Para mí, haber festejado mis quince años fue algo muy bonito. Desde que comenzamos a preparar todo. Cada fin de semana nos reuníamos en mi casa a ensayar una rutina de baile y a convivir y disfrutar un poco con mis amigas. Recuerdo ir con mis amigas a probarnos vestidos. Fue muy divertido.
Mi mamá se encargó de explicarnos el verdadero significado de celebrar los quince años. El significado religioso, lo que representa pasar a otra etapa de la vida y el compromiso de la quinceañera con Dios y con la comunidad. Platicamos sobre las virtudes y de lo importante que es seguir, escuchar y hacer todo con el ejemplo de la Virgen María. El simbolismo de cada cosa, como por ejemplo, la tiara que significa entrar triunfante en el reino de Dios.
Después de varios meses de preparación, llegó el día especial, yo estaba muy emocionada. Al entrar a la iglesia y verme rodeada de mis amigas y de mi familia y del Padre Jim y del Padre Bob, me llenó de emoción. Todas las personas me miraban al entrar. Mi hermana Stephanie y sus amigos de la Universidad estaban en primera fila. Mi madrina Marcela , mi primita Sofi, en fin, toda la gente que me quiere estaba allí reunida para celebrar esta ocasión tan especial. Mi papi muy orgulloso me miraba. Mi emoción fue aún mayor cuando acompañada de mi familia llevé el ramo de rosas blancas al pie de la imagen de la Virgen María. Mi mamá me decía al oído que ofreciera todas mis acciones a Dios y que le pidiera a la Vírgen que me guiara en todo lo que yo hiciera.
Al salir de la iglesia festejamos en un salón muy bonito, la familia, las amistades, la comida, la música y todo hizo que mi día fuera muy especial. Me encantó celebrar mis Quince años. Los recuerdos estarán en mi mente toda mi vida.
Por Natalie Hoppe
Fairport