PENFIELD — Una niña, representando a una muchacha azteca, llevaba incienso que se esparció por toda la iglesia. Iba acompañada de un niño vestido como Juan Diego y de un adolescente que llevaba una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
La procesión, que incluía a dos miembros de la familia Hoppe que organizó la Misa bilingüe celebrada el 12 de diciembre al igual que varias danzas efectuadas por el grupo Arco Iris Mexicano, fue parte de la celebración anual en honor de la fiesta de la Virgen de Guadalupe en la Iglesia San José.
Adriana Hoppe dijo que la celebración comenzó como algo pequeño hace siete años con solo un servicio de oración. Hace un par de años, los niños representaron la historia de Guadalupe durante la Misa. María se le apareció a Juan Diego, un indio Azteca, en la Loma de Tepayac en las afueras de la Ciudad de México en el año 1531.
"Cada año es diferente", dijo Hoppe. "Ahora todo el mundo quiere participar".
La Misa en San José fue una de varias celebraciones llevadas a cabo en el área en honor de Nuestra Señora de Guadalupe. También se celebraron Misas en la Iglesia de los Santos Apóstoles de Rochester el 11 de diciembre, y en la Parroquia Nuestra Señora de las Américas el 13 de diciembre. El servicio bilingüe en Nuestra Señora de las Américas también incluyó una danza litúrgica.
Es importante observar que María se apareció a los humildes, dijo el Hermano Juan Lozada, director del Apostolado Hispano de la diócesis, durante la homilía de la Misa en la Iglesia San José.
"Siempre se aparece a los humildes, los sencillos, a aquellos cuyos corazones se abren a su hijo Jesús", observó el Hermano Lozada. "María…es el camino directo a Jesús.
La Misa, a la cual asistieron unas 80 personas, también incluyó una oración para que se termine la violencia y una procesión tradicional de niños y adultos llevando rosas que fueron colocadas en el escalón del altar, en frente de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Donna Pilznienski, de Penfield dijo que la historia de Guadalupe muestra que María está presente para los que la necesitan.
"Fue un gran milagro que ocurrió en unos momentos cuando ellos (los indios aztecas) lo necesitaban realmente", dijo ella. "Todos necesitamos una madre, no importa la edad que tengamos"