Personas con pulgares verdes se reúnen para aprender más sobre jardinería en la comunidad

ROCHESTER — A los jardineros de la ciudad les faltó un sentido de ser parte de una comunidad más grande por muchos años, según los organizadores de la segunda Conferencia de Agricultura Urbana anual.

"Queremos reunir a los jardineros y dejarles saber que ellos son parte de algo más grande", dijo Nathaniel Mich, que representa a Foodlink como parte de un Grupo de Trabajo en Agricultura Urbana (siglas en inglés UAWG). El grupo coordinó la conferencia del 13 de mayo en la Escuela Dr. Louis A. Cerulli No. 34 en Rochester.

Foodlink sirvió como uno de varios patrocinadores de la comunidad para el evento de todo el día como también preparó el almuerzo para los más de 130 participantes, explicó Mich, coordinador de los programas de acceso a comida en la comunidad de la agencia. Uno de los principios importantes de la misión de Foodlink es establecer comunidades más saludables, y conectar a los residentes de la ciudad con los recursos para cultivar su propia comida es una extensión natural de este trabajo, añadió él.

Los talleres de la conferencia de este año incluyeron jardinería de pequeña escala como también la preparación de suelos saludables, crear jardines/huertos en las escuelas, ahorrar semillas y compostaje.

También otras ciudades han usado la agricultura urbana para promover el desarrollo económico, observó Mich. En Cincinnati, residentes de la ciudad crearon una compañía para construir casas de aros (hoop houses) para promover jardinería por todo el año. Las casas de aros son invernaderos que usan cubiertas de plástico en lugar de vidrio.

Pero para crear oportunidades de trabajo y capacitación como en Cincinnati, los residentes necesitan más acceso a tierra vacante, dijo Mich, lo cual es un reto en Rochester. Este año UAWG centrará sus esfuerzos en instar al concejo de la ciudad para cambiar su política del uso del terreno, añadió él. Actualmente se considera que los jardines de la comunidad son para uso temporero, explicó Mich.

Bajo la ordenanza de zonificación actual, la ciudad establece acuerdos de licencia con organizaciones sin fines de lucro y otras partes interesadas para utilizar los terrenos baldíos de la ciudad para jardines/huertos comunitarios hasta que se encuentre un comprador, de acuerdo a información en http://bit.ly/2qjWGlp. Los permisos para estos jardines son válidos desde el 1º de marzo al 15 de diciembre y pueden ser renovados anualmente. De acuerdo a cityofrochester.gov, los oficiales de zonificación se reservan el derecho de revocar un permiso en cualquier momento, incluyendo durante la temporada de cultivo, por violaciones o cuando el terreno se necesita para otro propósito.

"Los jardines comunitarios están a riesgo de ser vendidos en cualquier momento", dijo Amber Powers, miembro de UAWG y miembro de la junta para la recién formada Taproot Collective que promueve compostaje y jardinería en contenedores.

Hasta ahora, UAWG se ha reunido con el departamento de planificación de la ciudad acerca de la posibilidad de cambiar la ordenanza de zonificación para dar a los jardines comunitarios un sentido mayor de permanencia, dijo ella.

Permitir que los huertos comunitarios florezcan es algo donde todos ganan en términos de alimentar a las personas y mejorar su salud, observó Mitch Gruber, jefe de programas en Foodlink, durante la sesión de apertura de la conferencia. Los estudios han demostrado que los niños que participan en el cultivo de sus propios alimentos tienden a comer más sano, señaló.

"Además uno conoce a los vecinos y se da cuenta de su poder como ciudadano" al trabajar en un huerto de la comunidad, añadió Mich.

Deborah Roberts de Rochester dijo que los jardines comunitarios también ayudan a crear vecindarios más seguros porque los residentes participan y están dedicados personalmente. Hace dos años, ella se hizo parte del Huerto de Esperanza en la intersección de las calles Depew y Forbes, dijo. Y el año pasado, los 12 bancos elevados produjeron más de 570 libras de "productos comestibles", dijo Roberts, quien asistió a la conferencia por primera vez.

Este tipo de cultivo "es una manera real en tiempo real donde las personas pueden ver su trabajo, su esfuerzo, su pasión por algo que produce resultados tangibles", dijo ella.

Para que tales huertos florezcan, los residentes también necesitan abejas, explicó Austin Pettigrew, quien junto con Brian Babcock fundó la entidad sin fines de lucro SweetBeez en el 2013. Durante la conferencia del 13 de mayo Pettigrew ofreció un taller sobre apicultura (cuidado de las abejas) urbana en la Granja Urbana de la Avenida Lexington. La granja está ubicada a una cuadra de la Escuela No. 34 y es parte de un proyecto de cultivo de Foodlink que sirve a la comunidad de refugiados de la ciudad. SweetBeez también ha ayudado a crear clubes de apicultura en las escuelas del área tales como la Escuela Harley, la Escuela Secundaria Jesuita McQuaid y el Instituto de Tecnología de Rochester (RIT). La Escuela World of Inquiry No. 58 también tiene una colmena de observación para que los estudiantes aprendan sobre las abejas, dijo.

La educación y el aumento en la población de abejas son esenciales para todos los residentes, ya que el desorden de colapso se las colonias ha causado una pérdida de 80 por ciento de las abejas en la ciudad de Rochester solamente, dijo.

"Uno de cada tres bocados de comida es polinizado por la abeja sola", dijo Pettigrew. "Estamos experimentando un 48 por ciento (de disminución en las poblaciones de abejas melíferas) en la nación. Y no estamos haciendo nada al respecto … aparte de lo que estamos tratando de hacer (promoción de la apicultura)."

Cualquiera puede ser un apicultor, dijo él, con una inversión inicial de $400 para un equipo para la colmena y abejas. Los residentes también pueden ayudar plantando plantas que atraen las abejas, no rociando pesticidas y no arrancando los dientes de león (dandelions) de sus patios.

Kelley Parker, participante en el taller de apicultura, compró una colmena el mes pasado para empezar su propia colonia en su patio trasero en Hilton. Su interés en las abejas comenzó después de un viaje a Nueva Zelandia.

"Además, soy jardinera y las abejas son buenas para polinizar", dijo.

Parker asistió a la conferencia con su amiga, Emily Nehrt, quien se mudó recientemente al área después de vivir en Boston por un par de años después de graduarse de la Universidad de Colgate. Nehrt dijo que ella ha empezado a cultivar productos en bancos elevados y deseaba aprender acerca del cultivo en menor escala. Aunque ellas viven en los suburbios, Parker y Nehrt dijeron que a ellas les preocupa lo que pasa en la ciudad. Nehrt dijo que ella pasa mucho tiempo en la ciudad en restaurants y comprando en la Plaza de Mercado Público.

"Muchos de nuestros amigos viven en la ciudad", añadió Parker. "Y la gente joven se preocupa por el medio ambiente y nuestra salud y desean encontrar la manera de contribuir".

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