Apostolado Hispano de Baton Rouge preocupado por las acciones de la ciudad después de inundación

By Richard Meek

Catholic News Service

BATON ROUGE, Louisiana (CNS) – Funcionarios del Apostolado Hispano de la diócesis de Baton Rouge expresaron su preocupación por incidentes recientes, por correo electrónico y en persona, con el Departamento de Seguridad Nacional del alcalde después de la histórica inundación de agosto.

Julia Scarnato, quien recientemente empezó a formar parte del personal de la oficina del apostolado, y el padre y capellán Eliecer Montañez-Grimaldos preguntaron si la agencia gubernamental podría haber intentado ser usada para encontrar y arrestar a inmigrantes que ingresaron sin permiso en el país.

Pero Andy Allen, funcionario de la oficina de seguridad nacional, dijo que creía que había habido un mal entendido entre ambas partes.

Scarnato dijo que inicialmente había recibido un correo electrónico el 18 de agosto, enviado por Allen, en el que se le informaba que el Departamento de Policía de Baton Rouge distribuiría alimentos y suministros ese día, en las oficinas del apostolado, que se localiza en terrenos de la iglesia San Pío X, en Baton Rouge. En ese correo, cuya copia obtuvo el periódico diocesano The Catholic Commentator, Allen escribió: "Queremos asegurarnos que ustedes reciban las cosas necesarias y cualquier material adicional y que nos comuniquen de cualquier ayuda que se les pueda brindar".

Pero ayuda nunca llegó, dijo Scarnato, añadiendo que un funcionario de la policía visitó las oficinas del apostolado y pidió nombres y domicilios de personas a quienes la agencia ayuda.

"Quería saber los lugares exactos", dijo Scarnato, y explicó que el policía "pidió que si se le podía mostrar en dónde estaban tales lugares. Y prometió que iría a llevar alimentos. Yo le dije que no tenía autorización para dar ninguna información sin primero comunicarme con la diócesis. Le dije que no sabía en dónde se encontraban las personas pues estaban por varios lugares".

Allen dijo que se habían distribuido materiales por personal de la policia y de Capital Area United Way pero a otra iglesia hispana.

"Puede haber habido alguna confusión pues hay dos diferentes lugares de afiliación religiosa a donde asisten varios cientos de familias hispanas", dijo Allen en un correo electrónico.

Allen explicó que "nadie por nuestra parte ha pedido ni nombres ni direcciones. La agencia, conocida como FEMA (Federal Emergency Management Agency) o alguna otra persona representante del gobierno pudo haber pedido eso para presentar reclamos de daños, pero no conozco a nadie de nuestra oficina que pidió eso".

Tales asuntos "ni siquiera están en nuestro radar", añadió. "Nuestra meta era la de asegurarnos que todas las personas en la ciudad tuvieran acceso a alimentos, agua y resguardo, después de las lluvias torrenciales".

El padre Montañez dijo que el funcionario también tenía la dirección de cuatro lugares, escritos en un pedazo de papel, en donde algunos hispanos se habían reunido. Y dijo que el oficial también pidió documentos, direcciones y lugares específicos de esas personas y el nombre de las familias.

Lo más preocupante para Scarnato y el padre Montañez era que creían que los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional iban a usar esa información para localizar a esos inmigrantes, arrestarlos y posiblemente deportarlos.

"En mi opinión", dijo Scarnato, "(el oficial) había dicho que traería alimentos, zapatos y uniformes para los niños. Y hasta hoy todavía estamos esperando esa entrega. Nadie dice una sola palabra al respecto. Así que, ¿cuál es la motivación verdadera? Está claro que debe de ser otra cosa diferente".

Allen reiteró que no sabía quién pedía nombres y direcciones y dijo que tal información no era lo que los oficiales recogían sino que solamente recibían llamadas para rescates acuáticos después de las inundaciones.

Scarnato dijo que la comunidad hispana sufrió un duro golpe debido a las inundaciones que empezaron el 12 de agosto, con muchas personas que perdieron todo lo que tenían. Voluntarios del apostolado distribuyeron más de 2,000 comidas a familias poco después de los acontecimientos, y muchas de esas familias comparten ahora apartamentos o casas, mientras encuentran un nuevo lugar en donde vivir.

Scarnato también dijo que muchos hispanos no acudirían a refugios de damnificados por temor a ser arrestados y deportados y por la dificultad del desconocimiento del inglés.

"Una vez que ingresan al albergue no entienden lo que pasa y se atemorizan", dijo.

Scarnato dijo que mucha gente no podía solicitar fondos federales de emergencia o acercarse a representantes del gobierno debido a la falta de documentos necesarios.

"Sienten que no tienen ningún lugar (adonde acudir para pedir ayuda)", dijo. "Nosotros tratamos de ayudar a esta gente, aunque no tengan documentos. Estamos aqui para ellos. No podemos decir que no. Vemos a Jesucristo en cada ser humano".

Catholic Charities de la diócesis de Baton Rouge y Salvation Army distribuyeron materiales. Scarnato habló especialmente bien de la Sociedad de San Vicente de Paul por haber distribuido la donación más grande que el apostolado ha recibido. Un camión lleno de materiales enviados por la arquidiócesis de Mobile, Alabama, también llegó a asistir.

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