Ya sea sandías en California o un camión de plataforma con cajas de cereal en Buffalo, los fabricantes y horticultores de comida frecuentemente ofrecen alimentos gratis a los bancos de alimentos en todo el país.
Pero hay una trampa, según Natasha Thompson, presidenta y jefa del Banco de Alimentos de Southern Tier: Se ofrecen las donaciones en una base de "venga y consígala".
Si los fondos del gobierno para la agencia son escasos o las donaciones privadas están bajas, el Banco de Alimentos de Southern Tier no puede ser capaz de pagar los costos de flete para procurar esas donaciones aun cuando se necesitan desesperadamente. El Banco de Alimentos de Southern Tier, una agencia de Obras Benéficas Católicas, distribuye 8.7 millones de libras de comida al año a 160 comedores de beneficencia, alacenas de alimentos y otras obras benéficas en los seis condados en el Southern Tier.
Distribuir alimentos donados es una de las maneras como las agencias de servicios sociales tratan la pobreza entre la gente que sirven, dijo Thompson, observando que la comida trae la gente a la mesa literal y metafóricamente.
Cuando las personas hambrientas vienen donde ellos para una comida, las agencias pueden conectar con ellas, tratar sus necesidades y ayudarles a estabilizar sus vidas.
"Los ministerios de alimentos son probablemente una de las mejores maneras para que la gente de fe viva sus valores y ponga su fe en acción", dijo Thompson. Añadiendo que esto se ve como algo hospitalario y que afirma la vida.
Ella observó que la gente frecuentemente juzga a los pobres por las selecciones que han hecho en su vida y la vergüenza por tal juicio puede crear barreras que previenen la búsqueda de ayuda. Los ministerios de alimentos pueden superar esas barreras porque ellos son percibidos como comparables a ser invitados a la casa de un amigo para una comida.
"Si le invito a mi casa, no estoy tratando de darle una clase sobre cómo vivir una vida mejor", dijo Thompson. Es porque quiero llegar a conocerle".
Y por llegar a conocer a los clientes y los problemas que ellos enfrentan, el banco de alimentos también puede abogar por soluciones en la política que pueden ayudar mejor a la gente que están alimentando.
"Es nuestra responsabilidad de ayudar a dar una voz a la gente que servimos todos los días", dijo ella.
Los oficiales de Meals on Wheels (Comidas Sobre Ruedas) del condado de Monroe han encontrado que proveer comidas es más barato que tratar las consecuencias de dejar que la gente tenga hambre. Ellos observaron que más gente de mayor edad de bajos ingresos podría terminar en casas de ancianos si no fuera por la nutrición en las comidas que la agencia provee. Se puede proveer muchas comidas con el costo de un día en una casa de ancianos.
Pero debido a los cortes recientes en el presupuesto federal, Comidas Sobre Ruedas ha tenido que reducir el número de comidas diarias que provee a los clientes existentes y ahora tiene una lista de espera de más de 100 personas que necesitan el servicio.
Así mismo los cortes en los fondos federales están teniendo un efecto en lugares como el Condado de Ontario. El Distrito Escolar de la Ciudad de Geneva, por ejemplo, ha tenido que reducir el número de niños aceptados en su programa de mochila que envía mochilas de alimentos gratis a la casa con los niños para asegurar que ellos tienen algo para comer durante los fines de semana, dijo Ellen Wayne, directora ejecutiva de Obras Benéficas Católicas de los Finger Lakes, que ayuda en el programa de mochilas.
Así mismo el Banco de Alimentos de Southern Tier ha visto reducciones en sus fondos debido al secuestro del presupuesto federal del año pasado como también la terminación de los fondos adicionales por varios años de los paquetes de estímulo federal, dijo Thompson. Ella observó que los fondos continúan disminuyendo mientras que la necesidad continúa creciendo.
"Hemos informado aproximadamente un aumento de 5 por ciento (en la demanda de comida) al final del año comparado con el año pasado", dijo ella.