Presupuestar ayuda a las familias a mantener la tradición del quinceañero

Cuando llegó el momento de celebrar el quinceañero de su hija — una celebración de Sweet 15 — Yesenia y Abdel Albino de Rochester encontraron formas de hacerlo costeable, a la vez que mantenían la costumbre para su familia y muchos hispanos.

Como una medida de ahorro decidieron tener una celebración doble en septiembre de 2016 para su hija, Adriana Albino-Toro, y su prima, Ignealiz Soto-Toro, dijo Yesenia Albino

“La razón principal para celebrar este gran evento significativo fue reunir a amigos y familiares de cerca y de lejos… creando recuerdos que durarían toda la vida y para mantener vivas las tradiciones latinas”, dijo.

Los Albinos y su familia comenzaron a planear el quinceañero estableciendo un presupuesto y creando una lista de prioridades, que es lo que recomiendan varios sitios web de quinceañeros. Al igual que en una lista de cotejo para bodas, los elementos de planificación a menudo incluyen el desarrollo de un presupuesto, la búsqueda de un lugar, la elección de un tema, el envío de invitaciones y la compra de un vestido, según la información en quinceanera.com.

El sitio web, que auspicia exposiciones de quinceañeros que se celebran en ciudades de todo el país con grandes poblaciones hispanas, incluso ofrece una aplicación de planificación.

Albino dijo que el presupuesto de $3,800 de su familia estaba basado en la cantidad que ella y su esposo habían ahorrado, así como en fondos adicionales de su declaración de impuestos ese año y una contribución de su padre.

“Si estaba fuera de nuestro presupuesto, lo eliminábamos de la lista”, dijo.

Un amigo consiguió el lugar sin costo para acomodar al grupo de 100 personas, explicó Albino, y la familia comparó las empresas de catering y contrató la más económica.

Además de no tener que pagar por el lugar, Albino dijo que su familia tuvo la suerte de recibir ayuda con otros aspectos de la celebración. Por ejemplo, recibieron un descuento de un amigo propietario de un negocio de DJ, otro amigo hizo el pastel como regalo, y otro alquiló el telón para el escenario y las mesas negras para la fiesta temática de París, señaló.

“También tengo amigos de la familia que fueron lo suficientemente amables para ofrecerme bandejas de comida y aperitivos”, dijo Albino.

Albino encontró vestidos en línea para las cumpleañeras y su corte de asistentes, ya que los vestidos de boutique hubieran sido demasiado caros, dijo. La corte tradicionalmente tiene 14 niñas y 14 acompañantes, pero muchas reducen ese número a la mitad por razones prácticas y financieras, señaló Jane Pantoja, dueña de Jane’s Fashions, que vende y elabora vestidos para quinceañeros.

La familia no tuvo una misa para la ceremonia, pero un sacerdote vino al lugar y dio una bendición especial, agregó Albino. La celebración incluyó las costumbres de la quinceañera de cambiar los zapatos sin tacones por unos con tacones, ponerse una tiara y honrar a la Virgen María.

El mantenimiento de estos aspectos culturales es la razón por la cual muchas familias ahorran durante años para los gastos asociados con un quinceañero, según información de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (https://bit.ly/2Ao4SXc). Tener patrocinadores, conocidos como padrinos y madrinas, que donan regalos y servicios ayuda a las familias a administrar los costos, según la USCCB. Los familiares pueden ser costureras, músicos, chóferes, floristas, cocineros, reposteros o fotógrafos y donar sus servicios como obsequios, como fue el caso de la familia Albino-Toro.

Del mismo modo, Blanca López dijo que ella y su familia se encargaron de todos los preparativos, incluida la decoración y la construcción de un muro para fotos, así como cocinar toda la comida para la fiesta de quinceañero en el 2015 para su hija, Cassandra. La madrina compró el pastel y su abuela compró el vestido de quinceañero, agregó. Un amigo proporcionó la música y ya que había ahorrado durante dos años antes, López dijo que pudo mantener su presupuesto de $3,500 para la celebración con 200 invitados.

“A veces, una niña recibe mucha participación financiera de sus familiares”, dijo Pantoja. “Muy pocas (familias) simplemente lo hacen con su cheque de pago”.

Pantoja comenzó a vender vestidos para quinceañeros en 2004, cuando había recibido más y más solicitudes de vestidos de las familias hispanas. Desde entonces, los vestidos han evolucionado desde los vestidos de satén con lazos hasta los vestidos más elaborados con colas, organza y cuentas.

“Un quinceañero se ha convertido en una ocasión muy importante”, dijo.

Sin embargo, cuando una familia acude a ella con un tema o una idea para un vestido, Pantoja dice que siempre se asegura de que la idea se le ocurrió a la cumpleañera.

“El vestido debe ser hermoso y glamoroso, pero tiene que ser sobre ti y tu cultura”, dijo. “Intento mantener todo sobre la cultura”.

Al mismo tiempo, Pantoja dijo que intenta trabajar dentro de lo que sea el presupuesto de una familia y ofrece también alquileres de vestidos.

“Todo el mundo tiene un presupuesto”, señaló.

Los precios de los vestidos fluctúan entre $225 y $800, dijo Pantoja, y los pedidos especiales pueden tardar hasta cuatro meses para preparar. Además de familiares o amigos que actúan como padrinos o madrinas, las abuelas a menudo pagan por los vestidos, especialmente en las familias puertorriqueñas, agregó.

El número de celebraciones de quinceañeros en todos los grupos latinos en el área de Rochester sigue aumentando, al igual que la participación de amigos de todas las etnias que asisten como invitados o miembros de la corte de la quinceañera, señaló Pantoja.

“La tradición ha crecido”, dijo. “Le encanta a todos”.

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