ROCHESTER — Para un veterano sin hogar fue como algo enviado por Dios.
Para una mujer escapando de la violencia doméstica, fue un santuario.
Estos fueron dos de más de 150 residentes que buscaron refugio este invierno en el albergue REACH (siglas en inglés para Comité de Acción de Emergencia para los Sin Hogar de Rochester) ubicado en la anterior casa parroquial de Corpus Christi en la Calle Prince de Rochester.
De acuerdo a su director, Marc Leomard, el albergue ha sido exitoso. "Hemos ayudado a las personas a poner una era de sus vidas en el pasado", dijo.
El centro funcionó casi a su capacidad máxima desde que abrió sus puertas el 1º de diciembre, 2015. Leonard dijo que el edificio de tres pisos ofreció refugio a hombres y algunas mujeres, comprobando que un albergue puede ofrecer vivienda a ambos sexos en un entorno seguro, respetuoso.
El 21 de marzo, el centro albergaba a 31 hombres y nueve mujeres. Leonard dijo que la capacidad total excedió los términos del alquiler del albergue con la Parroquia Santa Francisca Xavier Cabrini (SFXC, siglas en inglés) pero estaba dentro del código de incendios, y unas pocas personas dormían en sacos para dormir en el piso de la sala.
Un personal de siete personas, recibiendo estipendios pequeños como compensación mayormente, hizo posible que el centro estuviera abierto 24 horas al día, siete días a la semana, dijo Leonard. Un empleado con sueldo que vivía en el centro ayudó a mantener el centro funcionando, añadió.
Los grupos comunitarios y voluntarios de varias iglesias del área prepararon y sirvieron la comida en el albergue todos los días, observó Leonard.
"Las comidas servidas (catered) han sido una buena manera para involucrar a personas de la comunidad exterior y demostraron la importancia del apoyo de la comunidad más amplia para ayudar a las personas albergadas", dijo.
Gracias a un invierno menos crudo de lo esperado, el albergue REACH cambió su misión de mantener a tantas personas como fuera posible fuera del frío a ayudar a muchas de éstas a encontrar vivienda permanente, dijo Leonard. Durante sus etapas de planificación, los organizadores se dieron cuenta de que el albergue REACH no podía ser la próxima Villa Santuario, que admitía a las personas sin pregunta alguna. Ubicada en un almacén en la Calle Canal, la Villa Santuario sustituyó la ciudad de tiendas de campaña que se formó en el 2014 debajo del Puente Frederick Douglass-Susan B. Anthony hasta que los funcionarios de la ciudad la eliminaron.
"Uno de los puntos débiles de la Villa Santuario fue la falta de gerencia de caso y trabajadores sociales", observó Kelly Finnegan, trabajadora social en la Casa de la Misericordia y presidenta de la junta asesora de ciudadanos de REACH. "Tuvimos la precaución de tener esto para REACH".
Alrededor de una tercera parte de los huéspedes servidos por el albergue REACH encontraron algún tipo de vivienda permanente en la ciudad, de acuerdo al Padre Daniel Condon, canciller de la Diócesis de Rochester, quien dio la aprobación para tener el albergue en SFXC el otoño pasado. Dijo que los funcionarios de la ciudad y el condado ayudaron a conseguir esta vivienda.
"Creo que salió muy bien", dijo el Padre Condon a El Mensajero respecto a REACH por mensaje electrónico. "Creo que fuimos apoyados bien por Santa Francisca Xavier y otras parroquias y grupos de la comunidad".
Finnigan dijo que uno de los puntos fuertes de REACH ha sido el tener personal disponible para ayudar a los residentes cada día. Los miembros del personal incluyeron trabajadores sociales, consejeros de salud mental licenciados y "un ejército de voluntarios" de las iglesias y organizaciones del área, incluyendo enfermeras psiquiátricas y residentes del Centro Médico de la Universidad de Rochester, observó Leonard.
Dado tal apoyo, el albergue pudo ayudar a muchos de sus huéspedes a conectar con recursos de la comunidad y encontrar apartamentos, mayormente a través de un programa de la Autoridad de Vivienda de Rochester, dijo.
Otras de las personas que el centro trató de ayudar probablemente retornarán al sistema de albergues el próximo invierno, debido a problemas de salud mental o resistencia a recibir ayuda, dijo Leonard. Probablemente se quedarán al aire libre durante los meses cálidos y encontrarán refugio en la nueva Casa de la Misericordia en la Calle Otis, dijeron Finnegan y Leonard. Se están llevando a cabo las reparaciones en el nuevo local, que se espera abrirá el 1º de noviembre, observó Finnegan.
"La nueva Casa de la Misericordia es probable que sea amigable con esas personas que viven con esos problemas, para su crédito y nuestro descrédito", dijo Leonard.
Como alcohólico y drogadicto en recuperación, José González dijo que sabe lo que es lidiar con esos problemas difíciles. Luego de tratar de sobrevivir en Buffalo por dos años, él dijo que retornó a vivir en Rochester en enero, y el personal de la Casa de Hospitalidad San José lo envió al albergue REACH.
Dijo que los trabajadores sociales lo conectaron con el programa de ayuda para la vivienda y un asistente social en el Departamento de Servicios Sociales del Condado de Monroe.
El albergue "ha sido una gran alternativa para la gente", dijo González. "Personalmente, ellos me han devuelto la esperanza. … Veo la luz al final del túnel".
El albergue dio a Dan, veterano sin hogar, un lugar para descansar su cabeza. Había perdido su lugar en otro albergue por tomar cerveza, una violación de la política de cero tolerancia, añadió Dan, quien no quiso dar su apellido.
Un amigo le recomendó el albergue REACH, donde el personal le ayudó a encontrar un apartamento y un empleo.
"Es la primera oportunidad que he tenido en 20 años", dijo Dan.
El albergue también ayudó a Andrea, oriunda de Syracuse de 20 años de edad, a escapar de la violencia doméstica. Dijo que su anterior novio dejó su empleo para mantenerla a su lado, y la pareja vivió en las calles el año pasado.
Andrea, que pidió que no se usara su apellido, hizo una conexión con una trabajadora social del albergue REACH que la trajo a quedarse allí.
Con la posibilidad de obtener una entrevista de trabajo y un apartamento, Andrea dice sentirse esperanzada.
"Ellos realmente ayudan a la gente ahí", dijo. "Es un proceso lento. Uno tiene que tomar las cosas día a día. … Espero obtener el empleo, lo cual ayudará a que todo caiga en su lugar".