WASHINGTON — "Estamos marchando a la luz de Dios. Estamos marchando a la luz de Dios".
Así cantaron los feligreses de la Diócesis de Rochester cuando marchaban por la Avenida Constitución hacia la Corte Suprema el 22 de enero junto con cientos de miles de activistas en pro de la vida en la 41º Marcha por la Vida.
"Está muy frío", dijo Giovanni Figueroa, manifestante por primera vez, que viajó al capitolio con jóvenes de los Santos Apóstoles y Nuestra Señora de las Américas en Rochester.
Pero al igual que cientos de otros que marcharon en la delegación de la Diócesis de Rochester, Giovanni no iba a permitir que las temperaturas bajo cero evitaran que se manifestara acerca del valor de cada vida humana.
"Uno está tratando de hacer una diferencia", dijo el estudiante de 14 años de edad en la Eastridge High School. "Todo bebé que muere en un aborto podría ser un gran líder en ciencia descubriendo algo".
Mientras que los grupos de Canandaigua, Webster y Corning cancelaron sus planes de viaje en vista a las condiciones peligrosas, seis autobuses de toda la diócesis hicieron el viaje por la noche el 21 de enero para llegar a tiempo para la Misa en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.
El Obispo Salvatore R. Matano, que caminó con los peregrinos de Rochester durante la Marcha por la Vida, no pudo concelebrar la Misa temprano en la mañana porque su viaje el día anterior fue cancelado. Pero llegó a tiempo para saludar a la delegación de Rochester en las escaleras de la basílica, y dar la mano y tomarse fotos con los peregrinos, incluyendo muchos que le dieron las gracias por haber venido.
"Es maravilloso estar con todos ustedes", dijo.
El Obispo Matano también concelebró una Misa a media mañana con el Obispo Robert J. Cunningham de Syracuse, que sirvió en la Diócesis de Rochester como administrador apostólico antes de la instalación del Obispo Matano el 3 de enero.
Sarah Hinkley, que estudia en la Franciscan University en Steubenville, Ohio, corrió hacia el Obispo cuando lo vio en las escaleras. Oriunda de Lyndonville, Vt., ella dice que echa de menos al Obispo Matano, que dirigió anteriormente la Diócesis de Burlington, Vt.
"Él fue realmente maravilloso", comentó Hinkley. "Echaré de menos la manera como él saludaba a uno – siempre muy amigable."
El Obispo Matano dijo que ha asistido a la marcha cada año que ha sido un obispo.
"Ha sido parte de mi ministerio por muchos años ahora al igual que cuando era sacerdote", dijo.
Él dijo que la presencia de tantos peregrinos de Rochester a pesar de las condiciones del tiempo demuestra la fe profunda compartida por su nuevo rebaño.
"Siempre estamos ahí para marchar como una familia en la iglesia", dijo el Obispo Matano. "La vida de los niños tiene que ser protegida… así como la vida de todas las personas".
"Estamos muy complacidos con la conciencia del Obispo de los esfuerzos en pro de la vida en nuestra diócesis", dijo Jann Armantrout, coordinadora diocesana de los asuntos de vida, justo antes de que la marcha empezara. "Y estamos encantados con su decisión de venir a Washington y compartir esta experiencia con nosotros".
"Además del creciente número de jóvenes participantes… cuan conmovedor y unificador ha sido tener a nuestro propio obispo venir para estar con nosotros y marchar en medio de nosotros", dijo la Dra. Elissa Sánchez-Speach, presidenta de la Finger Lakes Guild de la Asociación Médica Católica. "Creo que esto no se ha hecho por años, si alguna vez. Las acciones hablan más claro que las palabras, y verlo en las trincheras con el resto de nosotros fue realmente inspirador".
El clima tampoco pudo evitar que llegara una pareja de Worcester, Mass., que condujo su auto hasta Washington después de que la mayoría de los autobuses de su estado fueran cancelados.
Empezando en Worcester, Luis Fernández y su esposa, María Pujals Fernández, condujeron hacia el oeste alejándose de la tormenta de invierno que azotó al noreste el 21 de enero. La ruta les tomó 11 horas – tres horas más que su ruta usual a Washington.
"Rezamos mucho", embromó Luis Fernández, natural de Río Piedras, Puerto Rico. "Creímos que era importante hacer el esfuerzo adicional e ir una milla extra para dar testimonio. … Y es una manera de juntar a la familia y celebrar la vida".
Su esposa fue la primera en participar en la marcha anual porque ella tiene una conexión personal con el asunto de en pro de la vida, añadió Fernández. Cuando la madre de María sufrió sangrado temprano en el embarazo, los doctores dijeron que para proteger la vida de la madre ellos tenían que hacer una dilatación o curetaje (D&C), lo cual terminaría el embarazo, pero la madre rehusó, dijo Pujals Fernández. En ese punto, ellos solamente pudieron recomendar que ella tratara de caminar y la enviaron a la casa, añadió Pujals Fernández.
"Ella tiene una fe muy grande", dijo refiriéndose a su madre, que ahora tiene 87 años de edad. "Ella empezó a caminar… y el sangrado de detuvo. Y nueve meses más tarde nací yo".
Muchos de los deponentes compartieron historias similares en la concentración en el National Mall antes de que la marcha empezara. Tratando el tema "Adopción: Una decisión heroica," Nicole Peck del grupo Silencio No Más habló acerca de la adopción de dos niños al no poder concebir después de un aborto que tuvo cuando era adolescente.
"Encontré esperanza en Jesús" dijo. "Nunca podre concebir otro niño. La infertilidad era la cruz que tenía que cargar. … Pero tienes una alternativa América. Escoge la adopción".
Otra deponente, Giovanna Romero del grupo Latinos Por la Vida, dijo que los latinos y afroamericanos son objeto de "una cultura de muerte".
"Pero somos la generación en pro de la vida" dijo a miles de jóvenes aplaudiendo llegados de todo el país. "Se nos pedirá cuentas por lo que hicimos o no hicimos para acabar con este genocidio".
Hablando en español también, Romero dijo que los latinos deben pararse en firme y defender sus culturas y sus familias.
"Sí se puede ", gritó ella según la muchedumbre repetía con ella. "Dejen que lo escuchen por toda Latinoamérica. Me pueden dar un ‘Amén’"?
Parte de poder llegar a la generación joven pro vida es mantenerse en contacto con los que apoyan el movimiento durante todo el año a través de los medios sociales como las páginas de Facebook y Twitter de la Marcha por la Vida, dijo Jeanne Monahan, la nueva presidenta de la Marcha por la Vida, que durante la concentración leyó un mensaje del Papa Francisco a los que marchaban.
Los medios sociales también permitieron que los que no pudieron estar físicamente presentes participaran en la marcha a través de una app de la Marcha por la Vida, de acuerdo al centro de los medios noticieros de la marcha.
Pero para Lindsey O’Laughlin, la imagen de ver personalmente la muchedumbre marchando por la Avenida Constitución es algo que no olvidará.
"Fue muy potente", dijo la estudiante de último año en el Roberts Wesleyan College que viajó en el bus desde la Iglesia San Pío Diez en Chili.
Ella fundó un capítulo de Estudiantes en Pro de la Vida en el colegio en su último año, pero éste fue el primer año que ella marchó.
"Realmente valió la pena", dijo ella de la experiencia. "Estar ahí con tanta gente… dice a la gente que trabaja en D.C. que no vamos a rendirnos. Seguiremos luchando por la vida".
"La gente puede cambiar de idea si uno puede cambiar su perspectiva", añadió Dailianny Villanueva, una estudiante de primer año de 15 años de edad en la vieja Hilton High School que viajó con el grupo de los Santos Apóstoles. "Cada vida cuenta".
Los participantes en la concentración dijeron haber observado crecimiento en el número de gente joven en la misma y en el movimiento en pro de la vida. Este desarrollo representa un cambio dramático, dijo Tony Joy, un feligrés de la Iglesia Nuestra Señora de la Victoria en Rochester que ha participado en la marcha 35 veces. Este año, él trajo consigo a su nieta, Geianna Joy, estudiante de sexto grado en la Escuela San Juan Bosco en East Rochester, que se ha unido a su abuelo u otros miembros de la familia en la marcha en años anteriores.
Joy dijo que cuando empezó a marchar en sus años 20, la edad promedio de los que marchaban era mayor, y había pocas personas jóvenes como él. Ahora, él calcularía que la proporción es de 100:1 de gente joven a gente mayor, dijo Joy.
"Ha cambiado totalmente", comentó. "Ese ha sido el cambio más impresionante y más grande en el transcurso de los años".
"Creo que la gente joven, la gente mayor está ahí, los religiosos y los laicos regulares se están preocupando más y más por la amenaza a la libertad de religión y la falta de respeto por la vida que están ocurriendo a nivel nacional y estatal", dijo Armantrout respecto a por qué la gente desafió las condiciones difíciles para participar en la marcha.
Joy atribuyó el aumento en la participación de los jóvenes al Papa Juan Pablo II, quien él dijo llegó a vincularse bien con la gente más joven.
Con respecto a la delegación de este año, Joy dijo que él también vio una mejora en el nivel de organización. Él dijo que la marcha este año fue la primera vez que puede recordar haber visto a los peregrinos de la Diócesis de Rochester marchar juntos con una sola bandera.
El contingente fue el más grande que él ha visto, Joy dijo que podía deberse al anuncio hecho por el Obispo Matano de que él se uniría al grupo.
"Fue maravilloso" añadió refiriéndose a la marcha de este año. "Fue muy bueno ver a todos juntos".