cuenta con parroquias tales como San José en Penfield, San Luis en Pittsford y Nuestra Madre de los Dolores en Greece como también donantes individuales y muchos voluntarios de la comunidad, dijo Robinson.
Una familia de Penfield, que quiere quedar anónima, también hizo bolsas con artículos de tocador que fueron dados a los clientes. Ellos entregan aproximadamente 100 bolsas a la vez, dijo él.
"Si no tuviéramos voluntarios, no podríamos estar aquí", comentó él.
Al clasificar las donaciones en el ministerio el 10 de noviembre, Mary Christopher, una feligrés de la parroquia Santa Kateri Tekakwitha en Irondequoit, dijo que ella considera su trabajo de voluntaria en Matthew’s Closet como su trabajo corporal de misericordia.
Marti DeRoller, que estaba clasificando ropa con Christopher y Bernice O’Sullivan el 10 de noviembre, dijo que ella había estado de compras en Matthew’s Closet un día hace 12 años cuando ella escuchó a Robinson diciendo que necesitaba voluntarios. Desde entonces ella ha estado ayudando al ministerio.
"Me gusta la gente y el mensaje – si usted no lo usaría, no lo regale", dijo ella del proceso de clasificación. "La manera en que (Matthew’s Closet) está establecido es como una boutique, que mantiene la dignidad de la persona".
"Realmente creo que ellos tratan a todo el mundo con respeto", añadió O’Sullivan.