Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Durante este mes hay varios temas que merecen mención muy especial por su gran impacto sobre nuestras vidas mientras celebramos nuestra fe católica en la Diócesis de Rochester.
Por todos los Estados Unidos, octubre es reconocido como el Mes de Respeto a la Vida, dedicado al Evangelio de Vida, que sostiene la dignidad de cada persona humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Mientras servía en Vermont, leí un artículo titulado "Milagros de la belleza del invierno" por la Dra. Kay Redfield Jamison (The Saturday Evening Post, Noviembre/Diciembre 2005). Al describir la fascinación de Wilson Bentley con los copos de nieve de Vermont, el artículo de la Dra. Jamison lo cita como sigue: "‘Encontré que los copos de nieve eran milagros de belleza. Parece una vergüenza que esta belleza no sea vista y apreciada por otros. Cada cristal era una obra maestra de diseño y ningún diseño se repetía. … Cuando un copo de nieve se derretía’, (Bentley) se lamentaba, ‘ese diseño se perdió para siempre. Tanta belleza desapareció, sin dejar un récord tras sí’." En otra parte del artículo, la Dra. Jamison informó: "‘La naturaleza está repleta de genio, llena de divinidad; de modo que ningún copo de nieve escapa esta mano forjadora’. Para el Sr. Bentley, los copos de nieve eran ‘gemas del propio laboratorio de Dios’."
Si esto puede decirse de los copos de nieve, uno puede imaginar la descripción que debe darse de la persona humana. Tal descripción desafía la terminología humana porque nuestras palabras deben intentar captar lo divino, ya que cada persona está ligada al Creador y la labor de su mano. Cada persona es un "milagro de belleza", una "obra maestra de diseño" y una "gema" de Dios — pero sobre todo una criatura de Dios. ¿Cómo entonces podemos aceptar la toma de la vida humana en cualquier etapa de su desarrollo?
Ahora por más de cuatro décadas la sociedad ha enseñado a la gente que la toma de la vida humana inocente es moral, aceptable y legal. Qué lección tan triste para haber sido enseñada a nuestros niños durante estos años. Uno tiene que preguntar: ¿A quién corresponde la mayor responsabilidad por esta dura realidad? ¿Aquellos que han sufrido la experiencia dolorosa de la terminación de la vida – o aquellos que no solamente enseñaron a otros que la destrucción de la vida humana es aceptable, sino que han hecho legales estos procedimientos inmorales?
Tenemos que ser empáticos y comprensivos hacia aquellos a los que hemos fallado en enseñar y apoyar en sus momentos de necesidad, o en mostrarles la cara y sabiduría de Dios con un corazón amoroso. Santo Tomás Aquinas lo dijo muy bien: Nemo dat quod non habet — "Nadie puede dar lo que no tiene". ¿Cómo puede nuestra gente joven apreciar la vida si no se les ha enseñado por palabra y ejemplo que esta vida, nuestra vida, es un don precioso de Dios? Durante este mes de octubre, y siempre. Rogamos por una renovada reverencia por toda vida humana, especialmente por el niño por nacer, los enfermos y ancianos, las víctimas de la guerra y la violencia, los atribulados y los solitarios que han perdido la esperanza y se sienten abandonados — estos son nuestros hermanos y hermanas, criaturas de Dios, ¡y sus vidas son preciosas!
Ahora hemos empezado nuestra Campaña para los Ministerios Católicos anual, que verdaderamente apoya el don de vida de Dios y las muchas personas que solicitan nuestra ayuda a través de los ministerios y programas apoyados por la campaña. Desde que llegué a ser Obispo de Rochester, he estado profundamente impresionado por la generosidad de nuestros feligreses por toda la diócesis. Esta preocupación cristiana abrumadora por otros es muy evidente en la respuesta a la Campaña para los Ministerios Católicos (CMA, siglas en inglés) durante su larga y distinguida historia.
La CMA provee apoyo a las 10 oficinas/agencias regionales de las Caridades Católicas por todos nuestros 12 condados; nuestras escuelas católicas, ministerio en los recintos, preparación sacramental y nuestros programas para adultos jóvenes y jóvenes. Además, debido a la CMA, nuestros hermanos y hermanas en los hospitales e instalaciones de servicios de salud no están olvidados, y sus vidas espirituales son enriquecidas por nuestros servicios de capellanía. A los que están en instituciones correccionales se les recuerda que Jesús da esperanza en las circunstancias más difíciles. En estas instalaciones se proclama la palabra de Dios, se enseña el mensaje del Evangelio y se celebran los sacramentos a través del apoyo de la CMA para este acercamiento pastoral tan necesario.
Realmente no hay aspecto de la vida diocesana que no sea enriquecido positivamente por la Campaña para los Ministerios Católicos, que este año tiene como tema "Actitud de Gratitud". Al igual que ha sido tan generoso en el pasado, ruego para que continúe este espíritu de atención y preocupación. Le estoy muy agradecido por cualquier contribución que usted pueda hacer. Cualquier donativo es significativo y profundamente apreciado por todos los que se beneficiarán de su bondad. Muchos de los beneficiados de la campaña son desconocidos para usted, pero su bondad será conocida para Dios.
Y finalmente, permítame reconocer el muy importante 125o aniversario del Catholic Courier. Todo lo que he compartido con usted en esta carta llega a usted a casa a través del Catholic Courier y El Mensajero Católico, la publicación hermana del Courier en español, que celebrará su propio 10o aniversario el próximo año.
Mientras hablamos a menudo hoy día de la "Nueva Evangelización," revigorando nuestra fe católica y redescubriendo su rico patrimonio y raíces en Cristo, el Catholic Courier y el El Mensajero Católico siguen su misión evangélica, pastoral y de comunicaciones impresas y en sus páginas web.
Ambos periódicos son reconocidos, no sólo localmente, sino nacionalmente, por los muchos premios que han recibido. A través de su larga historia, el Catholic Courier ha ayudado a muchos a entender mejor su fe católica y a descubrir cómo vivir esa fe más efectivamente. Estoy agradecido por el Courier y El Mensajero, que me asisten en realizar mi misión de enseñar. Permítame tomar esta oportunidad para dar las gracias a todos en el Catholic Courier y El Mensajero Católico. La Sra. Karen M. Franz, gerente general/editora, junto con su personal — y en cooperación con la Junta de Directores de la corporación matriz de los periódicos, la Asociación de Prensa Católica de Rochester — no sólo continúan la misión de nuestras publicaciones diocesanas, sino también que cada día enriquecen y mejoran esa misión.
¡Feliz 125o aniversario, Catholic Courier! En efecto, ¡este mes de octubre nos da otra razón para una Actitud de Gratitud! Ciertamente, estoy agradecido por el privilegio de ser obispo de la Diócesis de Rochester, y cada día oro por usted en la esperanza de que usted también me recuerde en sus oraciones.
Unido a usted para dar gracias a Dios por el don de Fe, el don de Vida y el llamado a proclamar el Evangelio, quedo
Devotamente suyo en Cristo,
+ Reverendísimo Salvatore R. Matano
Obispo de Rochester