ROCHESTER — Si tiene a Cristo en su corazón, usted está destinado a la grandeza.
Ese fue el mensaje central de la presentación del Diácono Juan Carattini durante la primera noche de la Santa Misión anual celebrada el 8-10 de agosto en la Iglesia San Miguel.
El Diácono Carattini trabaja en la Diócesis de Brooklyn y sirve como voluntario en el ministerio de la cárcel en Rickers Island.
Mientras estaba de pie en un escenario improvisado el 8 de agosto en la esquina de las avenidas Clinton Norte y Clifford, el Diácono Carattini dijo que deseaba que todo el barrio escuchara su proclamación: «No importa cuál sea el estado de su vida, Dios le ama».
A la derecha, Cristina Vásquez reza el rosario durante el evento anual.
La primera noche de la misión al aire libre celebrada en el estacionamiento de San Miguel se centró también en los jóvenes que son miembros de la comunidad de fe latina, observó Lynette Saenz, directora de la oficina diocesana para Diversidad Cultural. Las canciones y homilías de la primera noche fueron bilingües para atraer a tantas personas jóvenes como fuera posible, dijo.
Asistiendo por primera vez a la misión, Shakira Díaz, 16, desempeñó un papel activo con otros jóvenes de la Parroquia Santa Francisca Xavier Cabrini, que se compone de las iglesias San Miguel, Nuestra Señora de las Américas y Anunciación. Durante una obra de teatro realizada antes de que el Diácono Carattini predicara, ella interpretó el personaje «Dr. Pega», quien atrapó la dolencia presentada por cada paciente que llegaba, pero aun así ofrecía a cada persona la medicina para curarse. El mensaje era demostrar cómo Dios siempre encuentra la manera para sanar a todos, dijo.
Shakira dijo que se sentía bien acerca de la obra y se alegraba de haber tomado parte en la misión.
«Yo quería ser más parte de la comunidad de la iglesia añadió ella. «Y realmente la quiero (la misión)».
El Obispo Salvatore R. Matano, que vino a la misión al principio para bendecir a los participantes, dijo que era una gran alegría tener tantas personas jóvenes frente a él.
«Mi mensaje es muy sencillo: Jesús murió en la cruz por nosotros porque Él nos quiere y Él quiere que todos nosotros compartamos en su vida, pero la gente hace cosas que destruyen esa vida», dijo él. «La vida no es sin esperanza, tiene esperanza, en cualquier circunstancia, porque Jesús está siempre con nosotros. Nunca olviden eso. Jesús está siempre contigo. Esta es la razón por la qué estamos en este lugar. Él nos quiere y quiere a todos si nosotros vamos donde Él».
El Diácono Carattini también estaba impresionado por la participación de los niños y adolescentes que actuaron en la comedia como también estaban a cargo del rosario y los bailes el 8 de agosto. Cuando el Diácono Carattini tenía sus edades, dijo que iba por un camino diferente. Él estaba centrado en ir de fiestas con sus amigos e incluso estuvo hospitalizado por semanas por fallo respiratorio causado por un ataque de asma, dijo él.
Pero Dios intervino durante este tiempo difícil en su vida, dijo el Diácono Carattini. Una monja en el hospital no dejó de visitar su habitación hasta que él aceptó su invitación para asistir a la Misa en la capilla del hospital.
Después de la Misa, el sacerdote rezó sobre él y él pudo levantarse de su silla de ruedas y caminar hacia su habitación. Poco tiempo después, su médico atribuyó a las medicinas su mejora. Pero él sabía que era algo diferente, dijo el Diácono Carattini.
Él había sido curado por Dios física y espiritualmente, observó él.
Mucha gente se encuentra en situaciones donde ellos también necesitan tal curación, dijo. Pero ellos no siempre escogen volver a Dios cuando ellos necesitan más curación espiritual, que era el tema para la misión de este año, añadió él.
Saenz dijo que el Año de Misericordia influyó en la selección del tema de la misión.
«Queríamos centrarnos en el poder curativo de la misericordia, la gracia sanadora de la misericordia», notó ella.
La experiencia de misericordia del Diácono Carattini en el hospital cambió toda su vida, dijo, y cumplió las oraciones de sus padres, que siempre habían esperado que volviera a la iglesia.
Así, él instó a los padres entre las más de 200 personas reunidas frente a él para nunca abandonar a sus hijos y siempre escuchar y estar allí para ellos.
«Ellos son el futuro de nuestra iglesia… de esta nación», dijo él. «Jesús quiere a ustedes. Él tiene un plan para ustedes. Él tiene un plan para todos nosotros».
También quería que los jóvenes en la misión sirvieran como agentes de evangelización siempre y cuando sea posible, dijo.
«No se avergüencen de ser hijos de Dios», dijo a los jóvenes.