ROCHESTER — Según una investigación de la American Lung Association (Asociación Americana del Pulmón), 6.5 millones de niños menores de 18 años se ven afectados por el asma, que es una de las causas principales del ausentismo escolar. En el Distrito Escolar de la ciudad de Rochester (RCSD), alrededor del 20 por ciento de los 29,000 niños que asisten a las escuelas del distrito han sido diagnosticados con la enfermedad, señaló Erin Graupman, coordinadora de servicios de salud estudiantil para el distrito.
El gran número de estudiantes con asma es la razón por la cual los funcionarios del RCSD consideraron que era importante que dichos estudiantes participaran en el programa Open Airways for School (Vías Respiratorias Abiertas para las Escuelas) de la American Lung Association (ALA), que educa a niños de entre 8 y 11 años sobre cómo manejar mejor su asma. El distrito tiene una larga historia con ALA y el programa Open Airways, dijo Graupman, y señaló que las enfermeras escolares enseñaron el programa hasta que los recientes recortes presupuestarios y los cambios en los servicios de enfermería hicieron que los funcionarios del distrito buscaran otras opciones. En la primavera de 2017, el distrito se asoció con la Escuela de Enfermería Wegmans en el Colegio St. John Fisher para presentar el currículo a los estudiantes de dos escuelas primarias.
“(La Escuela de Enfermería Wegmans del colegio) St. John Fisher ya estaba en nuestras escuelas, sus estudiantes ya estaban trabajando con nuestras enfermeras y estaban muy interesados en el programa”, explicó Graupman.
“Fisher tiene una fuerte creencia en el servicio comunitario y una fuerte conexión con nuestra comunidad, y la Escuela de Enfermería Wegmans tiene el mismo deseo”, agregó la Dra. Caroline Critchlow, vicedecana de la escuela de enfermería, sobre el interés de la escuela en el programa.
Open Airways es un programa de seis semanas que es práctico e informativo, explicó Critchlow, y es impartido por estudiantes de enfermería del segundo semestre como parte de sus rotaciones clínicas de salud pediátrica y comunitaria. Durante el programa, cada participante del RCSD recibe un espaciador para el asma — un dispositivo que se usa para administrar medicamentos — y se le enseña cómo usarlo correctamente. Los estudiantes de enfermería, bajo la guía de un instructor clínico, trabajan con grupos pequeños de estudiantes, proporcionando información básica sobre el asma tal como la forma de identificar y controlar los desencadenantes y los síntomas, así como la forma de controlar el asma en la escuela. Cada alumno también lleva a casa un paquete de información para compartir con sus padres o tutores.
“Es un currículo muy bien hecho y muy organizado”, dijo Critchlow, y señaló que los estudiantes de enfermería realizan capacitación en línea y en persona con la ALA para asegurarse de que cuenten con las técnicas y la terminología apropiadas sobre el asma antes de entrar al salón de clases.
La primavera pasada, los estudiantes de enfermería de Fisher ofrecieron instrucción en cuatro escuelas de la ciudad. En la primavera de 2019, estarán en seis escuelas — escuelas No. 9, 17, 19, 29, 44 y 54, dijo Graupman.
“Tenemos datos que muestran la tasa de asma en esas escuelas, y también tenemos datos que muestran la tasa de ausentismo para los estudiantes que tienen asma en esas escuelas”, dijo, y señaló que ese programa rota a diferentes escuelas cada año en función de las necesidades. “Nosotros (RCSD) tenemos una prevalencia muy alta de asma y ya que hay una especie de falta de educación, es muy importante tener programas como estos para ayudar a estos estudiantes”.
La escuela de enfermería recientemente recibió una subvención de $4,000 a través de la Subvención de Salud Comunitaria de Excellus BlueCross BlueShield y planea utilizar los fondos para expandir el programa Open Airways para llegar a más estudiantes del RCSD, dijo Critchlow.
“Nuestro objetivo sería trabajar con tantos niños como sea posible para ayudar a disminuir el problema del asma”, dijo Critchlow sobre el programa.
Tanto Critchlow como Graupman dijeron que el programa y la asociación del RCSD/escuela de enfermería han sido bien recibidos por todos los involucrados.
“A los niños les encanta trabajar con ellos (los estudiantes de enfermería), y los estudiantes de enfermería realmente disfrutaron trabajando con los niños. Ellos (los estudiantes de enfermería) realmente pudieron ver que éste fue un programa impactante”, dijo Critchlow.