El invierno pasado violaciones del código e inquietudes respecto a la seguridad forzaron a una madre soltera y sus dos niños a dejar su casa y buscar una nueva vivienda. Con poco dinero y sin tener a dónde recurrir, la familia terminó en uno de los albergues para gente sin hogar del Centro Católico de la Familia, donde el personal trabajó con la familia para encontrar un apartamento apropiado. Sin embargo, la madre no tenía suficiente dinero para pagar los $550 requeridos por el casero como depósito de garantía.
El personal del Centro Católico de la Familia pagó el depósito de garantía usando fondos de la Petición de Navidad del Catholic Courier/Caridades Católicas, dijo Bobbi McGarrity, gerente de caso de los Servicios de Recursos de la Comunidad del Centro Católico de la Familia en Rochester. La familia ha estado viviendo en el apartamento por ocho meses y les va muy bien, dijo McGarrity.
La familia es una de muchas que probablemente no habrían podido encontrar vivienda sin la asistencia financiera por una vez de la Petición de Navidad, que es una campaña anual que recauda dinero para fondos de emergencia de varias agencias de las Caridades Católicas y agencias afiliadas por toda la diócesis.
"Estamos viendo mucha gente que necesita dinero para el depósito de garantía para conseguir vivienda. Los fondos para ese tipo de asistencia se están agotando en toda la comunidad", dijo McGarrity. "La Petición de Navidad nos da la flexibilidad para satisfacer esas necesidades sin tener que saltar por muchos obstáculos".
McGarrity dijo que la agencia está encontrando aumento en el número de personas que necesitan ayuda para obtener vivienda. Encontrar vivienda segura y costeable puede ser muy difícil, y esto es especialmente cierto para las personas que reciben asistencia pública ya que los caseros no siempre quieren trabajar con el Departamento de Servicios Humanos del Condado de Monroe para llegar a un acuerdo de arrendamiento que no incluya un depósito de garantía, dijo McGarrity.
"Entrar sin un depósito de garantía es casi imposible. Hemos visto personas que tienen que quedarse en nuestros albergues (para los que no tienen hogar) por más tiempo porque tienen problema para lograr que los caseros trabajen con el Departamento de Servicios Humanos", dijo.
Los miembros del personal del Centro Católico de la Familia también ven un aumento en el número de clientes que necesitan ayuda para pagar sus cuentas de los servicios públicos. El febrero pasado el Obispo Salvatore R. Matano solicitó a las parroquias de la Diócesis de Rochester que hicieran una segunda colecta voluntaria para las personas luchando para cubrir el costo de la calefacción, y lo recaudado fue distribuido a las agencias de las Caridades Católicas, que a su vez luchan para ayudar a las personas que vienen a ellas buscando ayuda.
"Cuando las puertas se abrieron para nosotros poder distribuir algunos de esos fondos a las personas necesitadas, fue una locura", comentó McGarrity.
La agencia también ha visto un aumento en la demanda de alimentos, dijo ella, observando que la despensa de alimentos del Centro Católico de la Familia estuvo virtualmente vacía en un momento durante el verano.
"Llegó al punto cuando teníamos chucrut (sauerkraut) y salsa de mango, pero nada con lo que se pudiera hacer una comida", dijo. "Tuvimos que solicitar ayuda de muchas parroquias mientras esperábamos que nuestra subvención de Foodlink llegara. Las parroquias realmente nos prestaron mucha ayuda".
Los fondos de la Petición de Navidad son útiles porque pueden ser usados para comprar alimentos para la despensa de alimentos, ayudar a la gente a pagar las cuentas de los servicios públicos o satisfacer las muchas necesidades que pueden surgir, dijo McGarrity.