Septiembre 2017
Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Este mes comenzaremos nuestra celebración del 150o aniversario de nuestra Diócesis, fundada el 3 de marzo, 1868, con una Misa Solemne el 22 de septiembre en la Catedral del Sagrado Corazón con Su Eminencia, Cardenal Timothy Dolan. El Cardenal celebrará la misa y ofrecerá la homilía. Representantes de nuestras parroquias, instituciones y agencias caritativas, como también miembros de nuestras comunidades ecuménicas, se unirán con nuestro clero y religiosos para celebrar esta ocasión propicia.
Para el beneficio de toda nuestra familia diocesana, esta misa será transmitida en vivo en la página web del Catholic Courier, www.CatholicCourier.com, empezando a las 2:00 p.m., EDT, el viernes, 22 de septiembre. (Una grabación de la liturgia también estará disponible en la página web unos pocos días más tarde.)
Marcando esta observancia muy importante de nuestra historia diocesana, quiero compartir con ustedes el prefacio que escribí para el libro venidero de historia pictórica con el título, Diocese of Rochester: 150 Years of Faith, Hope and Charity (Diócesis de Rochester: 150 Años de Fe, Esperanza y Caridad), conmemorando esta ocasión de suma importancia:
Por 150 años, la Diócesis Católica Romana de Rochester ha sido la presencia visible de Nuestro Señor Jesucristo por la vida de oración y trabajo de la Iglesia Católica en nuestra verde región de 12 condados en el oeste de Nueva York. Estamos unidos como hermanas y hermanos en una comunidad de fe culturalmente diversa, en comunión con la Sede Apostólica de Roma y Nuestro Padre, el Papa Francisco, y estamos nutridos y fortalecidos por los sacramentos, especialmente la Santísima Eucaristía. Nuestra continuada proclamación del mensaje del Evangelio de fe, esperanza y caridad se desarrolla en las muchas parroquias, instituciones y ministerios en nuestra querida Diócesis.
Como fue en el comienzo, cuando nuestra Diócesis fue formada en 1868 de la Diócesis de Buffalo por un acto del Papa Pío IX, continuamos hoy día participando en el mandato original de la Iglesia y la misión dada a nosotros por nuestro Salvador Jesucristo: “Vayan y hagan discípulos …” (Mateo 28:19).
De hecho, basta con estudiar las divisas episcopales de los Obispos que han sido los pastores de esta Diócesis para ver esa continuidad de la misión:
• Salus animarum lex suprema (La ley suprema es la salvación de las almas) Obispo Bernard J. McQuaid, 1868-1909.
• Fides et Constantia (Fe y Constancia) — Obispo Thomas F. Hickey, 1909-1928.
• Servire regnare est (Sirviendo a Cristo es reinar) — Obispo John F. O’Hern, 1929-1933.
• Domino servientes (Somos sirvientes del Señor) — Cardinal Edward A. Mooney, 1933-1937.
• In te Domine speravi (En Ti he esperado, Oh Señor) — Obispo James E. Kearney, 1937-1966.
• Da per matrem me venire (Llévame a ti a través de tu madre) — Arzobispo Fulton J. Sheen, 1966-1969.
• Libentissime impendam et superimpendar (Con mucho gusto me agotaré y seré agotado) — Obispo Joseph L. Hogan, 1969-1978.
• God’s Love endures forever (El amor de Dios perdura para siempre — Obispo Matthew H. Clark, 1979-2012.
En todas estas palabras cordiales, podemos ver que, desde el principio, cada uno de nuestros pastores nos han guiado para vivir nuestra fe en el servicio de Nuestro Señor: para amar nuestro clemente y misericordioso Dios sobre todas las cosas; para servir a nuestros prójimos en necesidad por amor de Él; y con esto experimentar el don de salvación de Dios y la vida eterna, por la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de todos nosotros, y la intercesión de todos los santos.
El lema que escogí cuando fui ordenado obispo es In unitatem fidei, “Hacia la unidad de la fe”. Adopté estas palabras de la Carta de San Pablo a los Efesios 4:13. Más que un lema para mi episcopado, es también mi oración ferviente por los que tengo el privilegio de ser su pastor; porque abrazo la convicción de San Pablo de que Jesucristo desea que toda la familia de los hijos de Dios, trabajando juntos, se esfuercen para alcanzar su plenitud de madurez en la unidad de la única fe y el conocimiento del Hijo de Dios.
En esta historia celebrando el Sesquicentenario de nuestra querida Diócesis, esta unidad, este amor de Jesucristo, este deseo de servir a Jesús como sus verdaderos discípulos, cobran vida en cada página desde el año de nuestra fundación hasta ahora, por el trabajo de nuestros dedicados sacerdotes, diáconos, religiosos y fieles laicos y por la dedicación de nuestras parroquias, agencias y escuelas. A medida que en fe avanzamos a los próximos 150 años, pidamos al Espíritu Santo que siga guiándonos y bendiciéndonos.
Reverendísimo
+ Salvatore Matano
Obispo de Rochester