ROCHESTER — Patrick Braswell estuvo sin hogar por varias semanas el año pasado. Durante ese tiempo, conoció a otras personas sin hogar durante una estadía en el refugio para personas sin hogar de la Casa de la Misericordia.
“Llegué a conocerles como personas”, dijo.
Las interacciones con otros residentes sin hogar lo ayudaron a ver que su situación personal era común para muchas personas que se han quedado sin hogar, dijo Braswell a El Mensajero Católico el 11 de septiembre. Se quedó sin hogar después de perder su empleo, dijo, y no pudo pagar su alquiler porque no estaba recibiendo beneficios por desempleo. Después de dejar la Casa de la Misericordia y mudarse a un refugio de Voluntarios de América, encontró un trabajo en Avon. Cuando no pudo regresar al refugio después del trabajo a tiempo para un registro obligatorio – un requisito para poder recibir alimentos o beneficios médicos del Departamento de Servicios Humanos del Condado de Monroe (MCDHS) – el MCDHS lo sancionó por 30 Días y se quedó sin acceso a beneficios.
A la luz de sus experiencias, Braswell y otros residentes sin hogar que había conocido decidieron formar el Sindicato de Personas sin Hogar de Rochester y crear una campaña pública contra tales sanciones.
“Esto (el sindicato) me ha dado un propósito”, dijo. “Todos los obstáculos que encontré, todo fue por una razón”.
Braswell estuvo entre los miembros del sindicato que asistieron a las reuniones de la Legislatura del Condado de Monroe este otoño para protestar contra las sanciones contra los beneficiarios de los beneficios de MCDHS. Se requiere que los beneficiarios sigan ciertas reglas para mantener los beneficios y/o que se les permita permanecer en refugios administrados por el condado. Los miembros del sindicato dicen que las regulaciones son demasiado estrictas y que las sanciones por infringir las reglas pueden provocar estrés y otros problemas médicos, así como la falta de vivienda, al retirar los fondos para pagar el alquiler.
Braswell y otros miembros del sindicato participaron en una manifestación del 11 de septiembre frente al edificio de la oficina del condado en la Calle West Main y una marcha del 8 de octubre desde el Hotel Cadillac a otra reunión de la legislatura para protestar por las sanciones. Antes de que cerrara a principios de este año, el hotel había ofrecido una opción de bajo costo para viviendas para personas de bajos ingresos.
El objetivo de las protestas era aumentar la conciencia de los motivos por los que se les niegan los servicios a los beneficiarios de la asistencia social o se les suspenden los servicios, por ejemplo, por no registrarse en un albergue como Braswell, o por violaciones de drogas, alcohol o empleo, incluyendo no asistir a una entrevista o no hacer un número suficiente de solicitudes de empleo, dijeron los miembros del sindicato.
La Hermana de la Misericordia, Grace Miller, de la Casa de la Misericordia, dijo que las sanciones están afectando a las personas y se producen a un ritmo mayor que en la mayoría de los condados del estado. De acuerdo con los datos recopilados por el profesor Harry Murray de Nazareth College, un promedio de 629 beneficiarios de asistencia social por mes fueron sancionados en el condado de Monroe, en comparación con 335 beneficiarios en la ciudad de Nueva York en todo el 2017.
La hermana Miller y sus partidarios son ponentes regulares en las reuniones legislativas del condado, por lo que los funcionarios del condado conocen su posición respecto a las sanciones, dijo el portavoz del condado Jesse Sleezer.
“El Departamento de Servicios Humanos del Condado de Monroe agradece el apoyo y la asistencia de todas las partes interesadas de la comunidad que comparten un interés en mejorar los resultados para los residentes en riesgo en nuestra comunidad”, agregó. “Además, es importante tener en cuenta que todas las sanciones implementadas por un distrito de servicio social local están obligadas por las leyes y reglamentaciones estatales – MCDHS no tiene autoridad para establecer o alterar las políticas estatales obligatorias”.
Sleezer dijo que la política de sanciones del condado está produciendo mejores resultados para los residentes y familias en riesgo en el Condado de Monroe. Al proporcionar recursos de empleo y referencias, el número de casos de asistencia temporal de MCDHS se redujo de más de 12,600 a menos de 10,300 desde enero de 2016 hasta enero de 2018, señaló Sleezer.
A pesar de la respuesta del condado, la Hermana Miller y los miembros del sindicato planearon continuar presionando al condado para que ofrezca alternativas a las sanciones para ayudar de manera más efectiva a los beneficiarios de la asistencia social.
“Les estamos dejando (a los miembros del sindicato) llevar la causa para empoderarlos”, dijo la Hermana Miller. “Tenemos que lograr que las personas afectadas hablen… y les apoyaré”.