A pesar de los moretones en su cuerpo, Lucila Matos se mantuvo en una relación abusiva durante seis años, todo el tiempo haciendo excusas por el daño físico y emocional que su pareja le estaba infligiendo.
“Mi mente estaba creando excusas para defender todo lo que él hacía, y las usaba para defender su comportamiento”, explicó Matos. “‘No, él lo hizo porque yo hice esto, y yo no debía haber hecho eso. … Yo hice esto’ y siempre creaba este tipo de excusas”.
Matos compartió su historia el 21 de mayo durante Sentadas a la Mesa, un evento virtual organizado por Latinas Unidas de Rochester.
Durante su charla, Matos dijo que eventualmente escapó de su abusador, y desde entonces ha pasado de víctima a defensora. Ella fundó el desfile anual No Más Violencia Doméstica en Rochester, que tiene como objetivo crear conciencia sobre el abuso doméstico y hacer que las personas sepan que no está bien, dijo. Además de informar a las personas, Matos dijo que espera que el desfile aliente a las víctimas a salir de las relaciones abusivas e informar a la comunidad sobre los recursos disponibles para ayudarlos a hacerlo.
Este año, sin embargo, la pandemia de COVID-19 no solo ha forzado la cancelación del desfile sino que también ha afectado la disponibilidad de ciertos recursos para las víctimas de violencia doméstica, dijo.
Por ejemplo, Bethany House en Rochester, un refugio para mujeres que enfrentan desafíos como la violencia doméstica, anunció el 25 de marzo que cerraría temporeramente debido a la disminución del personal y los suministros como resultado de la pandemia. Según el sitio web de Bethany House, algunas ocupantes fueron ubicadas de forma segura en otro lugar.
Al igual que Bethany House, el Lugar de Esperanza del Centro Católico Familiar — un refugio de emergencia en Rochester para mujeres solteras, mujeres con niños y familias intactas — cerró en marzo, según Katherine Grant, directora de mercadeo y comunicaciones del Centro Católico Familiar (CFC).
Sin embargo, Sanctuary House, el refugio de emergencia de CFC para mujeres y mujeres con niños, todavía está operando y ha continuado respondiendo al Departamento de Servicios Humanos y a las referencias de la línea de ayuda 2-1-1, siguiendo todas las pautas de admisión y distanciamiento social, dijo Grant.
Un programa de Caridades Católicas en la Zona Sur también continúa brindando servicios a las víctimas de violencia doméstica durante la pandemia.
El programa de Servicios de Primer Paso para Víctimas de Caridades Católicas de Schuyler está aumentando las comunicaciones con los sobrevivientes de abuso doméstico a través de una línea directa las 24 horas, los 7 días de la semana, señaló Ashley Kerrick, directora de la agencia. La línea directa está disponible para los residentes de los condados de Schuyler y Chemung al 607-742-9629.
Las llamadas a la línea de ayuda directa generalmente provienen de sobrevivientes de abuso que ya experimentan el estrés causado por la violencia doméstica, pero ahora enfrentan tensiones adicionales de ser madres y maestras de sus hijos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, dijo Kerrick.
En general, señaló Kerrick, la agencia está “reelaborando los servicios que brindamos antes de una manera diferente. Todavía estamos brindando apoyo, todavía ayudamos a reubicarse si una situación es insegura y se necesita vivienda de emergencia, y realmente las conectamos con cualquier recurso que identifiquemos durante el proceso de admisión”.
NOTA DE LA REDACCIÓN: para obtener información adicional sobre la violencia doméstica en todo el estado de Nueva York, visite https://bit.ly/findsafetyandsupport.